Prestaciones laborales, privilegio de una minoría

La precaria situación del empleo en México no solamente se expresa en las muy bajas percepciones de los trabajadores, sino cada vez más en que las prestaciones laborales se han convertido en privilegio de algunos sectores minoritarios de asalariados, según un análisis realizado por el Consejo Nacional de Población.

En el examen sobre los problemas laborales del país en el arranque del nuevo siglo se destaca también la proliferación de contratos verbales con los que muchos asalariados tienen regulada su situación en las empresas en las que trabajan. Con esta perspectiva se concluye que es urgente "restructurar la política económica y social en el país para lograr una mayor generación de empleos" acordes con las necesidades actuales.

De acuerdo con el estudio, en los últi- mos años se han acentuado los niveles de autoempleo en México, lo cual incide en la paradoja de que, a pesar de que no exista mayor creación de puestos de trabajo, los índices de ocupación no crezcan. La carencia de un seguro de autoempleo provoca que las personas que quedan sin su puesto laboral bus- quen opciones en negocios o predios agrícolas familiares, aunque sea en condiciones bastante precarias.

El análisis destaca que un dato revelador sobre la estructura laboral actual es el incremento de los trabajadores por cuenta propia y de los trabajos familiares no remunerados, los cuales conforman una parte importante de los llamados empleos informales.

Asimismo se destaca que hacia los años setenta las proyecciones de los analistas eran que los empleos independientes se reducirían en la medida en que se expandiera la economía nacional.

Si en aquella década los trabajos independientes se ubicaban en 32 por ciento, en la actualidad representan 37 por ciento de la planta laboral. "Estas cifras son elocuentes porque indican de manera clara el carácter excluyente de la estrategia de desarrollo capitalista que ha seguido el país", se expone.

El estudio agrega que el crecimiento de los empleos en el comercio al por menor ha llegado a ser tan importante que su volumen se asemeja al conjunto de los trabajadores empleados en el sector industrial, con el consiguiente impacto en los niveles salariales.

Este crecimiento de los empleos en los micronegocios tiene efectos en las condiciones laborales generales de los trabajadores, toda vez que en este rubro los niveles globales de ingreso y la inexistencia de prestaciones expresan una relación laboral frágil en detrimento de los asalariados.

Las intenciones de incorporar a los trabajadores informales en las reformas laborales se enfrentan a problemas como el hecho de que eso implicaría no solamente el pago de impuestos, sino igualmente que sean sujetos con derecho a prestaciones.

Sin embargo, el mejoramiento de las condiciones laborales en el país debe ser producto de una modificación en la política económica y social, de tal manera que tanto la creación de fuentes de trabajo como el combate a la pobreza sean parte medular de esas estrategias.

Con ello, el incremento en la ofertas de trabajo no dependería exclusivamente de un producto esperado del crecimiento de la economía y de la estabilidad macroeconómica en el país. ALONSO URRUTIA