Misoginia,
construcción social de la que casi nadie se salva
Aleyda Aguirre -- En un intento por analizar la misoginia, la propia
y la de extraños, académicos de la UNAM organizaron un ciclo
de mesas redondas en las que examinaron el origen de la palabra misoginia
y trataron temas como el machismo, los asesinatos de mujeres ocurridos
en Ciudad Juárez, la música y los deportes, entre otros.
Coincidieron en que la misoginia, es una negación del sexo femenino
que se manifiesta con maltrato físico, la devaluación de
la persona, humillaciones, insultos e incluso heridas con armas de fuego
o desigualdad en la impartición de justicia.
Del encuentro no salieron muy bien librados. Reconocieron que la misoginia
es una forma de dominio, una construcción social de la que no se
salva casi nadie e incluso, en sus propias ponencias estuvo presente:
una de las asistentes al Instituto de Investigaciones Antropológicas,
recriminó al investigador Fernando Huerta, quien habló del
Juego y la misoginia en la formación de los grandes hombres, el
que haya mencionado en su ponencia a un "grupo de mujeres solas"
si es un grupo, le señaló, entonces no están solas.
Las mujeres que actualmente destacan en el deporte, dijo Huerta, se han
"masculinizado" y no se puede creer que ellas puedan ser excelentes
competidoras. Es el caso de la velocista Ana Gabriela Guevara, a quien
pretendieron someter a un estudio para ver si no era hombre, comentó
Daniel Cazés, director del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias
en Ciencias y Humanidades de la UNAM.
Las espectadoras no estuvieron de acuerdo, ya que explicaron que los cuerpos
de las mujeres están cambiando con los ejercicios y no se puede
partir de la explicación simplista de que por destacar se están
"masculinizando" porque entonces se podría pensar que
los hombres que no hacen ejercicios "se están feminizando".
"Cuando los hombres juegan, a las mujeres se les invisibiliza",
apuntó Huerta, ellas sólo lucen como "trofeos",
en bikinis.
"El deporte ha sido un espacio masculino en el que se desarrollan
rituales y símbolos de poderío; los deportes están
escindidos, hay deportes masculinos y femeninos, pero en ningún
momento hombres y mujeres compiten juntos", señaló
por su parte Cazés.
Pero no sólo en los deportes hay misoginia, explicó el sociólogo
Alberto Zárate, hasta en las canciones "más progresistas"
está inserta. "La historia musical nos habla de un patriarcado
musical, desde la Edad Media existen cantantes misóginos y en la
música mexicana, el tema es recurrente".
Sus mensajes son discriminatorios, de burla hacia el sexo femenino y son
para muchos un símbolo mediante el cual exteriorizan su odio hacia
las mujeres.
Las mesas redondas denominadas Ante la misoginia: una mirada crítica,
en las que también participaron Sergio González Rodríguez,
autor del libro Huesos en el Desierto, Nelson Minello Martini, profesor
e investigador de El Colegio de México y el investigador Antulio
Sánchez, entre otros, realizadas durante tres días, son
apenas el inicio de una serie de actividades en las que los hombres analizarán
cómo se construye la misoginia. Daniel Cazés, dio un plazo
de 15 años para continuar desentrañando el tema, porque
comentó que el análisis no concluye en unas cuantas reuniones,
pues la misoginia ha estado presente desde los inicios de la humanidad
y habrá que desconstruirla.
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