Maquiladoras de Juárez
40 años de una lógica empresarial que deshumaniza la vida de 130 mil trabajadoras

-- Su presencia ha configurado la ciudad, el tiempo social y la calidad de vida de sus habitantes
-- Las instituciones educativas promueven solo la educación que la maquila requiere

Rosa Isela Pérez Torres

-------- Ciudad Juárez, Chihuahua., A casi 40 años de la presencia de las maquiladoras en esta ciudad, la vida de sus obreros, en su mayoría mujeres, se ha sumido en una pobreza humana impresionante, consideran especialistas y organiza ciones ciudadanas.

En este sentido, ha predominado una lógica empresarial en la que no hay perspectiva de la humanidad de su fuerza de trabajo.

El drama de las desapariciones y asesinatos contra mujeres, representa uno de los ejemplos más claros de esta visión, en la que los dueños de los grandes consorcios internacionales sienten que no tienen responsabilidad en el problema.

De hecho, la Asociación de Maquiladoras local no reconoce que sean sus obreras las víctimas que no ha sido posible identificar, aún y cuando al ser encontrados sus cuerpos, tengan puesta una bata de alguna de estas empresas.

舠No son tantas, no son la mayor parte de las víctimas, aunque una son muchas, pero nosotros tenemos sólo un registro de nueve víctimas, otros dicen que son 29... en realidad ni el Ministerio Público tiene una cifra real, exacta de cuántas obreras han sido asesinadas舡, afirma Rubén Parga Terrazas, presidente de la Asociación de Maquiladoras (AMAC).

La 舠preocupación舡 de los empresarios se ha limitado a ofrecer cursos de defensa personal para que las empleadas se defiendan solas, repartir silbatos, gestionar programas de seguridad, regalar patrullas al gobierno municipal (para vigilar sus parques industriales) y crear un sistema de transporte
especial.

Este sistema para el traslado de las/os trabajadoras, en realidad obedece a las necesidades de los empresarios de resolver el problema de la impuntualidad de sus obreras para poder cumplir con los programas de producción del 舠justo a tiempo舡, afirma Elizabeth Flores, abogada laboral.

Además de la inseguridad, la calidad de vida de las obreras no refleja una retribución equitativa del esfuerzo y las consecuencias familiares y sociales que asumen al ser empleadas de una maquiladora. Menos aún, del riesgo que conlleva tener el perfil de una posible víctima.

Sin embargo, Parga Terrazas afirma que la calidad de vida de las mujeres es 舠altísima舡, que incluso existen miembros de la AMAC que le han mencionado que ya se ha 舠exagerado la nota舡 sobre los 舠privilegios舡 que dan a las mujeres.

Las empresas, afirma el presidente de la AMAC, también se han preocupado por contribuir a la integración de las familias de sus empleados, cuando uno de los problemas más fuertes que enfrentan las obreras en ésta ciudad es también la violencia doméstica.

舠Llama la atención ver, por ejemplo, cuando sale la madre de su jornada de trabajo, que llega su marido con el bebé o con los niños y se los entrega para poder entrar a trabajar al turno que le toca a él y los eventos que realizamos donde están juntos toda la familia, creo que contribuye a su integración familiar舡, agregó,

Alrededor de 130 mil mujeres entregan su vida a la maquiladora, donde trabajan diariamente nueve o más horas sin la posibilidad de estudiar y sin la seguridad de que sus hijos se encuentren bien porque no cuentan con guarderías suficientes.

Del total de empleadas de la industria maquiladora, se estima que alrededor del 40 por ciento, que equivale a cerca de 40 mil obreras, son madres.

En el supuesto de que cada madre tenga un hijo, habría 40 mil niños que requieren de cuidado, pero el Instituto Mexicano del Seguro Social sólo cuenta con cuatro guarderías ordinarias, nueve participativas y tres comunales que albergan sólo a dos mil infantes.

En este escenario, el significado social de la presencia de las maquiladoras en la ciudad no puede ser considerado como un ente extraño que entra a una sociedad ya constituida. Por el contrario, las empresas han participado de la configuración de la ciudad y de la calidad de vida de sus habitantes generada por su presencia, de acuerdo con la tesis doctoral de Manuel Arroyo Galván, catedrático de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.

舠Hay una pobreza humana en el sentido de que la repetitividad del trabajo, la ritmicidad de la cotidianeidad y los entornos de vida no favorecen el desarrollo de personas con mayores habilidades y capacidades舡, asegura Arroyo Galván.

La ubicación del primer parque industrial hace casi 40 años marcó la pauta para determinar la estructura física de la población, en la que se olvidó por completo el área donde se establecieron las viviendas de las trabajadoras, añade.

Alejadas de sus áreas de trabajo, la mayor parte de las obreras de las maquiladoras siguen viviendo en la zona serrana de la ciudad, donde aún no logran contar con todos los servicios.

Esta situación obligó al surgimiento de liderazgos de Mujeres, precisamente en el poniente de la ciudad, quienes además de su jornada en el hogar y en el trabajo tienen que enfrentarse a la dificultad de ser escuchadas por las autoridades para que se dote de servicios a las áreas donde habitan.

Más aún, una gran parte de las mujeres del poniente, que constituyen la primera generación de las trabajadoras de las maquiladoras, son ahora quienes han tenido que asumir la responsabilidad de cuidar a sus nietos, mientras que la madre y el padre van a trabajar a las maquiladoras.

Estas mujeres del poniente se convirtieron en líderes obligadas por la necesidad de encontrar soluciones a los problemas que sufrieron, ante la escasez de los más elementales servicios y las tragedias que vivieron al no contar con un lugar donde les cuidaran a sus hijos.

A pesar de los logros, estas mujeres, siguen siendo invisibles para el resto de la sociedad. Nadie les ha retribuido la tenacidad que debieron aprender para lograr mejores condiciones de vida para sus hijos.

Gregoria Flores, una de las promotoras de la Organización Popular Independiente (OPI), afirma que pese a ya no trabajar en la maquiladora, su vida gira en torno a ésta.

Sus horarios y actividades diarias están delimitados por los tiempos y estabilidad económica de estas empresas.

Su responsabilidad es, además de trabajar como empleada doméstica cinco días a la semana, responsabilizarse de los nietos cuando sus hijos están
trabajando.

舠Para poder cubrir los gastos de la casa es necesario que trabajen dos personas en la maquiladora. Las mujeres se van a trabajar de madrugada, pero cuando salen, su marido ya debe estar ahí para entrar al otro turno, así que los hijos se quedan solos un lapso de alrededor de 3 o 4 horas舡, dice.

Las desgracias, principalmente causadas por incendios o por intoxicaciones con monóxido de carbono con los calefactores, han provocado que las madres ya no dejen a sus hijos encerrados en sus viviendas.

舠Los dejan en la calle y eso ha provocado que los niños se conviertan en 舖niños de la calle舗, sin ninguna atención. Cuando las madres llegan a casa están muy cansadas porque su trabajo es duro, las exprimen... no tienen ya energía para atender a sus hijos舡, dice Gregoria Flores, quien habita en la colonia Díaz Ordaz.

De acuerdo con la Tesis doctoral de Manuel Arroyo, otra de las consecuencias de las maquiladoras es la ritmicidad o tiempo social que le han impuesto a la ciudad.

Esta ritmicidad permite visualizar las posibilidades de los modos de vida de los trabajadores, afirma Arroyo. 舠Los horarios de las maquiladoras no corresponden al de las guarderías舗舗, de modo que los trabajadores se enfrentan diariamente con el problema de 舖con quién dejo a mis hijos舡.

Manuel Arroyo afirma que si se realizara una reestructuración de los ritmos en términos de producción, tendrían que modificarse los horarios de las escuelas, por ejemplo.

En esta ritmicidad también es posible identificar determinadas formas y posibilidades de divertirse de las y los trabajadores.

舠De alguna manera el ritmo y las condiciones materiales hacen que yo sea quien soy y no quien yo quiera ser舡, asegura.

Otro de los elementos es el nivel de educación que se promueve en la ciudad debido a la presencia de estas empresas.

舠El tipo de maquiladora que estuvo aquí durante más de 35 años, por las promociones de los impulsores de la industria, tiene un porcentaje muy bajo de lo que sería el trabajo industrial profesional舡, indica.

Los niveles de técnicos y profesionistas que se requieren para que operen las maquilas, son mínimos.

En cambio, los porcentajes de participación en el empleo de personas con bajo nivel de calificación es muy alto, dice Arroyo Galván. Esta situación tuvo una implicación en los motivos del 舖para qué estudiar舗 en las generaciones de trabajadores de las maquiladoras. Las instituciones, como la Secretaría de Educación Pública, se han preocupado por garantizar la cobertura básica de educación preprimaria, primaria y la secundaria.

De esta forma, las expectativas de lo que 舠puedes ser舡 también están determinadas por esta condición de 舠a qué empleos puedes acceder舡.

Dice que por las condiciones de vida de la maquiladora, pareciera ser que sus 197 mil trabajadoras/es están condenadas a que el único empleo que pueden tener es el que les ofrecen estas empresas.

舠Hay un filtro que corresponde a la cantidad de gente que puede estar compitiendo para cada puesto porque no hay posibilidades de ascender a una gerencia para una obrera舡, afirma Arroyo.

La Secretaría de educación Pública ha establecido como obligatorios únicamente los niveles de primaria y secundaria, como si las alternativas de la educación estuvieran ligadas a las necesidades de estas empresas.

舠De esta forma los jóvenes piensan que si estudian la primaria, la secundaria o la preparatoria, el trabajo que pueden conseguir es en la maquila y la SEP exige hasta la secundaria, entonces dicen para qué sigo estudiando舡, afirma Manuel Arroyo.

Dice que por más que una persona insista en querer tener más estudios, existe una restricción en términos institucionales pero también sociales, en cuanto a la presión para que se empiece a trabajar y así mejorar las condiciones de vida de la familia.

En este sentido, la calidad humana que se genera, entendida como el proceso que puede tener el individuo para ampliar sus habilidades y capacidades para poder estar mejor y vivir mejor, están siendo limitados.

El especialista agrega que el significado social de la maquila no sólo tiene importancia por las estructuraciones espaciales y la dinámica social que se puedan estar produciendo, sino en la calidad humana
que se genera.

Aniceto Corona, director de Pastoral Obrera, afirma que las maquiladoras saben que los trabajadores no le van a durar toda la vida, por lo que no invierte en la educación, ni de sus obreros ni de sus hijos, entendidos estos últimos como los futuros reemplazos de sus padres.

Esta condición se convirtió en un problema más para las trabajadoras de las maquiladoras, cuando la recesión económica provocó la reducción de líneas de producción en las empresas y se perdieron 93 mil empleos.

Desempleadas, las mujeres tuvieron que recurrir al comercio informal para recuperar el ingreso que aportaban al hogar.

舠No tienen otra opción de trabajo más que la maquila porque no se ha favorecido su superación. Los empresarios dicen que se están recuperando, pero, en realidad ha de ser mínimo porque sigue existiendo mucho desempleo y esto golpeó aún más las condiciones de vida de las mujeres舡, dijo Aniceto Corona.

De acuerdo con los resultados de una encuesta de Pastoral Obrera elaborada para conocer las condiciones de vida de los empleados de la maquiladora, es preocupante que la entrada de la mujer a las líneas de producción haya modificado los roles tradicionales del concepto de familia y cambiado su manera de vivir.

Señala que se ha visto deteriorado el diálogo familiar, las redes entre sus miembros y el construir algo en común.

Añade que uno de los factores que contribuyen a lo anterior es la falta de vivienda, ya que no tienen espacio suficiente. En algunos casos viven varias familias bajo un mismo techo y en ocasiones en un solo cuarto.

El director de Pastoral Obrera señala que esa situación de hacinamiento provoca que los miembros de la familia prefieran estar fuera para que haya menos conflictos.

A esto se añade que las parejas de trabajadores tienen diferentes horarios, que no les permiten tener una relación y un diálogo estables. En estas circunstancias, el niño no encuentra en la familia una fuente de valores ni la suficiente comunicación con sus padres o hermanos.

Aunado a lo anterior, los bajos salarios hacen que los obreros busquen trabajar tiempo extra para alcanzar a cubrir sus necesidades básicas, como el pago de servicios y la alimentación.

Para obtener los 舠premios舡 de asistencia, puntualidad y productividad, los trabajadores caen en un desgaste físico que repercute de manera negativa en la relación familiar, como el maltrato a los hijos, la infidelidad, problemas de alcoholismo y drogadicción, entre otros, señala el documento.

舠Es común que el padre y la madre trabajen fuera de la casa, lo cual afecta gravemente la dinámica familiar舡, señala Corona.

En muchas ocasiones, por esa razón, los niños permanecen solos en el hogar demasiadas horas, indica el director de Pastoral Obrera. Añade que no existen suficientes guarderías o no todos tienen acceso a éstas.

El problema de las familias sin padre es muy frecuente, agrega, ya que de cada tres madres obreras, dos son solteras.

Por otra parte, el hostigamiento o despido en contra de las trabajadoras embarazadas, así como la exigencia del certificado de no ingravidez para que puedan ser contratadas en una empresa, es otra de las condiciones de injusticia laboral que se vive aquí.

Para la organización civil es preocupante la falta de justicia por parte de las autoridades laborales en Ciudad Juárez, en donde muy pocas veces los trabajadores y trabajadoras son atendidos y apoyados en este derecho.

Añade que el trabajo monótono, sujeto a una presión psicológica para sacar los estándares, producen un alto índice de enfermedades.

El contacto con sustancias dañinas en las líneas de producción afecta negativamente la salud debido a la falta de medidas adecuadas para su manejo y a la falta de equipo que proteja a los trabajadores.

Para Pastoral Obrera, el objetivo de la encuesta fue que con sus respuestas la organización pudiera adquirir una visión general sobre lo que piensan y viven los y las trabajadoras en su medio laboral, para tener un acercamiento con la realidad y organizar un proyecto de trabajo que ayude a mejorar las condiciones de vida de los trabajadores.