Concluye el 12 congreso nacional de la disciplina

Instan a que la filosofía encauce a la humanidad

Durante cuatro días 400 especialistas en la materia evidenciaron la necesidad del pensamiento y las ideas

ARTURO JIMENEZ ENVIADO

Guadalajara, Jal., 29 de noviembre. Ante la enorme desigualdad social, injusticia, violencia extrema, crisis ecológica y consecuencias deshumanizadoras de las nuevas tecnologías -lo que se puede englobar como "crisis de la modernidad" y "etapa de mutación histórica"-, la filosofía debe refrendar su compromiso de reflexión en busca de un "horizonte de sentido" para la humanidad.

Con esos planteamientos de Gabriel Vargas Lozano sobre los desafíos de la disciplina en este siglo XXI concluyeron hoy los trabajos del 12 Congreso Nacional de Filosofía, realizado en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara.

Por cierto, Vargas Lozano, presidente de la Asociación Filosófica de México e impulsor principal del congreso, recibirá este lunes la Medalla Federico Solórzano Barreto, que es parte del Reconocimiento en Ciencias Sociales y Humanidades.

Este filósofo, investigador de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y autor de libros como Más allá del derrumbe y Qué hacer con la filosofía en América Latina, recibirá el reconocimiento por "su importante trayectoria y contribución al avance del conocimiento y a la formación de investigación en ciencias sociales y humanidades".

Fue un congreso en el que, durante cuatro días, intervinieron unos 400 filósofos e investigadores sociales repartidos en varios coloquios, mesas temáticas y conferencias, y en el que, como si hiciera falta, se hizo evidente la importancia de que los hombres y las mujeres del pensamiento y las ideas se reúnan y discutan.

Las actividades se desarrollaron en el CUCSH, pero la última mesa, en la que aparte de Vargas Lozano participaron Robert Stone, Michael Erler y Andrew Arato, moderados por Luis Villoro, se realizó en un salón de la sede de la Feria Internacional del Libro, inaugurada unos minutos antes.

Preguntas que son luces

Dichos momentos de "mutación histórica" generan muchas interrogantes, que en sí mismas despiertan reflexiones infinitas y algunas de las cuales fueron mencionadas por Vargas Lozano:

¿Cuál es la naturaleza del hombre?, ¿hay una maldad intrínseca, un egoísmo, como decía Hobbes, o existe una bondad originaria, como pretendían Locke y Rousseau?, ¿son las condiciones sociales las que condicionan una u otra actitud, como afirmaba Marx, o existe una lucha entre eros y tánatos, como señalaba Freud?

O también, ¿esta forma de la modernidad basada en la explotación del hombre y de la naturaleza, es adecuada?, ¿cuáles son las consecuencias de difundir, a través de los medios de comunicación masivos, sólo un modelo de desarrollo?, ¿no se ha creado una generación unidimensional y alienada?, ¿qué es el hombre y la mujer hoy?, ¿cuáles son las consecuencias, para la naturaleza humana, de la clonación de seres humanos?

Y más todavía: ¿Qué son y cuáles son los derechos humanos?, ¿es posible su realización o sólo son una ética que aterriza en la realidad?, ¿la pobreza es éticamente aceptable?, ¿cuál debe ser la relación de los hombres con la naturaleza?, ¿de explotación y depredación o, como lo consideran las culturas indígenas, de respeto y armonía?

"En la medida en que la realidad es compleja y diversa caben muchas maneras de entenderla, y pretender explicar la realidad a partir de una sola forma es empobrecedor y podría llevar al doctrinarismo estéril. Ello no quiere decir que estemos predicando un eclecticismo sino tan sólo un llamado a la apertura, al diálogo.

"Un espacio para la sospecha de que el otro también tiene razones válidas que aducir y que su perspectiva (sea analítica, posanalítica, fenomenológica, metafísica, marxista, estructuralista, posmarxista, posestructuralista, historicista, hermenéutica y otras, puede arrojar luces sobre los grandes problemas mencionados."

Al final, Gabriel Vargas Lozano concluyó:

"El desafío de la filosofía para el siglo XXI es doble: pensar la crisis del mundo tratando de encontrar vías de solución y horizontes de sentido a los graves problemas que nos aquejan, y pensar a la propia forma de la filosofía para que pueda seguir siendo lo que ha sido siempre: una reflexión crítica y racional del mundo.''