Siete de cada 10 niños del país sudamericano viven en la pobreza: Unicef

Aprueba el Senado argentino el presupuesto para 2004; más gasto social

Incidentes con desocupados dejan decenas de heridos y detenidos esta semana en Salta y Neuquén

REUTERS Y AFP

Buenos Aires, 27 de noviembre. El Senado argentino aprobó la medianoche del miércoles, en tiempo récord, el presupuesto para el año 2004 sin realizar modificaciones a la versión enviada por la Cámara de Diputados, lo que representa otra victoria para el popular presidente, Néstor Kirchner. La iniciativa prevé un crecimiento económico de 4 por ciento y un fuerte aumento a los recursos destinados a planes sociales y obra pública.

Normalmente el presupuesto es sometido a amplio debate entre los distintos partidos, pero esta vez el peronismo aprovechó su poder en el Congreso y logró una rápida aprobación. Al no haber sufrido modificaciones, el presupuesto quedó listo para ser promulgado por Kirchner, quien tiene facultad para vetar artículos. Sin embargo, el proyecto establece además un superávit fiscal primario, sin tener en cuenta los pagos de la deuda de 3 por ciento del PIB, tal como pactó el gobierno con el Fondo Monetario Internacional.

El presupuesto prevé una inflación de 10.5 por ciento en 2004 y un incremento del gasto de 4 mil 800 millones de pesos para obra pública, planes sociales y educación, que se financiarán con la mayor recaudación fiscal prevista. El presupuesto otorga también poderes especiales al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, para disponer cambios en las partidas sin consultar al Congreso, lo que fue cuestionado por algunos legisladores y políticos opositores.

Un estudio realizado por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y organismos nacionales, publicado hoy, señaló que mil 570 niños ingresan diario a las listas de pobreza, y que siete de cada 10 menores en el país son pobres. En total se calcula que 4.9 millones de niños argentinos son pobres. Como "pobre" el estudio considera no sólo los bajos ingresos de la familia de los menores, sino la exclusión de los mismos de los servicios de salud, educación y otros elementos determinantes para su futuro.

Por otra parte, el ministro del Interior argentino, Aníbal Fernández, aseguró que "los piqueteros (desocupados) tienen que desaparecer, pero no tirándoles una bomba" ni con represión, sino mediante la solución a sus demandas de trabajo y asistencia social.

"Tenemos una política definida que no da resultados inmediatos sino a mediano plazo. No vamos a reprimir. Tenemos bien agarrada la brújula; tenemos claro adónde vamos, Dénnos tiempo."

No obstante, aclaró que los responsables de hechos de violencia irán a la cárcel. "El gobierno estará atento para que no haya más represión. Debe retornar la paz y la tranquilidad a la provincia de Neuquén (sur)", dijo el secretario de la presidencia, Oscar Parrilli.

Graves incidentes estallaron esta semana en esa entidad, cuando desocupados rechazaron la forma de pago de los subsidios que pretendió instalar el gobierno de esa provincia rural y petrolera, gobernada por el regional Movimiento Popular Neuquino (centroderecha).

Otros disturbios ocurrieron en General Mosconi, provincia de Salta (norte), donde desocupados incendiaron instalaciones de la empresa petrolera privada que los dejó sin empleo. El saldo de ambos incidentes fue de decenas de heridos, algunos de bala, y varios detenidos.