México D.F. Martes 18 de noviembre de 2003
Presenta hoy instituto chihuahuense estudio
acerca de los feminicidios en la ciudad fronteriza
Juárez: 321 asesinatos de mujeres en 10 años;
90 crímenes sexuales
El análisis difiere del diagnóstico de
Amnistía Internacional, que contabilizó 370 ejecuciones
JENARO VILLAMIL
En 10 años y medio se han producido 321 homicidios
contra mujeres en Ciudad Juárez, de los cuales 90 son considerados
"crímenes sexuales". Las autoridades clasifican 39 de éstos
como "casos resueltos" y 51 sin lograr la identificación de uno
o más presuntos responsables. "Este es el rubro de crímenes
en que existe el mayor grado de impunidad, exeptuando los relacionados
con el narcotráfico, que constituyen 7 por ciento del total", según
establece el documento Homicidios de mujeres: auditoría periodística,
que este martes será presentado en la ciudad de México por
la directora del Instituto Chihuahuense de la Mujer, Victoria Caraveo.
Profuso en elementos estadísticos, que combina
los registros de la fiscalía especial, del seguimiento hemerográfico
de la organización Casa Amiga, dirigida por Esther Chávez
Cano, y de la base de datos proporcionada por la investigadora Julia Monárrez
Fragoso, de El Colegio de la Frontera Norte, este reporte es distinto al
que dio a conocer en agosto pasado Amnistía Internacional (AI),
que contabiizó 370 mujeres asesinadas, de las cuales "al menos 137
presentan violencia sexual".
Enfoques diferenciados
Las recomendaciones y conclusiones de ambos documentos
también difieren en ciertos enfoques. AI demanda "reconocer y condenar
públicamente las desapariciones y homicidios de mujeres en Ciudad
Juárez y Chihuahua", "efectuar investigaciones prontas, exhaustivas,
efectivas e imparciales", "establecer un mecanismo de búsqueda urgente",
"revisar los procedimientos del Ministerio Público para garantizar
su autonomía e imparcialidad", así como que los servicios
forenses estatales y federales sean independientes y fortalecer el marco
legal para hacer efectiva la figura de la coadyuvancia.
El documento del Instituto Chihuahuense de la Mujer propone
"poner bajo un solo mando operativo los tres grupos de la Policía
Judicial del estado a cargo de las investigaciones de los homicidios",
"diseñar un formato único para el levantamiento de informes
sobre las víctimas", "realizar invariablemente un examen toxicológico
a los presuntos responsables de homicidios de mujeres y otros delitos sexuales",
"elaborar un padrón de infractores sexuales", a partir de las averiguaciones
previas del Ministerio Público, "poner en funcionamiento el laboratorio
de análisis de ácido desoxirribonucleico" -vieja demanda
de las organizaciones ciudadanas-, "integrar un padrón confiable
de las denuncias de desaparición de mujeres", así como crear
"un grupo especial dedicado a la investigación de las desapariciones",
dependiente de la fiscalía especializada.
Entre 1995 y 1998, la mayoría de las agresiones
Según el reporte de este instituto oficial del
gobierno de Chihuahua, "la mayor incidencia de homicidios sexuales se produjo
entre 1995 y 1998, con un promedio de 12 a 15 víctimas por año".
Entre 1999 y 2003 hubo 29 casos, menos de 10 por año.
De acuerdo con la Fiscalía Especializada de Investigación
de Homicidios de Mujeres, existen tres tipos de crímenes sexuales:
"aislados" (cuando hay una sola víctima y uno o más victimarios),
"múltiples" (cuando hay varias víctimas y dos o más
victimarios) y "seriales" (cuando se trata de varias víctimas de
un solo victimario).
El reporte reconoce que no existe tipificación
específica en la legislación penal de Chihuahua para los
"homicidios en serie" o "crímenes seriales", los que más
han atraído la atención internacional.
Basado en la legislación penal chihuahuense, el
documento clasifica otros ocho tipos de móviles en los homicidios
contra mujeres: "pasional" (con 53 casos en los últimos 10 años,
17 por ciento del total), "venganza" (45 casos, 14 por ciento), "riña"
(30 casos, 10 por ciento, y 24 vinculados al narcotráfico, 7 por
ciento), "robo" (22 casos, 8 por ciento), "violencia intrafamiliar" (18
casos, 5 por ciento), "imprudenciales o accidentales" (13 casos, 4 por
ciento) y móviles "desconocidos o indeterminados" (26 casos, 28
por ciento).
Otros indicadores de este documento oficial, que será
propuesto a la Procuraduría General de la República como
base para el manejo de los crímenes contra mujeres en Ciudad Juárez,
establece que:
43 por ciento de las víctimas de los homicidios
sexuales tenían entre 16 y 20 años, y 20 por ciento entre
11 y 15 años.
52 por ciento del origen de las víctimas es considerado
"desconocido", contra sólo 19 por ciento que se clasifican como
originarias de Ciudad Juárez.
35 por ciento de las víctimas de los homicidios
sexuales eran empleadas; de 38 por ciento se desconoce su ocupación
y 13 por ciento, estudiantes.
La mayor incidencia de los homicidios sexuales ocurrió
en 1998, cuando se produjeron 15 casos, mientras que disminuyó a
cuatro en 1999, seis en 2000, nueve en 2001, tres en 2002 y siete en lo
que va de 2003.
Del total de los 321 homicidios documentados, 42 víctimas
no han sido identificadas: son cuerpos de personas hasta ahora desconocidas,
osamentas y fragmentos óseos. En relación con los homicidios
sexuales, existen 20 osamentas y un cuerpo no identificado.
Identifican posible periodicidad de acción
El reporte destaca otra tendencia importante: a partir
de 1995, la mayoría de los homicidios clasificados como "sexuales"
en Ciudad Juárez se han cometido con nueve meses de diferencia:
generalmente han ocurrido entre febrero y marzo, y posteriormente, entre
noviembre y diciembre. Esta tendencia hace presumir la existencia de una
mecánica de los homicidas, según distintas fuentes y observadores.
Los datos proporcionados por la Fiscalía Especializada
de Investigación de Homicidios de Mujeres revelan que entre febrero
y marzo de 1995 ocurrieron seis crímenes, uno de ellos considerado
"sexual" contra Carla Magdalena Contreras, operadora de maquila. En agosto
siguiente se hallaron los cuerpos de Olga Alicia Carrillo Pérez,
tres osamentas no identificadas y Elizabeth Castro García (por este
caso ha sido sentenciado el egipcio Abdel Latif Sharif).
En 1996 la tendencia se vuelve a presentar: en marzo son
hallados los cuerpos de cuatro mujeres no identificadas, y el de Guadalupe
Verónica Castro Pando. Se acusó a la banda de Los Rebeldes
como probables responsables, pero no hay sentencia. Entre noviembre y diciembre
del mismo año aparecen cinco víctimas más, producto
de homicidios calificados de "venganza". Existe sentencia contra Edgar
Omar Sánchez Moreno, Jaime Gilberto Martínez Acosta y José
Luis Larrea Armendáriz.
En marzo de 1997 se produjeron cuatro homicidios, tres
considerados "sexuales" contra Ana María Gardea Villalobos, María
Isabel Haro Pardo y Maribel Palomino Arvizu. En noviembre se hallaron otras
cinco víctimas, de las cuales tres fueron clasificadas como "sexuales"
y dos "pasionales".
En febrero de 1998 hubo nueve homicidios contra mujeres,
cuatro considerados "sexuales", y se hallaron dos osamentas sin identificar.
En 2001 la mecánica es más clara: en febrero aparece el cadáver
de Lilia Alejandra Andrade, uno de los homicidios más importantes,
y en noviembre del mismo año, en un lote algodonero, aparecen ocho
osamentas, de las cuales sólo tres han sido identificadas.
En febrero pasado se hallan los cuerpos de cuatro asesinadas
con lujo de violencia sexual: Lilia Julieta Reyes Espinosa, Violeta Mabel
Alvídrez, Juana Sandoval Reyna y Esmeralda Juárez Alarcón.
No existe ningún probable responsable.
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