México D.F. Lunes 17 de noviembre de 2003
La izquierda está desgastada y no ha
sabido recomponerse, dice la legisladora
En Guatemala el sistema político está
colapsado, asegura Nineth Montenegro
La ausencia de Ríos Montt en el Congreso dificultará
el control de la bancada del FRG, dice
JUAN BALBOA ENVIADO
Guatemala, 16 de noviembre. La diputada Nineth
Montenegro, la mujer más popular no sólo entre la dividida
izquierda guatemalteca, sino también dentro de sectores de la derecha,
no tiene duda de que en Guatemala el sistema político está
colapsado y la izquierda -incluida la ex guerrilla- no avanzará
mientras mantenga liderazgos militaristas, "muy vinculados con la guerra",
pero alejados de la nueva realidad nacional.
"Esos liderazgos militaristas de la izquierda de Guatemala
ya no son actuales ni vigentes, porque aún no se han vinculado con
la nueva sociedad, con la realidad nacional. Ellos (los ex guerrilleros)
se quedaron en la montaña y la guerra, nunca han tenido una propuesta
programática vinculada con la nueva realidad", asegura la legisladora
y dirigente de Alianza Nueva Nación (ANN).
Nineth Montenegro fue la candidata al Congreso de la República
mejor calificada por los electores que votaron el pasado 9 de noviembre.
Gracias a ella, la nueva organización política de izquierda
Alianza Nueva Nación logrará tener 7 diputados en la próxima
legislatura. Gracias al caudal de voto que logró en los comicios,
el fundador de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), Pablo
Monsanto, llegará a pisar el recinto legislativo.
La historia de Montenegro empezó cuando emprendió
la lucha por encontrar a su marido desaparecido. Nineth dio el paso de
activista de derechos humanos, en los años 80, a la política
en 1996, cuando participó como candidata a diputada por el Frente
Democrático Nueva Guatemala (FDNG), junto a Rosalía Tuyu
y Amilcar Méndez, los tres activistas de los derechos humanos.
En entrevista con este diario, la legisladora habla de
la débil y dividida izquierda guatemalteca, se refiere al futuro
del general Efraín Ríos Montt y asegura que el actual presidente
de la república, Alfonso Portillo, deja en ruinas una nación
que apenas empieza a conocer la democracia.
-¿Qué
pasa con la izquierda guatemalteca, se encuentra colapsada?
-Yo diría que el sistema político está
en un colapso total, tanto la izquierda como la derecha. Lo que hoy tenemos
son vehículos electorales, no hay partidos con consistencia y la
izquierda ha venido teniendo mucho desgaste en su lucha contra la impunidad,
contra el militarismo, pero también ha tenido errores porque internamente
no ha sabido rearmarse políticamente, recomponerse, articularse.
"Ha habido pugnas internas por liderazgos que ya no corresponden,
liderazgos muy militaristas, muy vinculados con la guerra, y eso no ha
permitido el desarrollo.
"Los guatemaltecos buscan nuevos caminos. Prueba de que
la gente busca un nuevo liderazgo es lo que pasó en la capital.
A mí no me dieron la oportunidad de ser candidata representativa
de la ANN en el listado nacional, porque no se considera que ésos
sean mis méritos adentro del partido, y entonces me trasladaron
sólo al ámbito del distrito central.
"A pesar de ello, aquí, la ciudad capital me dio
casi el primer lugar, casi a la par del partido que seguramente hará
gobierno; entonces quiere decir que la gente está en busca de liderazgos
más transparentes, más vinculados con la civilidad, menos
militaristas".
-Las elecciones dieron un nuevo mosaico al parlamento,
ya no estará el general Efraín Ríos Montt y tampoco
habrá mayoría absoluta.
-Si bien es cierto no hay aplanadoras, o sea, fuerzas
que se impongan por mayoría simple, sí van a haber tres fuerzas
muy importantes: Gana, FRG y UNE. Hay contradicciones muy fuertes entre
ellos por cuestiones puramente sectoriales o personales, no por intereses
de tipo nacional. Esto, a mi juicio, va a generar ingobernabilidad.
"La ausencia de Ríos Montt, irónicamente,
lejos de ser benéfica va a dificultar más el control del
FRG, porque a pesar de los hechos que se denuncian en contra de Ríos
Montt, que no cabe duda que son ciertos, él mantenía mucho
control sobre su bancada."
-Los resultados de las elecciones del 9 de noviembre ¿son
un parteaguas en la vida política guatemalteca?
-Mire, creo que lo que ha ocurrido en Guatemala refleja
el crecimiento del guatemalteco y el crecimiento de la democracia interna
y la lucha por la democratización política del país.
Es increíble cómo el guatemalteco, por lo menos en la capital,
en más de 60 por ciento acudió a las urnas a votar, pese
a las amenazas de violencia electoral y a las intimidaciones; hubo incluso
un atentado contra un político de la vida nacional.
"La población acudió a votar masivamente
y, algo muy importante, apostó a desterrar un mito (Ríos
Montt), apostó por la civilidad y eso para nosotros, quienes hemos
vivido la violencia del pasado, es gratificante porque la memoria histórica
de un pueblo se empieza a recuperar."
-¿De verdad acabó el mito del general Efraín
Ríos Montt?
-Eso es lo que creo, 18 años después del
inicio de la democracia las nuevas generaciones han madurado, la población
entre 19 y 20 años tiene un criterio muy definido sobre lo que es
civilidad y democracia en nuestro país, y quiero destacar que fueron
jóvenes y mujeres los que fueron a votar y son los que hicieron
el cambio. Eso es verdaderamente notorio, es verdaderamente gratificante,
y demuestra que de la democracia política podemos pasar a la democracia
integral.
-¿Considera que se inicie algún juicio contra
el general Efraín Ríos Montt?
-Yo no dudaría que muchos grupos afectados por
la violencia del pasado inicien acciones en su contra nuevamente, porque
ya ha habido muchas demandas internas y también internacionales.
Yo no creo que sea por venganza, básicamente es por la sed de justicia
que tienen muchos guatemaltecos. En mi caso no encuentro aún los
restos de mi esposo. Y así viven muchos, en la incertidumbre. Sería
muy importante sentar un precedente de equidad y de justicia, pero sí
veo difícil que puedan fructificar; las leyes en Guatemala, el sistema
de aplicación de justicia, aún no está fortalecido,
aún hay temores y difícilmente va a sancionar a un personaje
del pasado que la historia de Guatemala ha sido notable, para bien o para
mal.
Cuando se le pregunta por el gobierno de Alfonso Portillo,
el presidente de la República que habrá de abandonar el poder
en unos dos meses, Nineth Montenegro respira profundo y responde:
"Destruido, destruido. Quiero contarle que antes de la
llegada de Portillo, Guatemala tenía un crecimiento hasta de 5 por
ciento, hoy día no llegamos a los 2 puntos porcentuales de crecimiento
económico. Con el gobierno de Portillo se ha reducido mucho la inversión
nacional y extranjera, crecieron la inseguridad, el crimen organizado,
el contrabando, el narcotráfico, hay mucha apatía y hay un
debilitamiento fuerte de la institucionalidad.
"Lo primero que Portillo hizo, eso no lo vamos a olvidar
nunca los guatemaltecos, una vez llegado al poder, es favorecer a aquellos
amigos que habían costeado su campaña, que eran representantes
de los bancos, los famosos bancos gemelos que habían hecho aportaciones
a la campaña. El Estado tiene que sufragar las pérdidas de
sus errores por más de 2 mil millones de quetzales. La corrupción
es palpable: hubo corrupción, nepotismo, clientelismo, abuso, atropello,
son muchos los temas para contar."
Nineth Montenegro será la jefa de la bancada de
la Alianza Nueva Nación y, muy probablemente, en 2008 sea la primera
mujer que se lance como candidata a la presidencia o vicepresidencia de
la República. La legisladora asegura a La Jornada que las
mujeres guatemaltecas darán muchas sorpresas en el futuro inmediato;
recuerda que fueron las mujeres las que salieron a las calles a protestar
en contra de los militares y tiene la esperanza de que la sociedad, "que
marca el paso de los partidos políticos", obligue a una verdadera
democratización del país y apoyar el avance en política
de la mujer guatemalteca.
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