México D.F. Lunes 17 de noviembre de 2003
El acuerdo no traerá beneficios a los
pueblos, afirma el Nobel Alternativo Walden Bello
El ALCA subordina desarrollo a ganancias de corporaciones
El modelo de globalización económica está
conducido por las grandes empresas, indica
EU trata de ser un poder central que domine a las Américas
para competir con Europa
ROBERTO GONZALEZ AMADOR, JIM CASON Y DAVID BROOKS ENVIADOS
Miami, 16 de noviembre. En la propuesta de integración
del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), el desarrollo
de América Latina, la región con mayor desigualdad en la
distribución de la riqueza, está subordinado, ''en un segundo
plano'', al comercio y a la búsqueda de ganancia para las grandes
corporaciones. Así opina Walden Bello, uno de los intelectuales
más reconocidos del movimiento antiglobalización, luchador
contra la dictadura de Ferdinand Marcos en su natal Filipinas y quien en
tres semanas más recibirá en el Parlamento sueco el premio
Nobel Alternativo.
Miembro de la dirección del Foro Internacional
Sobre Globalización y director ejecutivo de Focus on the Global
South, Walden Bello declara a La Jornada:
''En los países de América Latina el ALCA
sólo es defendido por las elites locales, que están estrechamente
vinculadas a los intereses del capital estadunidense. Para ellas quizá
sí puede haber un beneficio con el ALCA. Pero este acuerdo no traerá
ninguna mejoría para las grandes masas del pueblo''.
El especialista en procesos de globalización explica
que la propuesta de conformar el ALCA -lanzada por Estados Unidos en diciembre
de 1994- es básicamente una extensión del Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN). ''Contiene los mismos principios:
mercados libres, comercio libre, trato nacional a las empresas, libre flujo
de capital, etcétera. Pero, como en el TLCAN, esta propuesta de
crear el ALCA deja en un segundo plano al desarrollo. El desarrollo está
subordinado al comercio y a la obtención de ganancias'', apunta.
La estrategia del acuerdo
-Después
del fracaso de las pláticas de la Organización Mundial de
Comercio en septiembre pasado en Cancún ¿cuál es la
importancia estratégica de un acuerdo como el ALCA?
-Bueno, con el sistema de comercio multilateral mundial
en crisis, el gobierno de Estados Unidos está ahora tratando de
consolidar un bloque económico regional en las Américas,
con Estados Unidos como poder central que domine a economías más
pequeñas a través del libre comercio regional, en competencia
con la Unión Europea y otros bloques regionales emergentes -responde
Bello.
Walden Bello, de 58 años, es uno de los principales
y más respetados críticos del actual modelo de globalización
económica que, en sus palabras, es conducido por las grandes corporaciones.
A lo largo de varias décadas ha combinado el papel de intelectual,
como profesor universitario, escritor y animador de debates, con el de
activista que no escatima correr riesgos. En 1978, en plena dictadura de
Marcos en Filipinas, Bello fue arrestado en Estados Unidos por encabezar
la toma ''no violenta'' del consulado de su país en San Francisco.
Mientras se convertía en un activista por los derechos
humanos y contra el régimen de Marcos, Walden Bello se dio cuenta
de cómo préstamos del Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional servían para mantener al dictador filipino en el poder.
Para documentar el papel de ambos organismos, Bello asumió el riesgo
de introducirse a la sede del Banco Mundial en Washington, de donde extrajo
3 mil páginas de documentos confidenciales que sirvieron de material
para su libro Development Debacle, publicado en 1982, que contribuyó
a hacer crecer el movimiento que expulsó del poder a Marcos en 1986.
Ahora Bello ha viajado a Miami para observar cómo
se desarrolla esta semana la octava ronda de negociación del ALCA,
un acuerdo que según el gobierno de Estados Unidos puede crear la
mayor zona de comercio del mundo, con 800 millones de habitantes en 34
países que tienen un producto interno bruto combinado de 13 billones
(millones de millones) de dólares. La negociación, según
los plazos fijados, debería concluir en 2004, para que el acuerdo
-del que está excluida Cuba- entre en vigor en enero de 2005.
Inevitable, más ventaja para EU
Integrante también de la organización civil
Food First de Estados Unidos, Walden Bello explica a este diario que los
gobiernos, pero sobre todo las sociedades latinoamericanas, no se deben
engañar con respecto a los efectos del ALCA, propuesta por el ex
presidente William Clinton durante la Cumbre de las Américas, celebrada
también en Miami en diciembre de 1994.
''El ALCA, tal como está propuesta, beneficia únicamente
a Estados Unidos y a las corporaciones. Los principios en torno a los cuales
gira la propuesta del ALCA actuarán inevitablemente para dar mayor
ventaja a Estados Unidos'' y no a las sociedades latinoamericanas, añade.
Es un hecho que Latinoamérica, donde se ha aplicado
con mayor rigidez la política de liberalización económica
y financiera impuesta a los gobiernos por los organismos financieros internacionales
durante las últimas dos décadas, es la región con
mayor desigualdad en la distribución de la riqueza, como ha demostrado
el Banco Mundial. Además, un documento de este organismo, publicado
en septiembre, anticipa que los trabajadores de la región verán
en los próximos 10 años un crecimiento de su ingreso menor
al que se dará en los países de Africa al sur del Sahara,
la región con mayor atraso del planeta.
Bello, quien el 8 de diciembre recibirá el Right
Livelihood Award o Nobel Alternativo, asegura que esa tendencia de desigualdad,
de medidas económicas que no benefician a los pobres, tampoco será
revertida con un acuerdo como el ALCA. Incluso puede ser agudizada, añade.
''Para las elites locales de cada país, estrechamente
vinculadas a los intereses del capital estadunidense, sí puede haber
un beneficio con el ALCA. Pero este acuerdo no traerá ninguna mejoría
para las grandes masas del pueblo'', afirma.
-¿Cómo valora la posición de los
gobiernos de Brasil y Argentina, que se han opuesto en alguna medida a
la forma en que Estados Unidos ha conducido hasta ahora la negociación
del ALCA?
-Creo que Brasil y Argentina son ejemplos de que el cambio
social interno en dirección progresista puede tener impacto en la
política económica. Pero esa presión social debe mantenerse
sobre las elites gobernantes.
-Existe la impresión de que después del
fracaso de la OMC en Cancún, para el gobierno de Estados Unidos
lo importante ahora es consolidar su negociación del ALCA. ¿Usted
comparte esta opinión?
-Sí. Esa posición fue articulada por Robert
Zoellick (jefe de las negociaciones comerciales de la Casa Blanca) justo
después de Cancún. Quedó claro que Estados Unidos
busca ahora impulsar acuerdos de libre comercio con países seleccionados
como parte de su estrategia principal. Lo están tomando en serio.
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