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México D.F. Lunes 17 de noviembre de 2003
Gonzalo Martínez Corbalá
El golfo Pérsico y su riqueza petrolera
Se espera que el consumo mundial de energía aumente 58 por ciento entre los años 2001 y 2025. Es decir, que en todo el mundo el uso total de energía aumentará de 404 cuadri-llones de British Termal Units (BTU) en 2001 a 640 cuadrillones de BTU en 2025 (un cuadrillón de BTU equivale a 25.2 millones de toneladas de petróleo), y el más fuerte crecimiento se proyecta para los países asiáticos en desarrollo, en los que la demanda se espera que sea más del doble del periodo considerado de 25 años, y contará con cerca de 40 por ciento del incremento total mundial en consumo de energía y 60 por ciento del incremento para los países en desarrollo solamente. (International Energy Outlook 2003 EIA Energy Information Administration).
Como se podrá observar, por las cifras citadas, el consumo mundial de energía continuará creciendo fuertemente en todo el mundo durante los próximos 24 años, a pesar de que la economía global no ha crecido como pueda desearse en 2002. El crecimiento en los mercados de Estados Unidos fue afectado de manera muy severa por los grandes escándalos corporativos que se presentaron en ese país, principalmente los de las gigantescas empresas Enron y WorldCom, encabezando el escándalo de dimensiones universales con otras, por lo menos 50, que perdieron lo que se llama el "grado de inversión". Se espera que el crecimiento económico a escala mundial se recupere en un plazo corto; no obstante que los conflictos continuos que se agravan con el tiempo -en vez de resolverse- en Medio Oriente, la interminable violencia en Irak -que no logra resolverse después del primero de mayo, fecha en que se dio por terminada oficialmente la guerra-, y la inestabilidad en Venezuela por los movimientos en contra del presidente Hugo Chávez -así como los que se organizan para contrarrestarlos-, han contribuido mayormente a que se mantengan los precios del petróleo en un nivel relativamente alto, la Organización de Países Exportadores de Petróleo ha manejado los mercados de tal manera que se ha mantenido la canasta del precio del petróleo sobre 22 dólares por barril desde marzo pasado.
La dependencia de la economía mexicana a la estadunidense es mayor que la de otros países latinoamericanos, y aunque los altos precios del petróleo de alguna manera han amortiguado los efectos del bajo crecimiento de la economía estadunidense, y los más lejanos de la Unión Europea de todas maneras presentes, de la declinación de su crecimiento, no hay que olvidar que México es importador de gas natural, productos petrolíferos y petroquímicos por más de 3 mil millones de dólares anuales, circunstancia que impide que el beneficio global para la economía nacional por el aumento de los precios del petróleo sea más directo, puesto que de un total de más de 14 mil millones de dólares de exportaciones de petróleo, el monto de las importaciones ya tiene un peso relativo demasiado fuerte, cuyo importe aumenta cuando suben los precios del petróleo de exportación.
Se habla mucho de la sustitución de los energéticos fósiles por las fuentes alternas de energía, como podrían ser la nuclear y la hidroeléctrica, lo cierto es que en cuanto a la primera se espera solamente que tenga, durante el periodo considerado de 25 años, un crecimiento de 0.2 por ciento; en cuanto a la hidroeléctrica se considera que crecerá en el mismo lapso 2.1 por ciento anualmente, por lo que se puede concluir que por lo menos en lo que se refiere a los países en desarrollo (como China, donde la demanda de energía crecerá a razón de 3.9 por ciento o la India -4.8 por ciento-, y en general 3 por ciento como total para los países en desarrollo) que los energéticos fósiles seguirán siendo el principal sustento de la demanda de energía durante los próximos 24 años. Si bien no hay que dejar de considerar que la demanda muestra un desplazamiento muy claro hacia el gas natural, el que por ahora escasea no solamente en México, sino en todo el mundo, Rusia cuenta en la actualidad con 30 por ciento de las reservas e Irán con 15 por ciento, de un total mundial de 5 mil 50l trillones de pies cúbicos.
Lo que también es un hecho que está dando una característica muy especial a estos primeros 25 años del siglo XXI, es que las reservas probadas de petróleo en Estados Unidos, principal consumidor de energía en el mundo, por mucho, muestran fuerte tendencia a la declinación desde los años setenta, en los que alcanzaron su máximo histórico por arriba de 38 mil millones de barriles de crudo al incorporar 10 mil millones de la vertiente norte de Alaska, hasta el punto en que actualmente están en aproximadamente 23 mil millones, con un consumo anual del orden de 7 mil millones de barriles, de los cuales importan en número redondos 50 por ciento, mostrando una fuerte tendencia al aumento de la dependencia del petróleo importado, lo cual preocupa sobremanera tanto al Pentágono como a la Casa Blanca.
Sesenta por ciento de las reservas totales mundiales de petróleo se encuentra alrededor del golfo Pérsico, destacadamente en Arabia Saudita, Irak, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait e Irán, donde se ubican más de 700 mil millones de barriles. Solamente el subsuelo de Irak tiene 112 mil millones de barriles de reservas probadas de petróleo, que es más de cinco veces la cantidad que tiene Estados Unidos. Aunque uno no quisiera pecar de suspicacia, lo cierto es que se explica con más facilidad, y también con más lógica, la incidencia de los conflictos bélicos en el golfo Pérsico más por su riqueza petrolera que por supuestas armas de destrucción masiva que nunca pudieron hasta ahora evidenciarse.
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