México D.F. Lunes 17 de noviembre de 2003
Reducir 50% el gasto corriente del organismo financiero, meta de Mario Laborín
Privatización silenciosa de Nafin; siguen los despidos de trabajadores
Trabajadores acusan al director de utilizar el avión oficial para viajes personales
Ex funcionarios de Bancomer se han incorporado a la institución con altos sueldos
RENATO DAVALOS
Es una privatización silenciosa que empezó con la gestión foxista, denuncian los trabajadores. En el organigrama de Nacional Financiera (Nafin) figuran hoy media docena de altos funcionarios que en 2000 integraban el directorio de Bancomer, entonces propiedad del grupo Monterrey, con Ricardo Guajardo Touché a la cabeza del banco que después pasó a manos mayoritarias de capital español.
Al despido de 800 trabajadores -hay amenaza de concluir la relación laboral con otros 300 esta semana- se contrapone la contratación de 300 empleados de confianza, de los que media docena tiene ingresos mensuales de 200 mil pesos -mayores al salario presidencial-, con bonificaciones fuera de las condiciones generales de trabajo.
A la fecha, Nafin tiene una plantilla de mil 60 trabajadores entre sindicalizados y de confianza. Más de 60 empleados con antigüedades de entre 15 y 20 años que han sido despedidos han entablado demandas ante el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje.
El promedio de la nómina de los sindicalizados alcanza apenas 8 mil pesos, aunque el director Mario Laborín asegure que esa cifra es de 71 mil pesos.
El programa de factoraje -un sistema de alianzas con empresas y entidades públicas del país para "masificar" el crédito a las redes de proveeduría y distribución a "bajo costo"- es una de las fórmulas para consumar ese proceso privatizador hacia finales de esta administración, relataron contadores y empleados financieros de Nafin despedidos recientemente. El Infonavit es uno de las instituciones incorporadas a este proceso financiero.
Los trabajadores también refirieron que Laborín utiliza para su servicio personal un avión de Nafin en el que hace viajes a Monterrey cada semana. Para evitar el escrutinio de Hacienda, dependencia a la que tienen que dar cuenta de la bitácora del avión, el director informa sobre los gastos que genera el aparato en el rubro de "no deducibles" .
Con el fin de ejercer un férreo control informativo en Nafin y evitar fugas de información, desde hace varios meses se contrató a un grupo de hackers, que vigilan el manejo de cada una de las terminales de las computadoras.
En noviembre de 2001, según información del Infonavit, el consejo de administración autorizó que se contratase una línea de factoraje con Nafin. Con ese procedimiento se adelantaron recursos a los desarrolladores para la individualización de créditos destinados a la adquisición de viviendas.
En la fecha de cobro, el Infonavit pagará a Nafin el importe total. De enero a julio, de acuerdo con el Infonavit, se han formalizado 32 mil 537 créditos al amparo del programa, es decir, 21.5 por ciento del total de préstamos que otorgó el instituto.
La historia
Guajardo Touché -yerno de Eugenio Garza Lagüera, patriarca del grupo Monterrey- tenía en su directorio de Bancomer, antes de la venta accionaria a Banco Bilbao Vizcaya, a Mario Laborín Gómez, hoy director de Nafin, como director general de Bancomer. Víctor Manuel Borrás, director actual del Infonavit, era entonces director adjunto de Banca Empresarial, y Héctor Rangel Domene, hoy presidente del Consejo Coordinador Empresarial (C-CE), era consejero delegado.
En abril de 2000 se anunció la venta de Bancomer al grupo Bilbao Vizcaya, con lo que los empresarios regiomontanos se quedaron sin una posición mayoritaria en banco alguno. Adrián Sada dejó Serfin y Jorge Lankenau había abandonado Confía. Hoy Garza Lagüera mantiene una tenencia accionaria minoritaria y Guajardo Touché se mantiene como director de la sociedad crediticia.
En 2002, durante un foro de pequeña y mediana industria en el 2002, Rangel Domene tuvo -ante el presidente Vicente Fox- palabras elogiosas para Laborín e inclusive se refirió a las "prácticas innovadoras" implementadas por éste en Nafin.
En su toma de posesión Rangel planteó avanzar en temas como la permisibilidad de la "inversión privada en todos los sectores hasta ahora reservados al Estado".
Steven Saide Azar, hoy director de Administración de Nafin, era en 2000 director de Administración de Bancomer; Enrique Pérez Montoya, director general de Casa de Cambio del banco hace tres años, ahora es uno de los directores de Nafin.
Pese al discurso foxista de austeridad, la Cuenta Pública 2002, en proceso de dictamen en la Cámara de Diputados, reportó un crecimiento del gasto corriente en ese año de 3 mil 332 millone
Un reporte salarial de mayo pasado reveló las percepciones de 43 funcionarios de primer nivel, incluido el propio Laborín Gómez. Se establece que tiene ingresos mensuales de 200 mil 321.59 pesos. Las percepciones incluyen un "premio por desarrollo" de 107 mil 349 pesos y una nueva partida llamada "sustitución hipotecaria" por 14 mil 296 pesos que carece de legalidad porque no está prevista en las condiciones generales de trabajo, según los trabajadores.
Steven Saide tiene ingresos de 178 mil 21.64 pesos y Federico Patiño, director de Fomento, de 180 mil 983.51 pesos hasta completar la lista que suma 5.2 millones de pesos mensuales.
Ramón Clifford Aznar, coordinador técnico de Nafin, con un salario de 151 mil 369. 09, reportó en su cuenta de cheques 00100348392 del banco Scotiabank en noviembre de 2002 depósitos por 259 mil 745.93 pesos. Ahí existe un movimiento de "pago único" de 40 días de salario por el concepto de "premio por actuación", que una vez amortizados los impuestos llegó a 111 mil 345.76 pesos, que recibió, asimismo, también gran parte de los funcionarios de primer nivel.
Hasta ahora las negociaciones para frenar los despidos han sido infructuosas, señalaron los trabajadores, pese a haber pedido al presidente Fox una audiencia. Hay violaciones flagrantes al contrato colectivo durante tres años, añadieron.
En una entrevista reciente, Laborín Gómez confesó que el empresario al que más admira es Eugenio Garza Lagüera. También dijo que planea reducir en "50 por ciento el gasto corriente". En estos momentos existe un "avance" de 35 por ciento. Este rubro fue en el periodo enero-agoso de 598 millones de pesos, con una plantilla de mil 60 trabajadores.
A los despedidos, añadió, les "ayudamos a buscar trabajo" mediante el programa de franquicias. No estamos despidiendo a "nadie que tenga más de 20 años de servicio". Nos pidieron ser más eficientes, señalan los denunciantes. El reto es disminuir la estructura e invertir en fomento y "no en burocracia". Las contrataciones que hemos hecho han sido con base en "el tabulador del gobierno". Laborín tenía acciones en Bancomer que, aseguró, "las vendí antes de salir". Fue el responsable de arrancar el proyecto de Bancomer en Internet.
Respecto a la eventual fusión de Nafn con Bancomext o "compactación para privatizar", según los trabajadores, Laborín señaló que no podía hacer alusión a esa opción. No tengo la decisión, y si la tuviera "hace mucho que la hubiera mencionado".
Trabajadores despedidos precisa- ron que el personal contratado en la gestión de Laborín asciende a 300, entre los que se encuentran cinco directores generales adjuntos, 19 de área, tres regionales, ocho estatales, uno de zona metropolitana, 50 expertos funcionarios y 45 asistentes.
En contraste, los puestos de base en 2001 ascendían a mil seis con un costo mensual de 6.4 millones de pesos. Para junio de 2003 la cifra fue de 567, cuyo costo en nómina es de 4.4 millones de pesos. El camino está trazado para avanzar en la privatización, advirtieron trabajadores despedidos y en activo.
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