México D.F. Lunes 17 de noviembre de 2003
Desconoce el gobierno el plan de trabajo 2001-2006, avalado por él mismo hace dos años
El Colegio de Posgraduados gasta 1% del presupuesto de Sagarpa
Conacyt le reconoce niveles de excelencia en investigación, realizada por 600 profesores y mil estudiantes Su desaparición cancelaría 21 planes de acción e importantes estudios
ANGELICA ENCISO L.
Hace apenas dos años, el Colegio de Posgraduados fue reconocido como centro público de investigación y presentó el plan de trabajo 2001-2006, que fue avalado por el gobierno federal; ahora, para ahorrarse 400 millones de pesos -alrededor de uno por ciento del presupuesto de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación- se anunció su liquidación en la iniciativa de presupuesto de egresos, con lo que se cancelan 21 planes de acción y cientos de investigaciones en proceso.
Cerca de 600 profesores y mil estudiantes realizan cotidianamente trabajos de investigación agropecuaria para resolver problemas que van desde el llamado virus de la tristeza de los cítricos, el mejoramiento del maíz, la genética en las variedades silvestres, hasta la conservación de la cactácea biznaguilla, originaria de Tamaulipas, extinta en el campo y que sólo existe en los invernaderos del colegio.
Nulo interés gubernamental
A pesar de estar considerado en niveles de excelencia por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el Colegio de Posgraduados se encuentra en riesgo de desaparecer con sus laboratorios en las seis unidades, localizadas en Texcoco, Puebla, San Luis Potosí, Tabasco y Veracruz, donde cada estudiante con su proyecto de tesis busca resolver problemas que se manifiestan en el agro.
Además, Agrociencia, publicación oficial de este centro de estudios, está considerada dentro del Indice para la Información Científica, y cuando el número de revistas de América Latina incluidas en él no llega a diez, además de que 63 por ciento de los 600 especialistas del colegio forman parte del Sistema Nacional de Investigadores, explica su editor, Said Infante.
Al gobierno federal no le interesan el rescate ni la recuperación del campo mexicano; tampoco el impacto que estas medidas tendrán a escala internacional, ya que las instituciones que intenta desaparecer cuentan con fuerte presencia en el extranjero por los convenios de investigación y docencia con instituciones de educación e investigación agrícola de otros países, señala la estudiante Cristina Martínez.
''Esta propuesta parte de la ignorancia y el desprecio por la investigación agrícola y por el papel que juega el conocimiento emanado de las instituciones públicas; el gobierno desestima el desarrollo de las actuales investigaciones emprendidas por los investigadores del colegio'', agrega.
Después de la sorpresa de ver que en la iniciativa gubernamental de presupuesto de egresos, 17 centros e institutos de investigación serían cancelados, entre ellos el Colegio de Posgraduados, profesores y estudiantes buscan la forma de conservar este centro para mantener las investigaciones que desarrollan en favor del campo mexicano.
Said Infante dice en entrevista que aunque el gobierno desmantele las instituciones relacionadas con los campesinos, éstos seguirán ahí. ''Es la parte más golpeada y no se entiende que sin el sector primario no puede haber desarrollo.'' Recuerda que la investigación agrícola se remonta a la segunda mitad del siglo XIX, y que el año próximo la Universidad Autónoma Chapingo cumplirá 150 años. ''En la segunda mitad del siglo pasado se fundaron instituciones como este colegio y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, también en liquidación'', y destaca que entre las principales tareas del colegio está la formación de recursos humanos que ahora andan dispersos en el gobierno, sector, privado y varias universidades.
En México, los investigadores agrícolas estudiaron en el Colegio de Posgraduados e incluso vienen alumnos extranjeros y de universidades nacionales, dice por su parte Jaime Matus, del programa de posgrado en economía. Recuerda que aquí se creó el Plan Puebla, de transferencia de tecnología, que tuvo gran éxito; asimismo se formó gente que opera programas gubernamentales para el agro en distintas dependencias.
Investigaciones en proceso
Actualmente el centro genera 60 millones de pesos de recursos propios por convenios de investigaciones realizadas a petición de las secretarías de Agricultura, de Medio Ambiente y de Salud, además de organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico y el Fondo de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.
Entre los proyectos que desarrolla hay varios sobre maíz, entre ellos el de mejoramiento genético para obtener una harina de alta calidad industrial y nutritiva, el cual se fundamentó en que el mercado de la tortilla en el país es de alrededor de 10 millones de toneladas anuales, lo que equivale a un consumo per cápita de 122 kilogramos, por lo que se buscan estrategias con el empleo de aditivos para obtener textura y color, sin dejar de lado altos rendimientos, adaptibilidad y valor nutricional.
Otra línea de investigación sobre este maíz es el mejoramiento comunitario, mediante el cual se hace una selección de granos en las comunidades, entre campesinos e investigadores, para que con las mejores variedades se forme una sintética que el campesino podrá guardar y emplear durante varios años, con lo que se reducen costos y dependencia de fuentes externas.
Además se realiza un estudio para acabar con el virus de la tristeza en los cítricos, trabajo que requiere siete años, y a ocho meses ya existen avances sustanciales, con lo que el agricultor podrá tener plantas cuyo desarrollo sea en tres o cuatro años y no en ocho, como normalmente ocurre. En México, tan sólo de limón persa hay 500 mil hectá-reas plantadas en 14 estados.
Por su parte Alfredo Hernández Livera, quien dirige el proyecto de Aprovechamiento de Cactáceas, dijo que aunque México está reconocido mundialmente como megadiverso en cuanto a esas plantas y tiene 925 especies registradas, de las cuales 257 están incluidas en la norma oficial mexicana 059, como en peligro de extinción, aquí es un recurso poco estudiado.
Esas plantas tienen importancia medicinal, artesanal, místico-religiosa y como forraje; inclusive hay especies aprovechadas en Vietnam, Israel y Guatemala, donde les dan uso frutícola; la mayoría proviene de México. Recuerda que en 1997 se descubrieron dos nuevas especies, en Guanajuato y Coahuila, las cuales no están estudiadas y están amenazadas, ya que las poblaciones son muy escasas. Pero además en los invernaderos del colegio hay la especie conocida como biznaguilla, originaria de Tamaulipas y prácticamente extinta; sólo aquí se encuentra y se busca preservarla, detalla.
También el colegio es pionero en el trabajo de mujeres y género, ya que el programa de Mujeres en el Desarrollo Rural comenzó hace 20 años en la sede de Puebla, y cuenta con trabajos reconocidos a nivel internacional, explicó Emma Zapata, coordinadora del proyecto.
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