México D.F. Viernes 14 de noviembre de 2003
El politólogo italiano alerta que detrás
del proyecto bélico hay un plan biopolítico
Desempleo y migración, saldos de la guerra contra
el terrorismo: Toni Negri
Ya no se criminaliza a las ONG sino sus actividades,
se denuncia en el Foro Social Europeo
JUAN AGULLO ESPECIAL PARA LA JORNADA
Paris, 13 de noviembre. Ayer, el politólogo
italiano Toni Negri levantó al público de sus asientos. De
pie, micrófono en mano y con retórica encendida, fue desgranando
sus argumentos en una de las 11 sesiones del Foro Social Europeo (FSE).
"Hay un proyecto constitutivo detrás de la guerra (contra el terrorismo).
El capital pretende revertir las relaciones sociales. Por eso se trata
de un conflicto biopolítico: porque tiene que ver con la articulación
cotidiana de la vida". En otras palabras: la guerra no sólo tendría
lugar en Irak, sino "en el desempleo y en la migración; en la política
antiterrorista y en la información". "Hay múltiples campos
de batalla..." El público aplaudía a rabiar...
Afuera
se apiñaba gente que todavía quería entrar en la enorme
carpa blanca en la que se celebraba el acto, junto al Stade de France.
Adentro, Negri hablaba de que a la guerra ya sólo cabe combatirla
con la paz ("con una desobediencia civil y pacífica"...). Afuera
llegó a haber escenas de tensión. Muchos se sentían
frustrados: las cuatro sedes del FSE están bastante distantes entre
sí. En cada sede, además, hay varias subsedes. Costaba trabajo
encontrar esos teatros, mercados, edificios públicos y carpas que
se extienden, cual caracoles, por la periferia de esta capital.
A los participantes -llegados desde más de 60 países-
se les ve ávidos de aprender, de escuchar, de proponer. En la sesión
plenaria que inauguró el FSE en Saint-Denis los mayores y más
calurosos aplausos se los llevaron dos soldados, un estadunidense y otro
israelí. Ambos hablaron de paz. Sidiki Kaba, de la Federación
Internacional de los Derechos Humanos, habló de guerra; más
bien, de sus consecuencias: la negación de servicios públicos
y derechos sociales básicos. Y, sobre todos, de uno: la imposibilidad
de que los pueblos tengan acceso a explotar sus propios recursos naturales.
Del anticomunismo al antiterrorismo
En los talleres temáticos también se habló
de guerra y paz. En el que se ocupa de analizar las nuevas formas de represión,
sus participantes evocaron el carácter sustitutivo del antiterrorismo
actual con respecto al anticomunismo de antaño. "Imagínense
que en el informe que la procuraduría -francesa- hizo de lo de José
Bové (destrozar un McDonald's) se hablaba de que constituía
una forma de terrorismo", recordó el abogado De Felice. Además
-inquirió un participante anónimo- "hay que tener muy presente
que la estrategia de la represión ya no pasa por criminalizar a
las organizaciones sociales sino sus actividades."
Por eso De Felice propone atacar por la retaguardia. Aun
reconociendo que el problema es político, arguye que la lógica
antiterrorista actual deja abiertos numerosos flancos en el ámbito
jurídico: "defender el estado de derecho se va a terminar convirtiendo
en revolucionario". Junto al taller sobre la represión, en Bobigny,
hay uno sobre migración. Allá comparten la preocupación
jurídica pero a su manera: "el concepto de ciudadanía debería
ser sustituido por algo que remita a civilización, es decir, por
algo que desligue la nacionalidad del nacimiento, de la raza y de la propiedad",
plantea Anna María, participante italiana.
La discusión no es en absoluto bizantina, pues,
en estos momentos los jefes de Estado y de gobierno debaten la futura constitución
europea y, por tanto, un nuevo concepto: la nacionalidad europea. Ahí
empieza la cadena: hablar de nacionalidad es hacerlo de derechos y hacerlo
de derechos, de leyes. Uno de los problemas que se está planteado
en el FSE es cómo posicionarse ante la ley. ¿La injusta es
la que no es fruto de la participación? ¿La que reprime?
¿Ambas? Las respuestas no están claras: hay mucho debate
-social y político- de fondo. En estos días París
es -como dice una pinta- la "República de las mil voces".
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