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P O L I T I C A
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México D.F. Viernes 14 de noviembre de 2003

Luis Javier Garrido

La embestida

El debate que se ha abierto en México por la embestida de Los Pinos en contra del Poder Legislativo es sobre definir si en el futuro inmediato el Congreso va a representar a la nación o si va a ser un instrumento de los intereses de las multinacionales, como pretende Vicente Fox, quien habla como personero de éstas.

1. El escenario que se está viendo en este 2003 es el de un claro embate de Fox contra el Congreso para lograr por la vía de la compra de votos y de las amenazas que le aprueben la privatización del sector eléctrico y lo que queda de la industria cinematográfica, así como un paquete fiscal y un presupuesto que constituyen una declaración de guerra contra el pueblo.

2. El Congreso mexicano está quedando de tal suerte en entredicho, pues aparece como una instancia subordinada a través del Ejecutivo a los intereses trasnacionales. Los diarios informan todos los días de las componendas que se efectúan para que los legisladores voten como Fox quiere, y así aparece Carlos Salinas cabildeando con legisladores del PRI y del PT, Elba Esther Gordillo entrando y saliendo de Los Pinos y la Presidencia organizando hasta la comparecencia de priístas neoliberales en los medios.

3. El desastre del país, se olvida, se debe en buena medida a que a lo largo del régimen priísta los legisladores (que en su casi totalidad eran del PRI) votaron obedeciendo al Ejecutivo por "disciplina de partido": es decir, a ciegas y sin preocuparse en revisar la iniciativa que iban a aprobar. Y la exigencia de Vicente Fox al Congreso es hoy en día que diputados y senadores le aprueben lo acordado en arreglos cupulares, votando no sólo en contra de sus principios (en el caso de priístas y perredistas) sino a ciegas y a mano alzada. Los diputados del PAN, que desde los años 90 tienen una disciplina de corte franquista, se opusieron así en 1999 por disciplina partidista a la pretensión de Zedillo de privatizar la industria eléctrica, y hoy, también a ciegas, aprueban dicha privatización, porque la propone Fox y sin tener argumentos para ello.

4. El diputado panista Germán Martínez, que habla y actúa como lo hacían los jefes de las juventudes de la falange española, se jactaba así en el Canal 40 de que ningún diputado del PAN votaría en este periodo contra las iniciativas de Fox (12 de noviembre). Es decir, que asume que los diputados panistas no representan a la nación sino al Ejecutivo y a la cúpula panista y sus componendas (como acontecía en el régimen priísta), y que, carentes de una visión de Estado, por "disciplina de partido" están una vez más dispuestos a votar en contra de los intereses de la nación y de los derechos del pueblo mexicano (como lo hacían los priístas) y haciendo a un lado la Constitución, para lograr que Fox pueda entregar a las trasnacionales lo que les ofreció en su campaña.

5. El Congreso mexicano ha sido secuestrado por los intereses más oscuros, y puede en consecuencia seguir actuando contra la nación, como lo hizo en 2001 en la contrarreforma indígena y lo han hecho los diputados cada año en el voto del presupuesto y de la Ley de Ingresos. Y ello se debe a su escasa representatividad, a su sometimiento al Ejecutivo por el control que ejercen las cúpulas partidistas sobre el voto de los legisladores, y por esas prácticas de votar a ciegas, al vapor, "en paquete" y a mano alzada, sin importar que esto se haga en contra de los principios y de los ofrecimientos de campaña.

6. El escándalo generado por la integración del Congreso General del IFE con empleados partidistas y mapaches del PAN y del PRI, que se repartieron alegremente el pastel del organismo electoral (31 de octubre), se ha agravado en los últimos días precisamente porque entonces nadie conocía el currículum de los designados, y mucho menos los legisladores, que votaron a ciegas. Y son ahora los medios los que han ido descubriendo que tras el perfil oscuro de los elegidos se esconden más personas que no reúnen los requisitos constitucionales, y aunque ante la crisis moral existente nadie se ha sorprendido al revelarse que el consejero Rodrigo Morales, propuesto por el PAN, pretende burlarse de la Constitución ya que no posee el título profesional exigido por el artículo 41, y que por lo menos dos de los consejeros suplentes son empleados de la Fundación Rafael Preciado Hernández, del PAN (El Independiente, 10 y 13 de noviembre), no hay más salida que reponer todo el procedimiento o asumir que se tienen instituciones electorales ilegítimas.

7. Las decisiones del Congreso o de alguna de sus dos cámaras pueden ser anticonstitucionales por el fondo de lo aprobado (y en el caso del IFE lo son de manera muy clara), pero también por la forma (como también aquí ocurrió). Y mucho más grave sería si las cámaras pretendiesen privatizar lo que no se puede privatizar por mandato constitucional, lo que es de la nación, como las industrias petrolera y eléctrica, o dictar impuestos ilegítimos contra el pueblo de México con tal de exentar de ello a los grandes empresarios, pues lo anterior está situando a las instituciones formales del país como instancias de violación de los derechos de la nación: en la más absoluta ilegitimidad.

8. La disyuntiva que se abre entonces es muy clara, pues el pueblo mexicano sabe que ante una decisión contraria a los intereses nacionales puede reivindicar sus derechos por todos los medios.

9. La pretensión de Fox de privatizar los Estudios Churubusco, que son un patrimonio nacional, el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) y el Instituto Mexicano de Cinematografía, o de gravar los libros, no constituye por ello únicamente un atentado a la cultura, sino contra la nación. Y por lo mismo, si los legisladores asumen que no son los representantes de la nación y actúan en nombre de intereses ajenos, corresponde a la sociedad defender, como lo está haciendo, y por todos los medios, este patrimonio.

10. Las comunidades deben defender al país desde su propia trinchera, al defender sus propios derechos. Y como siempre, la responsabilidad de la violencia ha de ser de quienes la provocan al actuar de espaldas a la historia y a su país.

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