.. | México D.F. Domingo 9 de noviembre de 2003
Korn, Mudvayne y Apocalyptica completaron la
noche
Marilyn Manson ofició ceremonia sexometalera
en el Foro Sol
JORGE CABALLERO
Miles de hordas de religiosos creyentes se dieron cita
en la ceremonia metalosa que ofició el reverendo Marilyn
Manson y los acólitos Korn, Mudvayne y Apocalyptica la noche del
viernes en el Foro Sol. Una velada intensa donde el maligno resultó
exactamente uno de los mejores espectáculos rock/performance
de los que se tenga memoria en estas tierras de Dios: sodomizó a
una robot con la cabeza cercenada, hubo una fellatio detrás
de una mampara, introdujo el micrófono por el recto de una de sus
modelos y cantó unas coplas desde ese santo orificio y, por supuesto,
hubo mucho rocanrol con el pedimento/escarnio: "eleven una pleglaria porque
no estoy en Monterrey". Por su lado, Korn, Mudvayne y Apocalyptica hicieron
lo propio complaciendo a sus respectivos fieles/seguidores/fanáticos.
Las puertas del Foro Sol se abrieron desde las tres de
la tarde y desde esa hora comenzaron a llegar los distintos grupos de mozalbetes:
punks, darks, góticos y demás banda oscura, primitivos modernos,
metaleros con mohawks, spikes, cabellos teñidos multicolores; con
sus playeras de clubes de futbol, maquillados perfectamente a lo Manson
y lo Mudvayne o con falda a lo Jonathan Davis, de Korn -se vio a un chico
que sacó su falda tableada tipo escocés y se la puso ahí
mismo, después se quitó el pantalón y se introdujo
al mosh pit-; otros más, ataviados con la playera de su banda
favorita, uno en particular, Sebastián, portaba una de Mick Jagger,
el muchacho fue directo y dijo: "Vengo a que me la rompan, pero vine por
ver a Korn", que por cierto fue la banda por la que se pagó la mayor
cantidad de localidades y que por obvias razones gozó de más
seguidores en esa noche de Luna casi llena, que serpenteó lentamente
el cielo durante la celebración. A las 18 horas el inmueble estaba
a 40 por ciento de su capacidad y así inició la tocada.
Inmediatamente
cuando salieron los finlandeses de Apocalyptica todos comenzaron a mover
la mata haciendo headbaning, este trío de chelos ahora le
imprimió más potencia con una batería. Mientras trascurría
su presentación se fue disipando el miedo que tenían algunos
de los que saben, de que los irreductibles chamacos los bajaran por la
diferencia musical que tenían con el resto de bandas; pero la potencia/embrujo
de los chelos y el aferramiento de los rude kids, que llegaron a
tomar las barras desde temprano dispuestos a pasársela bien, lograron
que la banda saliera airosa y hasta otra les pidieron. Apocalyptica tocó
11 canciones y por supuesto los cover a Metallica por los que se
hicieron famosos fueron los más aplaudidos.
Después tocó el turno a los de Mudvayne
quienes se presentaron sin maquillaje de pandita ni de extraterrestres
con los que se les ubica visualmente; a partir de ahí la fiesta
metalera no dejó respiro a sus fanáticos. El grupo de los
otrora freaks salió con look posgrunge, que para los
románticos ochenteros sería pospospunk y tocaron 10 rolas.
Antes de que saliera Marilyn Manson, algunos dechongados
opinaron: "Esperamos un pinche desmadre masivo, ¡más rocanrol!,
y ¡más metal!'' Y se les cumplió, pues inmediatamente
que salió Manson, el mosh pit alcanzó un nivel infernal,
en todos los sectores del Foro Sol el público se movió al
ritmo que Manson tocó.
El reverendo salió al escenario reforzado
con un buen juego de luces y parafernalia escénica: largas cortinas
con las siglas MM adornando arcos de castillo medieval, gélidos
zombis tocando tambores frenéticos, modelos etéreas mitad
cadáveres mitad humanas tocando y derramando lascivia negra y lésbica.
Parafernalia con un Manson inflable con orejas de Mickey Mouse de 15 metros,
brazos extendidos/prolongados interviniendo el cuerpo del performer
Manson y deconstrucción musical/estética en el escenario,
para metamorfosear/reinventar el concepto de lo que debe ser un concierto
de rocanrol a lo largo de 70 minutos y 14 rolas.
Los ánimos estaban en su punto apoteósico.
Los fanáticos de Korn que le gritaron procacidades a Manson estaban
felices porque seguía su banda y los fanáticos de Manson
resultaron más tolerantes, pues se quedaron a ver a Korn y disfrutaron
las anteriores bandas. Al salir Jonathan Davis y compañía
se extrañó el concepto visual de la banda anterior, pero
por la música no hubo falla, los chicos brincotearon y coreraron
sin el mismo ánimo que al inicio de la jornada metalera, pues ya
se les veía cansados y algunos de plano se echaron al piso antiinflamable.
Korn se despachó con 16 temas en 70 minutos.
En resumen, fue una noche sin descolgones a la plancha
del inmueble porque la policía resguardó ferozmente los postes
por los que los muchachos acostumbran bajar para estar más cerca
de su banda. Un concierto donde el agandalle policial se hizo patente por
la intolerancia mostrada a los fieles a la celebración, desde sacar
"al que está locochón" hasta quitarle sus boletos de entrada
a dos chicos por razones que no pudieron explicar. Pero que a pesar de
los imponderables predominó el buen rocanrol; con un colofón
donde todos los asistentes se fueron felices con las actuaciones de todas
las bandas.
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