Grupo de extrema derecha intenta sabotear encuentro del mandatario con migrantes

Termina sin acuerdos la primera etapa de la gira foxista por Estados Unidos

Presentan legisladores de ese país al Presidente un proyecto para trabajadores temporales

JUAN MANUEL VENEGAS ENVIADO

Phoenix, 4 de noviembre. Sin ningún compromiso de las autoridades de Arizona respecto a los tres temas que más preocupan a los trabajadores mexicanos radicados aquí, la inseguridad y la violación de los derechos humanos; la aceptación de la matrícula consular como documento de identificación oficial, y acceso a licencias de conducir, terminó la primera etapa de la gira del presidente Vicente Fox Quesada por tres entidades del sur de Estados Unidos.

Y la gente, que en miles se concentró en la Plaza Cívica de Phoenix para recibir al mandatario mexicano, se quedó con las ganas de escuchar el encendido discurso con que Fox se presentó ante los migrantes cuando tomó posesión. La negociación de un acuerdo migratorio con Estados Unidos puso a todos "con los pies en el suelo" (Fox dixit).

Por si fuera poco, el asesinato de cinco connacionales en la comunidad de Casa Grande, este martes por la mañana, terminó por convertirse en punto de referencia obligado de los temas de la agenda foxista, que no se pueden evadir en público pero que tampoco se pueden cumplir. Máxime cuando aquí, en Phoenix, aparecen grupos de extrema derecha, auténticos terroristas, contra la seguridad de los trabajadores mexicanos. Grupos que, según acusan los connacionales, son alentados por el congresista republicano por Arizona, Randy Graff, para presionar a las autoridades locales y hacer fracasar cualquier intento por mejorar las condiciones jurídicas y laborales de los mexicanos.

Hoy, unos 40 de esos terroristas se aparecieron en la Plaza Cívica de Phoenix para intentar sabotear la reunión de Fox con los migrantes. Con insultos, tanto para el mandatario como para todos los mexicanos, estos sujetos se dicen "dueños de la frontera".

El inicio de la gira

Fox llegó a la capital de Arizona este martes por la mañana. Sus actividades empezaron propiamente en el aeropuerto, donde fue declarado huésped distinguido de Phoenix por el alcalde Skip Rimzsa. Posteriormente tuvo una reunión privada con la gobernadora del estado, Janet Napolitano.

De esta entrevista, al término, Fox destacó que lo más importante fueron las propuestas de desarrollo regional y de intercambio entre Sonora y Arizona; entre ellas, convertir a Guaymas en puerto de entrada de productos del Pacífico hacia Estados Unidos, con la idea de que sean inversionistas estadunidenses quienes desarrollen la infraestructura carretera que se requiere para llevar a cabo el plan.

Sobre el problema migratorio, Fox reconoció que hubo coincidencia en señalar que Arizona se ha convertido en punto "muy complicado y muy violento" para los trabajadores mexicanos. No obstante la aceptación, lo único que quedó claro es que en adelante seguirán las reuniones con líderes comunitarios, senadores y congresistas para intentar encontrar mecanismos que eviten más muertes de connacionales en este cruce.

Y el diálogo, ese que tanto se pregona, tuvo una pequeña muestra este martes. Los representantes Jim Kolbe y Jeff Flake presentaron a Fox el esbozo de un proyecto para trabajadores temporales que, en caso de aprobarse, implicaría la aceptación de Estados Unidos de dos visas: una para trabajadores, sobre todo del sector agrícola, que viven fuera de este país.

Para este caso los trabajadores serían contratados 14 días, y si durante ese periodo ningún ciudadano estadunidense reclama el puesto, el migrante automáticamente tendrá derecho a renovar su visa hasta tres años.

El segundo tipo de visado implicaría entregar el documento a los trabajadores que hayan ingresado a Estados Unidos antes del primero de agosto de 2003. Previo pago de mil 500 dólares, estos trabajadores tendrían asegurada su permanencia en Arizona los tres años siguientes a su aprobación. Sin embargo, así como se oyeron estas posiciones conciliatorias, también se escucharon las de otros representantes de Arizona que, en su encuentro con Fox, advirtieron que el trabajador indocumentado "debe ser tratado como delincuente, por la sencilla razón de que su estancia en el país es ilegal", según reseñó la diputada perredista Amalia García, quien junto con la senadora del PRI Silvia Hernández acompaña a Fox en estos encuentros con legisladores estadunidenses, en un intento por acercar posiciones entre los gobiernos de los estados fronterizos para dar garantías jurídicas y laborales a los trabajadores mexicanos.

Frente común contra los productos chinos, propone Napolitano

Luego de sus encuentros con la gobernadora Napolitano y legisladores, Fox estuvo con representantes de la comunidad empresarial de esta entidad, en la que promovió a nuestro país como centro "muy atractivo" para los inversionistas extranjeros, y manifestó su confianza en que al finalizar este año la economía mexicana registrará un importante crecimiento, como consecuencia de la reactivación que muestra la economía estadunidense.

Más tarde, Fox y Napolitano ofrecieron una conferencia de prensa, en la que nuevamente salieron a relucir las declaraciones tendientes al interés de ambos por encontrar mecanismos que den certeza jurídica y laboral a los mexicanos que en este estado hoy representan alrededor de 35 por ciento de la población total. Pero ningún compromiso en concreto por parte de la gobernadora sobre las demandas de seguridad y respeto de los derechos humanos de los migrantes; aceptación de la matrícula consular como documento oficial, y acceso a la licencia de conducir.

Eso sí, el anuncio de la gobernadora de que propondrá al Congreso de su país la creación de una franja económica con México que les permita hacer frente a la creciente presencia de productos chinos en la región y a las prácticas desleales del libre comercio.