México D.F. Miércoles 5 de noviembre de 2003
Señala la conveniencia de que se extienda
a otras entidades del país
Avala Frenk el Modelo Hidalgo de atención en
salud mental
Representa una salida para enfermos que carecían
de alternativas, sostiene el titular de la Ssa
El gobernador Núñez Soto afirma que los
costos son similares a los del esquema asilar siquiátrico
ANGELES CRUZ ENVIADA
Pachuca, Hgo., 4 de noviembre. Los pacientes ya
esperaban al secretario de Salud, Julio Frenk Mora. Algunos lo saludaron
de mano: "¡qué pasó, Julio!", y otros más le
pidieron que el llamado Modelo Hidalgo de atención en salud mental
se extienda a otros estados, "porque es el único mediante el cual
recibimos trato de gente", dijo Porfirio, quien a causa de la esquizofrenia
ha estado bajo tratamiento durante 15 años.
Frenk
estuvo hoy, por primera vez, en las casas de medio camino y en la
Villa Ocaranza, las cuales desde el año 2000 sustituyeron al Hospital
Siquiátrico Campestre Fernando Ocaranza, el mismo donde durante
32 años vivieron cientos de enfermos mentales en condiciones infrahumanas
y sin posibilidades de reincorporarse a la sociedad.
En poco más de dos horas, el funcionario recorrió
las dos casas de medio camino y la villa, para luego afirmar que
el Modelo Hidalgo es un esquema novedoso que ofrece una alternativa real
para superar los sistemas asilares. Comprende una visión integral
de los aspectos preventivos, de atención médica, curación
y readaptación social, inclusive para los enfermos crónicos.
Representa, agregó, una salida para los enfermos
que hasta antes de 2000 carecían de alternativas. Aunque mencionó
que también existen "otras innovaciones muy valiosas", Frenk Mora
estuvo de acuerdo en que los legisladores que lo conozcan compartirán
la idea de que invertir en la extensión del Modelo Hidalgo a otras
entidades federativas sería la mejor manera de utilizar los recursos
económicos destinados a la salud.
La gira de trabajo por esta entidad tuvo como única
finalidad conocer personalmente el Modelo Hidalgo, impulsado por Virginia
González Torres, directora de Rehabilitación de Enfermos
Mentales de la Secretaría de Salud (Ssa), quien desde el inicio
de la actual administración ha señalado la necesidad de fortalecer
el programa. Inclusive ha organizado manifestaciones frente a la secretaría
para hacerse escuchar. Al llegar a la Villa Ocaranza, Pola, una de las
internas, le reclamó al secretario porque "estuve en México
y no saliste a verme".
Hasta ahora, González Torres no había recibido
una respuesta clara, primero del ex comisionado nacional contra las Adicciones
Guido Belsasso, y tampoco del secretario Frenk. Uno de los argumentos ha
sido que el Modelo Hidalgo sería parte de un plan maestro en el
que se incluirían diversas alternativas, y el otro que su aplicación
es muy costosa.
Sin embargo, hoy, el gobernador de Hidalgo, Manuel Angel
Núñez Soto, despejó esta duda al afirmar que el costo
de este novedoso esquema de atención es igualmente caro que el sistema
asilar: 702 pesos por cada día/cama. Es decir, explicó, el
costo de operación equivale a 6 millones de pesos al año.
Lo fundamental es la recuperación de la gente, que vuelven a trabajar
y recuperan su dignidad como seres humanos, apuntó.
El Modelo Hidalgo, que eliminó el sistema asilar
del hospital siquiátrico Ocaranza, comprende en su fase operativa
dos casas de medio camino, en las que viven 34 personas independientes
y responsables de su aseo personal y del cuidado de su ropa. Asisten a
talleres para aprender algún oficio y algunos ya lo practican como
artesanos o panaderos. Los productos se venden en un local ubicado en la
parte frontal de los predios donde habitan.
"Al principio -comenta uno de los empleados- los vecinos
nos tenían miedo, pero ahora vienen a comprar lo que vendemos y
hasta platican con nosotros". Otros pacientes más adelantados en
su rehabilitación trabajan fuera de la casa y en el mediano plazo
podrán, igual que lo han hecho cuatro enfermos, reintegrarse totalmente
a la sociedad.
En la villa, situada a un costado del viejo hospital,
se encuentran los enfermos crónicos y otros que con un tratamiento
clínico integral son preparados para mudarse a la casa de medio
camino. La diferencia para todos es que aquí los internos disfrutan
de jardines, una casa acondicionada como cualquier vivienda "normal", con
sala, comedor, cocina, recámaras, baños, televisión
y teléfono.
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