México D.F. Miércoles 5 de noviembre de 2003
Incorrecto, entregar la operación de
la paraestatal mediante los CSM, considera
Francisco Rojas: debe cederse a Pemex autonomía
presupuestaria y fiscal o su deuda será inimaginable
ROBERTO GARDUÑO Y ENRIQUE MENDEZ
El gobierno federal está obligado a ceder la autonomía
presupuestaria y fiscal a Petróleos Mexicanos (Pemex), porque de
lo contrario el nivel de endeudamiento de la empresa será "inimaginable",
pues no cuenta con recursos suficientes para invertir en infraestructura
y modernización de sus plantas, afirmó el ex director de
la paraestatal y presidente de la Comisión de Presupuesto de la
Cámara de Diputados, Francisco Rojas Gutiérrez.
En
entrevista, el legislador del PRI cuestionó la firma de los contratos
de servicios múltiples (CSM), porque en los hechos constituye una
privatización de la industria, que no está permitida en el
artículo 20 constitucional.
"No está mal que vengan inversionistas, pero lo
que no es correcto es entregar la operación de la paraestatal como
se hace. Actualmente hay tres contratos, todos en la cuenca de Burgos,
y eso trae en consecuencia que se desmantele la industria. Estamos elaborando
una política de desmantelamiento de la industria petrolera nacional",
resaltó.
El ex funcionario también alertó que Pemex
enfrenta un sobrendeudamiento, mediante el esquema de Proyectos de infraestructura
de impacto diferido en el registro de gasto (Pidiregas) -establecidos en
la administración de Ernesto Zedillo-, que actualmente es de 95
mil millones de pesos.
La inversión a través de ese mecanismo,
añadió, es "artificial", porque los Pidiregas no son más
que "una deuda diferida y en el futuro próximo nos encontraremos
con una deuda enorme".
Refirió que de la inversión autorizada para
la empresa, por 125 mil millones de pesos, sólo 30 mil millones
son de presupuesto propio, y de éstos 10 mil millones de pesos se
destinan a la amortización de la deuda por Pidiregas. "La proporción
es enorme, casi puros recursos privados. Pemex enfrenta limitaciones",
comentó.
Ante ese panorama, dijo que debe dársele autonomía
de gestión para que opere como una empresa y no con las limitaciones
de una secretaría de Estado. "Hay que aflojarle las restricciones
financieras para que pueda invertir sanamente y dar la oportunidad de que
renueve su tecnología, genere capital humano, se le abra independencia
operativa y rinda mejores cuentas", expresó.
Señaló que Pemex tiene dos grandes limitaciones
que le impiden crecer y depender menos de las inversiones privadas, sobre
todo del extranjero: se le utiliza como pilar de las finanzas públicas
y opera con la misma burocracia que una secretaría de Estado. Por
eso, añadió, es necesaria una reforma hacendaria que permita
al gobierno financiar el gasto público a través de la recaudación.
"Eso le permitirá depender menos de Pemex y que la empresa pueda
invertir sanamente", consideró.
Afirmó que cuando él fue director de la
empresa "la proporción de sus pasivos era de un peso a un peso de
patrimonio. Hoy todo cambió y tenemos un peso de patrimonio por
casi de 3 de pasivo", declaró.
|