México D.F. Miércoles 5 de noviembre de 2003
Reciben consejeros curso introductorio sobre
el Instituto Federal Electoral
Aprueban coalición PRI-PVEM en dos estados
ALONSO URRUTIA
Durante
casi tres horas, los nuevos consejeros del Instituto Federal Electoral
(IFE) se reunieron para recibir un curso introductorio sobre el funcionamiento
del organismo. Sólo adoptaron un acuerdo imposible de aplazar: aprobar
el dictamen que avala la coalición de los partidos Revolucionario
Institucional y Verde Ecologista de México para contender en las
elecciones extraordinarias en los distritos quinto de Michoacán
y sexto de Coahuila, que fueron anuladas por irregularidades durante la
jornada del 6 de julio.
Por lo pronto, la integración de las comisiones
habrá de aguardar mejores tiempos, cuando los consejeros tengan
conocimiento de cada una de ellas, para posteriormente tratar de adecuar
el perfil de cada uno a la conformación.
La definición de las comisiones no es lo único
en la agenda inmediata del IFE, ya que también se encuentra llenar
la vacante que dejó el ahora consejero Arturo Sánchez, quien
era director ejecutivo de Prerrogativas y Partidos Políticos, así
como secretario técnico de la Comisión de Fiscalización.
En principio, el consejero presidente, Luis Carlos Ugalde, deberá
nombrar a un encargado de despacho, según informó el propio
Sánchez.
A diferencia del consejo saliente, en esta ocasión
hay un más bajo perfil académico. A ello se añade
la diversidad de ámbitos en los que se desempeñaban recientemente
los nuevos integrantes -desde firmas de abogados hasta la Financiera Rural-,
lo cual complicaría la designación de las comisiones y su
funcionamiento.
En este equipo solamente Ugalde cuenta con doctorado en
administración pública, por la Universidad de Columbia, en
Nueva York, además de ser licenciado en economía del Instituto
Tecnológico Autónomo de México. Muy lejos del pasado
Consejo General que, entre otras marcadas diferencias, contaba en su inicio
con cinco doctores en varias especialidades y uno más, Alonso Lujambio,
candidato a ese grado.
Mauricio Merino es doctor en ciencia política por
la Universidad Complutense de Madrid, además de haber sido miembro
fundador de la Academia Mexicana de Investigación en Políticas
Públicas e integrante del Sistema Nacional de Investigadores, así
como autor de numerosos ensayos sobre la democracia. A su vez, Jacqueline
Peschard es doctora en ciencias sociales por el Colegio de Michoacán,
desempeñándose como profesora e investigadora de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM) y El Colegio de México.
Jaime Cárdenas Gracia es doctor en derecho tanto
por la Universidad Complutense de Madrid como por la UNAM. En su trayectoria
como académico escribió varios libros, entre ellos Transición
política y reforma constitucional y Crisis de legitimidad
y democracia interna de los partidos políticos. José
Barragán, a su vez, es doctor en derecho por la Universidad de Valencia
en España, además de haber escrito varios ensayos sobre constitucionalismo
y federalismo.
Alonso Lujambio, con estudios de maestría y doctorado
en ciencia política por la Universidad de Yale, es autor del libro
El poder compartido. En la primera fase del anterior consejo figuró
Emilio Zebadúa, doctor en ciencia política por la Universidad
de Harvard, en Estados Unidos, y autor de varios libros sobre temas políticos
y económicos, mientras que Juan Molinar es maestro en ciencias políticas
por El Colegio de México y ha sido investigador del Center for United
States Mexican Studies, y autor de varios libros.
Esta vez no es lo mismo. Arturo Sánchez cuenta
con maestría en estudios latinoamericanos por Oxford; Andrés
Albo Márquez es maestro en ciencia política por la Universidad
de Syracuse; Teresa González Luna tiene estudios de maestría
en gestión pública, en el ITESO, y Lourdes López es
maestra en ciencias de la educación. Son los que cuentan con más
trayectoria académica.
Alejandra Latapí, quien fungía como enlace
del Consejo Coordinador Empresarial y apoyó en la imagen de campañas
electorales priístas, es licenciada en comunicación por la
Universidad Iberoamericana, mientras que Marco Antonio Gómez Alcántar
es abogado por la Universidad Anáhuac, desempeñándose
profesionalmente en la firma Baker and McKenzie, "considerada la firma
de abogados más grande del mundo", según se lee en su hoja
curricular.
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