México D.F. Sábado 1 de noviembre de 2003
Se presentará mañana, a las 15:30 horas, en el auditorio del Museo del Templo Mayor
Tribu pretende elevar la música prehispánica al grado de doctorado
Hemos estudiado para darle un fundamento más serio a nuestro trabajo, aseguran sus integrantes
JUAN JOSE OLIVARES
El grupo Tribu, el más importante de música étnica en el país, realizará un viaje acústico al Mictlán con un concierto que año con año efectúa en diferentes lugares con dedicatoria a una de las celebraciones más importantes y místicas para los mexicanos: el Día de Muertos.
Tribu, con más de 30 años de rescatar, reproducir y utilizar instrumentos prehispánicos para crear atmósferas ancestrales e indagar en el conocimiento sonoro de nuestros antepasados, ha tocado en museos, foros, plazas, teatros y recintos sagrados tanto de México, como de Europa y Asia, y ha colaborado con artistas tradicionales y de la academia. La cita de esta reverencia sonora a los muertos es este domingo a las 15:30 horas en el auditorio del Museo del Templo Mayor.
Interpretarán algo de cada uno de sus 14 discos con el modo colectivo del calpulli, ya que sus mujeres e hijos participan cantando y danzando. Tribu está integrado por: Angel Agustín Pimentel, Alejandro Méndez, David Méndez y Ramiro Edají Ramírez, pero en muchas ocasiones, como se dijo, se mutan en gremio comunitario.
"Hemos aprendido de los grupos indígenas actuales. Hubo un periodo de varios años en los que estuvimos recorriendo el país y sus comunidades indígenas, y aprendimos esta forma en la que todo mundo está presente, es un acto más colectivo. Por otro lado, ha sido motivo de cohesión familiar y nos funciona. Convivimos, nos divertimos y trabajamos", comenta uno de sus miembros, Agustín Pimentel.
Tribu ha participado en la grabación de discos de artistas de diferentes géneros, como El Tri, Los Rastrillos, Arturo Meza, Jean Michael Jarre y diferentes compositores de la academia, como Joseph Julián González, Marcos Lifshts y Federico Alvarez del Toro, y algunas orquestas filarmónicas. También ha compuesto música para películas, obras de teatro, danza y multimedia; aunque también lleva a cabo espectáculos masivos con participación de actores, danzantes, e iluminación.
El grupo es considerado el máximo exponente de este tipo de música debido a su entrega de diversas formas al estudio de la etnomusicología, tanto de manera autodidacta como en centros educativos de México y otros países, así como en las comunidades indígenas, donde han permanecido por largos periodos.
"Hemos estudiado etnomusicología y eso nos permite tener acceso a una partitura, que es lo que no sucede con la mayoría de la gente que usa estos instrumentos. De hecho nunca hemos dejado de estudiar", comenta Agustín Pimentel.
Los integrantes han estudiado sicoacústica, historia del arte, arqueología, "para darle un fundamento más serio a nuestro trabajo, porque tenemos la responsabilidad de que en nuestras manos está un legado bien importante y no podemos tomarlo a la ligera; cada vez nos sentimos más comprometidos. Permanentemente archivamos datos, pero estamos en la etapa en la que necesitamos la constancia de una maestría o un doctorado, que tenga peso para presentarlo a una escuela y no nos vean como aficionados. Cada quien por su lado se está aplicando para aspirar a incidir en las instituciones".
Debido a su interés por penetrar en las cuestiones didácticas, el cuarteto participó durante 10 años en el proyecto Museo Vivo, del Museo Nacional de Antropología e Historia, y actualmente colabora con la Secretaría de Educación Pública en el programa de Educación Extraescolar, llevando su arte a estudiantes de primaria y secundaria.
Estos amantes de nuestras raíces viven en comunidad con los miembros de su familia y otros colaboradores, con los que trabajan en el Centro de Apoyo al Desarrollo de la Etnomusicología en México, el cual se convertirá en la Casa del Colibrí (Uitsikalpuli), centro de enseñanza tradicional que se ubicará en Guanajuato, y que se organizará como lo hicieron nuestros antiguos, en un calpulli.
Si esta música es un legado de los mexicanos, Ƒpor qué no se hace más popular?, se le cuestiona a Pimentel.
"Hay un contexto social extraño. Por un lado, todos reconocen que es parte de la historia musical de los mexicanos, pero por otro, resulta que cuando uno toca esta música todos dicen que es una especie de chovinismo. Por eso estamos trabajando y estudiando duro, porque en algún momento pensamos reivindicar el asunto y darle un formato de calidad para poder llegar a una institución y solicitarles una cátedra en la que podamos exponer, transmitir y formar gente sobre todo lo que hemos aprendido en estos años. De ahí que no nos hayamos apartado nunca de la cuestión académica".
(Tribu en el Templo Mayor, a un costado de Catedral, Centro Histórico. 15 horas Costo: 100 pesos)
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