Provoca encharcamientos, caos vial, caída de árboles y el derrumbe de un techo

Azota granizada amplia zona del DF

MIRNA SERVIN VEGA

Una fuerte lluvia, acompañada de granizo, de hasta tres centímetros de diámetro, cayó en gran parte de la ciudad la tarde de ayer, lo que ocasionó caos vial y encharcamientos. El aguacero sobrevino alrededor de las 6 de la tarde, justo a la hora pico del tránsito, sobre todo tratándose de viernes de quincena. Los encharcamientos dificultaron aún más el flujo vehicular en las principales vialidades, como Anillo Periférico, calzada de Tlalpan, Viaducto Tlalpan y las avenidas San Antonio y Revolución, donde el congestionamiento se prolongó cerca de dos horas.

En colonias como Portales y Nápoles la gran cantidad de hojas desprendidas a causa del granizo tapó las coladeras y ocasionó que el nivel del agua subiera hasta 80 centímetros. Como preludio de la temporada invernal, el asfalto quedó cubierto de granizo en calles de las delegaciones Alvaro Obregón, Benito Juárez, Cuajimalpa, Gustavo A. Madero y Miguel Hidalgo.

En Miguel Hidalgo se reportó una precipitación pluvial de hasta 24 milímetros en menos de una hora -en Chapultepec, de 45 milímetros en media hora-;
Conductores que transitaban por el Periférico, sobre todo en los cruces con Parque Lira, Constituyentes, Viaducto y Alencastre, se encontraron con encharcamientos de hasta 60 centímetros de altura.

En la avenida Uno, colonia San Pedro de Los Pinos, se derrumbó un techo, y en Ciudad Deportiva, Ticomán y Bosques de las Lomas se reportaron árboles caídos.

Elementos de Protección Civil y Bomberos trabajaron durante varias horas para desalojar el agua y agilizar la circulación. En pasos a desnivel de Periférico y Viaducto tuvieron que sacar abundante basura de las coladeras. La carretera Picacho-Ajusco tuvo parálisis total de la circulación, sobre todo en los entronques con avenidas principales. Otra zona que registró serias dificultades de tránsito fue la avenida Ejército Nacional, entre Marina Nacional y Tacubaya. La lluvia también sorprendió a las personas que se encontraban en el Zócalo, donde se instaló un horno para elaborar pan de muerto, que se regaló a los transeúntes. No obstante, alrededor de una hora después las actividades se restablecieron.