México D.F. Sábado 1 de noviembre de 2003
Peritos y agentes del Ministerio Público
dan fe de los hechos en el AGN
Sustraen documentos que involucrarían al general
Díaz Escobar en los sucesos del 68
Están relacionados con la desaparición
de Jesús Piedra y el asesinato de Genaro Vázquez
GUSTAVO CASTILLO GARCIA
Documentos que soportan las averiguaciones previas sobre
la desaparición de Jesús Piedra Ibarra y el asesinato de
Genaro Vázquez Rojas, que demostrarían el involucramiento
del general Manuel Díaz Escobar -jefe de los Hhalcones- en
los sucesos de 1968, fueron sustraídos del Archivo General de la
Nación (AGN). Funcionarios de la Fiscalía Especial para Movimientos
Sociales y Políticos del Pasado (Femospp) detectaron además
que parte del material gráfico relacionado con la Marcha de la Libertad,
realizada en enero de 1968, fue mutilado.
Ante esa situación, el pasado jueves, peritos y
agentes del Ministerio Público adscritos a la Femospp realizaron
una diligencia ministerial para dar fe de los hechos, en tanto que el fiscal
Ignacio Carrillo Prieto afirmó que en caso de no localizarse el
material se procederá a fincar responsabilidades penales.
Otras anomalías
El personal de la fiscalía descubrió otras
anomalías: documentos de los siglos XVII y XVIII fueron colocados,
sin autorización, en las galerías destinadas exclusivamente
a las 3 mil 52 cajas de información que envió la Secretaría
de Gobernación al AGN correspondientes al periodo de 1924 a 1984.
Además,
y esto sí con la autorización de la directora del Archivo
Histórico Central del AGN, Dulce María Liahut Baldomar, un
grupo de archivistas se dio a la tarea de "reordenar" el contenido de 173
de las 3 mil 52 cajas (de la 489 a la 662), y con ello los documentos que
estaban en un volumen único han comenzado a ser distribuidos en
cinco o seis nuevos empaques, supuestamente ordenados de acuerdo con parámetros
cronológicos (por fechas) y geográficos (entidad federativa),
situación que provocará que sea imposible consultar esos
documentos con el número original de referencia y en el orden primario
con que se entregaron al archivo nacional.
Esta actividad, a decir de fuentes oficiales, podría
ser la causa de la desaparición de los documentos relacionados con
Jesús Piedra Ibarra, Manuel Díaz Escobar y Genaro Vázquez.
Al respecto, el fiscal Ignacio Carrillo Prieto afirmó
que estos hechos "son graves y no pueden ser una cosa fortuita. Alguien
ya está metiendo mano ahí, y es necesario alertar que esos
archivos tienen que estar bajo la más estricta vigilancia, ya que
no son solamente históricos, sino piezas de convicción para
conclusiones ministeriales acusatorias del Ministerio Público".
La Jornada conoció la desaparición
de documentos, la mutilación de materiales gráficos y la
restricción que existe para consultar volúmenes que están
en "reordenación", así como lo ocurrido el pasado jueves
entre el personal de la Femospp y del AGN, durante una visita en la cual
se pretendía consultar diversas cajas de información relacionadas
con la guerra sucia de los años 70 y 80.
De acuerdo con testimonios recabados ayer en el AGN, el
pasado jueves personal de la fiscalía se percató de la desaparición
de informes de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) en los que
se hace referencia a Manuel Díaz Escobar en agosto de 1968, y eso
fue lo que provocó que se pidiera la presencia de peritos y agentes
del Ministerio Público.
Durante la diligencia también se puso de manifiesto
que está desaparecido el documento con la firma autógrafa
del ex director de la DFS, Fernando Gutiérrez Barrios, en el que
se hace mención a la detención de Genaro Vázquez Rojas,
dirigente del grupo armado Acción Cívica Nacional Revolucionaria,
y quien fue asesinado en 1972.
En cuanto a la documentación relacionada con Jesús
Piedra Ibarra, integrante de la Liga Comunista 23 de Septiembre, quien
fue detenido y desaparecido desde abril de 1975, el Ministerio Público
Federal dio fe de que se le cambió el número de colocación,
y con ello se alteró, tan sólo en principio, la referencia
que de esos archivos hizo la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Por lo que se refiere al material gráfico, supuestamente
se acreditó que varias fotografías de la Marcha de la Libertad,
en las que se aprecia a varias personas que agredieron a estudiantes en
su paso por Guanajuato en enero de 1968, fueron perforadas.
En torno a estas irregularidades, Carrillo Prieto aseguró
que "por lo pronto hay acta ministerial que da cuenta de ellas", y que
"se debe considerar en principio que los archivos están traspapelados,
porque si los sustrajeron sería el colmo, sería un golpe
terrible para el trabajo ministerial, aunque para iniciar acusaciones baste
presentar ante el juez las copias certificadas de esos documentos, que
ya obran en nuestro poder".
Luego de exponer de manera telefónica las irregularidades
con el director del AGN, Jorge Ruiz Dueñas, el fiscal Carrillo Prieto
dijo que la versión oficial es que se trabaja en una reordenación
que no afectará el contenido de cada una de las cajas; "ahora quiero
pensar que es así", señaló.
Durante la entrevista, reconoció que el personal
de la fiscalía aún no termina de revisar las 3 mil 52 cajas.
Por otra parte, funcionarios del AGN que solicitaron el
anonimato informaron que el archivista e historiador Francisco Acevedo
tuvo la idea de reorganizar los documentos de la DFS, la Dirección
General de Investigaciones Políticas y Sociales y todo aquel material
de la Secretaría de Gobernación que se encuentra en la galería
número dos. La propuesta fue aceptada por Dulce María Liahut.
Supuestamente, el tiempo durante el cual no se podrá
consultar el material en reordenación será de aproximadamente
un mes.
En las entrevistas se informó que más de
70 por ciento del material que guarda el AGN no se está clasificado,
y que parte de los documentos encontrados por los agentes del Ministerio
Público en la galería número dos, correspondiente
a los siglos XVII y XVIII, ni siquiera están catalogados, es decir,
como si no existieran.
Ante esta situación, el código de ética
para archivistas, que se puede leer en la página de Internet del
AGN establece: "La obligación primordial del archivista es la de
preservar la integridad de los documentos bajo su cuidado y custodia. Para
cumplir con esta tarea deben considerarse los legítimos, aunque
a veces conflictivos, derechos e intereses de la institución que
ofrece el servicio, así como de los dueños, de los protagonistas
de los documentos y de los usuarios del pasado, presente y futuro. Sin
importar de dónde venga, el archivista debe resistir cualquier tipo
de presión que pretenda manipular evidencias o distorsionar los
hechos".
El artículo segundo de este código señala:
"El archivista debe valorar, seleccionar y mantener los documentos archivados
dentro de sus contextos histórico, legal y administrativo, respetando
así el principio de procedencia, preservando y haciendo evidentes
las relaciones originales de los documentos".
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