México D.F. Sábado 1 de noviembre de 2003
Asegura que Naciones Unidas no puede garantizar el orden mundial
Fukuyama: en Irak, EU paga el precio por la nula legitimidad de sus acciones
GEORGINA SALDIERNA E ISRAEL DAVILA ENVIADA Y CORRESPONSAL
Valle de Bravo, Mex., 31 de octubre. El historiador y politólogo Francis Fukuyama dijo aquí que la respuesta de Estados Unidos tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 fue justificable en ciertos aspectos, pero en otros fue una sobrerreacción. El resultado de ello, agregó, es que muchos países piensan que fue esa nación y no los terroristas militantes del Islam quienes ocasionaron el desorden mundial.
En el último día de trabajos de los Encuentros Europa-América Latina, en su cuarta versión, recordó que a partir de los acontecimientos en los que murieron más de 3 mil personas, Estados Unidos adoptó una nueva estrategia de seguridad nacional, según la cual ya no sólo se basaría en la contención para manejar amenazas a la paz y la tranquilidad, sino que utilizaría el ataque preventivo. Surgió así el llamado eje del mal, que incluye a Irak, Corea del Norte e Irán.
Para la gente fue perfectamente natural suponer que esta doctrina anunciaba no sólo una intervención contra el régimen de Saddam Hussein, sino contra otros países, sin límite alguno. Estados Unidos no hizo un gran esfuerzo para explicar al mundo que había limitaciones en la aplicación de su poder y que esto no iba a ser utilizado de manera rutinaria, sino bajo circunstancias excepcionales.
En la primera sesión del día, recordó que luego vino la guerra contra Irak, que se vio como el primer ejemplo de la aplicación de la nueva doctrina estadunidense y el debate con los europeos que precedió la acción militar.
Para el académico, famoso por haber promulgado el fin de la historia, ni la posición europea ni la estadunidense eran sostenibles. "Empecemos con la de Europa. Creo que es imposible aseverar que una organización multilateral es suficiente para manejar los problemas de seguridad. Ello porque el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas fue diseñado por los victoriosos de la Segunda Guerra Mundial". Ahí, explicó, hay cinco miembros permanentes que ejercen el veto, lo cual no es válido para actuar positivamente en algún caso en que se necesite aplicar la fuerza.
Por lo que hace a la posición estadunidense de utilizar el poder de manera unilateral mediante coaliciones de buena voluntad, dijo que no es un principio que se pueda generalizar. Esto es un eufemismo y sólo es efectivo en un sentido militar, agregó.
Refirió que en este momento, en Irak, Estados Unidos está pagando el precio por la falta de legitimidad de sus acciones. En 1991 tenía 70 mil millones de dólares para reconstruir Kuwait, pero ahora sólo ha recibido promesas de 2 mil millones de dólares, debido a la forma desconsiderada en que entró a la guerra en oposición al resto del mundo. "Creo que una acción similar no la repetirá Estados Unidos próximamente", confió.
Por último, dijo que su opinión para mantener el orden mundial no es la tiranía ni Naciones Unidas, sino una multiplicidad de organismos internacionales que den estructura y legitimidad a estos problemas. "Mientras más instituciones multilaterales tengamos estaremos mejor".
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