México D.F. Jueves 30 de octubre de 2003
Reducirá la Cruz Roja su personal en Irak, pese a llamado de Washington a no hacerlo
Desde el fin de las operaciones militares las bajas de EU superan las de la invasión
Son ya 117 los soldados fallecidos desde que Bush declaró concluidas las principales acciones
Pasó de 71 a 52% de estadunidenses que cree que "valió la pena" la guerra contra el país árabe
REUTERS, AFP Y DPA
Bagdad, 29 de octubre. El número de soldados estadunidenses muertos en Irak después que el presidente George W. Bush declarara el fin de las principales operaciones militares ya superó a los caídos durante la invasión, al anunciarse oficialmente hoy otras dos bajas en el norte de Bagdad.
En este contexto de aumento de ataques de la resistencia contra las tropas de ocupación, Estados Unidos considera reforzar la recolección de información de inteligencia en Irak, destinando para ello el personal designado para la búsqueda de las armas de destrucción masiva que, según Estados Unidos, tenía el régimen de Saddam Hussein.
No obstante, el portavoz del Pentágono, Larry DiRita, dijo que la prioridad del Grupo de Inspección en Irak seguirá siendo la búsqueda de las armas.
El Pentágono, además, confirmó que ya se eleva a 117 el número de soldados muertos desde el primero de mayo. Entre el 20 de marzo y esa fecha, cuando Bush anunció el fin de los principales combates, murieron 115 soldados.
En ese mismo periodo, entre 11 mil y 15 mil civiles perdieron la vida en Irak, según un grupo privado, ya que el Departamento de Defensa se niega a dar esas cifras.
Desde que Estados Unidos invadió Irak, el 20 de marzo pasado, han muerto 232 militares en ac-ción, según datos del Pentágono.
Cifras en aumento
El pasado 18 de julio el subsecretario de Defensa, Paul Wolfowitz, reconoció que de marzo a esa fecha habían muerto 148 militares, con lo se superó la cifra de fallecidos en la Guerra del Golfo, en 1991, en la que fallecieron 147 soldados.
Dos soldados murieron y otro re-sultó herido en una explosión, el martes anterior cerca de Balad, al noreste de Bagdad, cuando un M1 Abrams, el principal tanque de combate del ejército estadunidense, fue destruido por una explosión.
Además, tres militares estadunidenses resultaron heridos al explotar una mina en Baaquba, otro bastión sunita al norte de Bagdad, y siete ucranianos fueron heridos anoche en un tiroteo en el sureste.
El consejo de gobierno de transición iraquí -instalado por Washington- afirmó que "después de numerosas investigaciones" tiene la certeza que "un cierto número de autores de actos terroristas se infiltró en Irak desde países vecinos".
Por ello, pidió a esos estados ve-cinos que "cierren sus fronteras a los saboteadores", mientras funcionarios del Pentágono que pidieron el anonimato dijeron en Washington que un estrecho colaborador de Hussein, el ex general Izaat Ibra-him al Duri, sería el coordinador de los ataques de los extranjeros.
Al Duri es el número seis en la lista de los 55 dirigentes iraquíes más buscados por Estados Unidos.
Pero muchos atribuyen aquí la violencia a la ocupación. "ƑCuántos iraquíes se involucraban en ataques terroristas antes de 2003? ƑEra Irak una base de terrorismo antes de la invasión? Miren lo que pasa ahora", subrayó el profesor de ciencias políticas Saad Jawad, de la Universidad de Bagdad.
En cambio, para la canciller de España, Ana Palacio, los atentados del lunes, que dejaron más de 40 muertos, son "la reacción, ni más ni menos, al éxito" de la conferencia de donantes celebrada por Washington en Madrid para reunir fondos para el país ocupado.
En este contexto, la Casa Blanca tuvo que explicar la presencia de las palabras "misión cumplida" en un cartel a bordo del portaviones desde el cual Bush proclamó el fin de los combates principales.
El cartel "fue una idea sugerida por los que estaban en el buque", sostuvo el portavoz Scott McClellan. Sin embargo, reconoció: "la armada nos pidió encargarnos de la producción del cartel".
El líder de la minoría demócrata en el Senado, Tom Daschle, dijo que "hemos perdido más vidas desde que (Bush) declaró la victoria que antes del momento en el que declaramos la victoria", y el cartel "es otro ejemplo de su negativa a aceptar la realidad".
Según un sondeo de US Today-CNN-Gallup, solamente 52 por ciento de los estadunidenses cree que "la guerra valió la pena", contra 71 por ciento en abril pasado.
Mientras, en otro ejemplo de la precaria situación de seguridad en Irak, Estados Unidos debió aceptar este miércoles la decisión de la Cruz Roja de reducir su personal en Irak, aunque le había pedido a la organización humanitaria no retirarse tras los atentados de Bagdad.
Richard Boucher, portavoz del Departamento de Estado, reconoció que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) debía proteger a sus empleados y, por tanto, adaptarse a los acontecimientos mediante la reducción de su personal. "El peligro es mayor en Bagdad que en otros lugares", aceptó.
El martes, un día después del ata-que contra la sede de la Cruz Roja en Bagdad, el secretario de Estado, Colin Powell, indicó que un retiro del personal del CICR y otras organizaciones internacionales sería una victoria para los terroristas.
Pero la Cruz Roja anunció en Ginebra que si bien continuará en Irak, donde tiene cerca de 30 ex-tranjeros y 600 iraquíes, revisará el número de empleados internacionales y aumentará las condiciones de seguridad de los locales, sin recurrir a los estadunidenses.
El organismo humanitario Médicos Sin Fronteras anunció a su vez que decidió retirar a cuatro miembros de su personal de siete en Irak, mientras la organización no gubernamental Intermon-Oxfam criticó "la orientación política y comercial" de la ayuda humanitaria española dirigida en los últimos meses a Irak, Afganistán y Pakistán.
Buena parte de esa asistencia, explicó Ignasi Carreras, director del organismo, es administrada me-diante créditos y condicionada a la compra de productos españoles.
Además, la ayuda atiende emergencias "cuando van acompañadas por intereses estratégicos y la presencia de medios de comunicación".
Halliburton infla precios
Dos congresistas demócratas acusaron este miércoles al gigante de los servicios petroleros, Halliburton -antes dirigido por el ahora vicepresidente Dick Cheney-, de sobrecargar ostensiblemente el precio de la gasolina importada por Irak.
El gobierno estadunidense pagó a Halliburton 162.5 millones de dólares por 61.3 millones de galones de gasolina importada desde Kuwait, señalaron los representantes Henry Waxman y John Dingell.
Ello equivale a un precio promedio de 2.65 dólares el galón, incluso más de lo que se había informado en una denuncia anterior, señalaron los congresistas en carta a la consejera de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Condoleezza Rice.
"El gobierno está pagando casi tres veces más por la gasolina im-portada de Kuwait de lo que debería, y luego la está vendiendo con una importante pérdida en Irak", afirmaron Waxman y Dingell.
Halliburton logró casi un cuarto de sus beneficios en el tercer trimestre gracias a los contratos en Irak, según los resultados trimestrales de la empresa difundidos es-te día. Así, registró un beneficio de 92 millones de dólares.
Sólo Kellogg Brown and Root, filial encargada de recuperar las infraestructuras petroleras en Irak, logró un beneficio de explotación de 34 millones únicamente por las actividades en ese país.
El contrato a esa filial de Halliburton ha sido cuestionado por la oposición demócrata ya que fue adjudicado sin llamado a licitación.
Otra empresa a la que sientan bien los tiempos de guerra es el consorcio estadunidense armamentista Northrop Grumman, que reportó un aumento de 57 por ciento en sus ganancias en el tercer trimestre de este año gracias a nuevos contratos con Washington.
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