Néstor Bravo Pérez

Residencias artísticas

En Canadá existe una amplia red de espacios que promueven la creación y la difusión de las artes. Surgieron desde hace más de 25 años a partir de la necesidad de crear sin tener que satisfacer criterios curatoriales o del mercado, de hecho hace 30 años, por lo menos en la zona de Quebec, no existía un solo lugar que promoviera o mostrara el arte contemporáneo, el arte actual de esa época. Los espacios artísticos alternativos surgieron entonces como un registro paralelo a las galerías particulares y a los museos, permitiendo a los artistas jóvenes encontrar vías y recursos para la producción artística.

Para poder lograr esta amplísima red, la comunidad artística de Quebec se organizó, generando proyectos, estableciendo estrategias de ocupación de espacios, hasta conseguir crear más de cien centros autónomos. Todas las propuestas tienen que ver con el arte contemporáneo, con la investigación, la promoción del arte en términos de procesos más que de un resultado objetual inamovible, con la idea de establecer un vínculo con lo público, con la necesidad de experimentar y de explorar desde criterios inter y transdisciplinarios. De alguna manera lo propuesto en los centros de arte quebequense corresponde al carácter multicultural del país y encuentra los cauces para mostrar la conformación cultural de la zona y de Quebec mismo como una isla francófona en un inmenso mar anglófono.

La organización de este grupo de centros lleva por nombre RCAAQ que es algo así como el Repertorio de Centros Artísticos Auto Generados, es decir, todos estos sitios han sido construidos por artistas, desde sus necesidades y preocupaciones, con la pretensión de mantener cierto nivel de autonomía en sus proyectos.

Algunos de estos centros promueven la producción en sitio y dan la oportunidad de que el artista permanezca en el lugar. A estos espacios se les denomina residencias artísticas. México, por conducto del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, tiene relación con dos de estos centros, uno es La Chambre Blanche, en Quebec, y el otro es el Banff Center of Fine Arts, en Alberta.

En diversos países se han generado residencias artísticas, pues esta forma de producir ha sido modelo común y continuo en Europa y América del Norte. Muchas han surgido como movimientos de resistencia al dominio de una corriente estética, pero, sobre todo, como una estrategia que permita la creación con criterios más amplios. Las residencias artísticas también han permitido generar otras formas de enseñanza. En Europa existen algunos centros que tiene un alto nivel de producción, en el sentido académico de la palabra, sin tener que pasar por la burocracia escolar; la Rijksakademie, en Holanda, es buen ejemplo de ello.

La alternativa que crea la residencia artística tiene que ver con el hecho de que estén construidas a partir de un modelo integral de enseñanza, generado desde las nociones de pluri o transdisciplina, preocupadas desde su temporalidad específica por un modelo de pensamiento acorde con la época y en muchos de los casos preocupadas porque la producción sea en congruencia con el lugar, en cuanto cultura, que hospeda al artista. En la producción plástica, los campos que se abrieron mediante este tipo de espacios son definitivamente exploratorios, tendientes a la investigación, propensos a generar formas alternativas de creación.

Me parece que las ''nuevas" perspectivas de enseñanza que han generado las residencias tienen que ver, sobre todo, con la creación de espacios para la continuidad formativa de los artistas egresados en las escuelas, que no necesariamente quieren seguir formándose por medio de los criterios dominantes en la actualidad como son los posgrados, sean maestrías o doctorados.

Las residencias artísticas podrían ser una forma, entre muchas otras, de combatir las carencias educativas en la enseñanza de las artes, así como una estrategia para la autogestión y la autonomía de los artistas en sus procesos creativos.