México D.F. Miércoles 29 de octubre de 2003
Responde el canciller a las "molestas" declaraciones de funcionario estadunidense
México no "juega" con la relación de Estados Unidos: Luis Ernesto Derbez
Clausura Vicente Fox la Conferencia Especial sobre Seguridad Hemisférica de la OEA
ROSA ELVIRA VARGAS, GEORGINA SALDIERNA Y JOSE GALAN
Las declaraciones que hiciera el lunes el subsecretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio de Estados Unidos, Roger Noriega, en las que pide a México no realizar "juegos políticos" en la relación bilateral provocó "un reclamo muy claro" de parte del canciller Luis Ernesto Derbez. Le respondió que "está equivocado. En México no se juega con la relación de ningún país y en particular con la de Estados Unidos".
De ese modo, el ambiente terso que imperó durante los dos días que duró la Conferencia Especial sobre Seguridad se rompió con la desavenencia evidente entre el anfitrión, México, y la representación estadunidense. Derbez Bautista planteó su molestia además al propio Marc Grossman, subsecretario de Estado para Asuntos Políticos y jefe de la delegación de su país en la reunión convocada por la Organización de Estados Americanos (OEA).
En conferencia de prensa Derbez insistió en que México no está a la búsqueda de ganancias políticas en su trato con cualquier nación. Aunque en un principio trató de restar importancia al incidente, la evidencia de que lo dicho por Noriega era absolutamente textual terminó por exacerbarlo.
Aclaró que la observación a los funcionarios estadunidenses no fue con ánimo ofensivo ni de enfrentamiento, pero que ante el hecho de que él entendía que Noriega quiso decir que México no debía dejarse influir por las relaciones políticas, "tanto en nuestro país como en el suyo", la respuesta fue que "no consideramos la relación con Estados Unidos como algo que tenga que ser definido sobre la base de circunstancias políticas internas" y, en todo caso, debe darse con madurez y honestidad en un transcurso de largo plazo.
Momentos después el propio Grossman encaró la pregunta sobre esta divergencia y admitió el hecho. "El canciller sí vino a hablar conmigo y me dijo que estaba preocupado por lo que leyó en la prensa... Me comentó que esto era un reto para él y que esperaba que nada como eso hubiese sido dicho".
Sobre la molestia subrayó que la relación de México y Estados Unidos es demasiado importante "como para jugar con ella; nosotros no participaríamos en ese juego ni me puedo imaginar que el gobierno mexicano participaría" en el mismo. Sentado detrás de Grossman, Roger Noriega se mantuvo en absoluto mutismo.
Cierre de la conferencia
La Conferencia Especial sobre Seguridad fue clausurada por el presidente Vicente Fox Quesada, quien puso en claro que si bien la seguridad en el hemisferio depende de lo que hagan los países para enfrentar el narcotráfico, el tráfico ilícito de armas y de personas, el terrorismo y en general el crimen trasnacional organizado, también lo es que esa seguridad depende ante todo, "de que seamos capaces de detener y revertir los profundos niveles de desigualdad y de falta de desarrollo".
Ya con la ausencia de algunos ministros, como los de Brasil, Argentina y Chile, entre otros, el jefe del Ejecutivo llegó a Tlatelolco y en su mensaje puntualizó que México ha militado siempre en las filas de la paz, el multilateralismo y la cooperación entre las naciones.
Indico así que las preocupaciones en materia de seguridad no pueden ser objeto de una rígida jerarquización. Todas son igualmente válidas y su tratamiento en forma cooperativa sólo es posible si se realiza en acuerdo con los principios de las cartas de la Organización de las Naciones Unidas y de la OEA.
Fox Quesada aseguró que la verdadera seguridad en el hemisferio será producto de la nueva arquitectura de paz, seguridad y desarrollo que ya se impulsan y que harán frente a las amenazas.
En la ceremonia hablaron también el propio Luis Ernesto Derbez y el secretario general de la OEA, César Gaviria, quienes luego ofrecieron una conferencia de prensa en la que resaltaron los logros del documento final, mismo que -por cierto- Estados Unidos fue el único que objetó en dos de sus resoluciones, una referida a minas antipersonales y la otra acerca del cambio climático.
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