México D.F. Miércoles 29 de octubre de 2003
La profesora reúne de emergencia a coordinadores estatales y vicecoordinadores
Prende focos rojos en San Lázaro nueva rebelión contra Elba Esther
Esta es una lección política; nos faltó información adecuada al grupo, lamenta la maestra
ROBERTO GARDUÑO Y ENRIQUE MENDEZ
La rebelión priísta en San Lázaro prendió los focos rojos en la coordinación que encabeza Elba Esther Gordillo, a grado tal que por la noche se reunió en un hotel capitalino con los coordinadores estatales de la fracción y los vicecoordinadores de la misma para diseñar una estrategia tendiente a evitar las manifestaciones de inconformidad, porque la misma maestra prevé que en votaciones de leyes o iniciativas importantes no deberá ocurrir lo mismo.
La descomposición interna motivó a que en la mencionada reunión los legisladores le reclamaran a Elba Esther la falta de operación política y de comunicación en la bancada. A la medianoche, y tras cinco horas de discusión en un hotel de Polanco, Gordillo reconoció: ''Esta es una lección política. Nos faltó información adecuada al grupo''.
Desde la mañana, Gordillo había enfrentado una segunda rebelión interna, porque sin consultar a sus compañeros firmó un acuerdo con los otros líderes de las bancadas en la Cámara de Diputados para que el pleno aprobara ayer el presupuesto del órgano legislativo correspondiente al próximo año. Los priístas inconformes, que sumaron más de 180 de los 224 legisladores, recriminaron en distintas formas la ''inoperancia política'' de su coordinadora e incluso anunciaron que solicitarán su destitución.
Aún no se recuperaba del revés que sufrió el domingo pasado, en un rancho de Naucalpan, estado de México, cuando intentó convencer a sus correligionarios de las ''bondades'' recaudatorias que implicaría gravar con IVA alimentos y fármacos, y Gordillo vio cómo en público sus compañeros le echaron abajo su proyecto de presupuesto, en el que no se incluyó un aumento a la dieta de los diputados.
Y es que, desde la semana pasada, el comité de administración, por orden expresa de ella, se dio a la tarea de elaborar un proyecto de los gastos que hará la cámara en 2004, con la condición de no incrementar el monto total de los recursos. Ese grupo de trabajo, que preside Rafael Moreno Valle, trabajó durante el fin de semana y el lunes entregó el documento a la Junta de Coordinación Política, encabezada por la propia Gordillo.
Tanto el PRD como el PAN avalaron el texto, porque prevé un crecimiento cero en el presupuesto de San Lázaro y, con ello, la imagen hacia la sociedad sería de transparencia y de control del gasto. Gordillo Morales vio con satisfacción esas actitudes y decidió que la propuesta se presentara al pleno en la sesión de ayer para su aprobación y consecuente envío a la Secretaría de Hacienda, para que lo incluya en el paquete económico de 2004.
El acuerdo marchaba sin contratiempos, hasta que la presidencia de la mesa directiva tocó el tema. Un grupo de priístas aprovechó que el presidente de la mesa, el panista Antonio Morales de la Peña, equivocó el procedimiento y olvidó someter el documento a consideración de la asamblea, que sin embargo lo votó con 225 a favor, 185 en contra y 26 abstenciones.
De los 185 que rechazaron el documento, 180 fueron del PRI, quienes acotaron que su inconformidad no tenía origen en el contenido del proyecto, sino simplemente porque desconocían sus detalles. Sólo unos pocos reconocieron que no aprobarían un dictamen que, además, les recortaba sus dietas.
Ese error provocó un debate procedimental, al grado que Morales de la Peña -que sustituía a Juan de Dios Castro- ordenó un receso de 15 minutos, que se prolongó más de 45, para que los coordinadores negociaran una salida. En medio de las curules el más desesperado era Roberto Campa, uno de los incondicionales de Gordillo, porque insistía en que la votación era legal, cuando de acuerdo con el reglamento interno de la cámara el documento debía regresarse a la Junta de Coordinación Política para su revisión.
En el pleno se gestó una rebelión espontánea, pero derivada de la desconfianza que los priístas ya le tienen a su coordinadora. Ante las cámaras del Canal del Congreso, el poblano José Escalante arremetió contra la maestra y su burbuja, porque ''han sido incapaces de informarnos el contenido de sus negociaciones. Esto es una reacción a sus acuerdos, no de fondo, sino de forma, y ya nos estamos cansando de que desde agosto nos vean la cara de inocentes. šDesde aquí exigimos la remoción de la coordinadora y los vicecoordinadores!"
El coordinador de la bancada del PRD, Pablo Gómez, sostuvo que su bancada ya había aprobado el proyecto la noche del lunes, porque no se incluía un aumento al presupuesto de la cámara, y eso garantizaría un mejor manejo de los recursos.
Los reproches a Elba Esther abundaron. Alberto Aguilar Iñárritu soltó: ''Es una reacción natural y espontánea de los diputados, que están hartos de las imposiciones de su coordinadora, que toma decisiones sin consultar''.
Nadie, ni el equipo de prensa de la maestra, lograron hacer nada para frenar el escándalo, que mantuvo detenida la sesión. El coordinador de los diputados de Chihuahua, Miguel Lucero Palma, reclamó al vicecoordinador Homero Díaz por qué no se les había consultado el documento. Díaz respondió que quien debía informarle era el coordinador de los chihuahuenses. ''šPero si el coordinador soy yo!'', le devolvió. Díaz no supo qué hacer y sólo respondió: ''Yo no sabía que eras tú''.
A ese nivel de reclamos también abonó el diputado chiapaneco César Amín González Orantes: ''šEse es el coraje, el agravio! Lo más triste es que las decisiones las toman los plurinominales, esos que ni siquiera hicieron campaña, como Roberto Campa, cuyo papel es muy triste. šYa pasó el tiempo en que las cosas se hacían como ellos querían!''
Con la bancada dividida, Elba Esther Gordillo convocó a los coordinadores estatales del PRI y a su vapuleado grupo incondicional. Los reunió en un hotel de gran turismo a una calle de su casa en Polanco. Ahí, María Elena Orantes, diputada priísta por Chiapas, quien firmó una de las cartas contra Elba Esther Gordillo, declaró que ella había estampado su nombre en el documento porque éste sería enviado a su estado y los electores se enojarían con ella y además representaria un grave golpe político contra su partido.
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