ASTILLERO

Julio Hernández López

Calenturas políticas

Saludos de Miami; consejos de Noriega
La Corte, en la mira de El Yunque

VICENTE FOX PODRIA decir respecto a encuestas de la Universidad de Miami lo mismo que Supejmán en relación con los rezos marianos en su contra: eso sí calienta. Resulta que según las indagaciones hechas en la citada institución floridense, Luiz Inacio Lula da Silva es mucho mejor promotor de los valores democráticos y empresariales que el Presidente de México, a quien (ironías de la historia enviadas a Los Pinos desde un centro académico de la capital del exilio cubano) los encuestados quitaron del primer lugar que le habían asignado el año anterior y lo castigaron mandándolo al mismo nivel de Fidel Castro. Las calentadoras revelaciones provienen de un trabajo encomendado por la citada universidad estadunidense a Zogby International, empresa que entrevistó a 537 personas de ingresos económicos de medianos a altos en seis países latinoamericanos. Contra 77 por ciento que el año pasado lo consideraba "el líder con el efecto más positivo en la democracia", este año, ante la pregunta de si Vicente Fox estaba llevando a México hacia la democracia, los opinantes le dieron 27 por ciento de aprobación, que fue exactamente la misma cifra atribuida por esos encuestados para Fidel Castro ante similar pregunta.

TAMBIEN DEBERIA CALENTAR al guanajuatense de claudicante calzar vaquero lo que en El Colegio de México se permitió decir Roger Noriega, subsecretario del Departamento de Estado de la Casa Blanca, quien el pasado lunes deslizó una referencia lúdica en el manejo que de las relaciones México-Estados Unidos ha hecho el esposo de la señora Marta. Juguetón nos habría salido el licenciado Fox, según la visión imperial expresada durante la conferencia denominada La política de Estados Unidos hacia México y el hemisferio occidental. Nieto de mexicanos migrantes y comisionado de George Bush para asuntos del traspatio, Noriega se sintió con derecho a recomendar a México que promueva un debate interno sobre el lugar y el rol que quiere jugar en el ámbito internacional en el futuro (nota de Georgina Saldierna en La Jornada, de la cual se tomaron las subsecuentes citas). "Estoy convencido -dijo el acomedido asesor imperial- de que ese debate va a producir un consenso muy fuerte: que las relaciones con Estados Unidos son tan importantes que no podemos realizar juegos políticos". šZaz! O sea que, según la visión del capataz para asuntos latinoamericanos, alguien se hace pasar por El chavo del ocho a la hora de tomar decisiones de alta diplomacia: Tlatelolco y Los Pinos como especie de vecindad chespirita, con don Ramón y doña Florinda. No quedó allí el desinteresado análisis del susodicho Roger, pues con plausibles ánimos conceptuales estableció que en México existe un "cinismo manufacturado" a lo largo de décadas para canalizar y controlar las disidencias. Ni tardo ni perezoso, el embajador mexicano en Washington, Juan José Bremer, manufacturó una respuesta de tradicional bla, bla, bla respecto de que la diplomacia mexicana "no se presta a juegos", pues "la respalda una sólida tradición; se basa en principios e intereses legítimos y goza de consenso nacional".

ASI COMO MANOSEADA ha resultado la política exterior mexicana durante los recreos escolares de los niños Vicente, Jorgito y Luis Ernesto (sepultureros de la Doctrina Estrada, rogones de Washington que creyeron y creen que agrediendo a Cuba han hecho méritos para los favores imperiales), así van pasando los días y las tales reformas estratégicas pasan de la tragedia a la comedia y viceversa.

ELBA ESTHER GORDILLO y su pandilla de jonguitudismo legislativo (Miguel Angel Yunes, Tomás Ruiz, por ejemplo) han aceptado la función turbia de poner por delante a su partido (el PRI, se entiende) para sacar adelante la cara ambición del foxismo de imponer gravamen al consumo de alimentos y medicinas. La función de marionetas contrarias al interés popular no ha sentado bien a una parte de la bancada legislativa tricolor, que ha arreciado críticas contra la chiapaneca bisagra operativa de los acuerdos del foxismo y el salinismo.

TAMPOCO GOZAN DE BUENA fama las maniobras que pretenden abrir el camino a la legalización de las simulaciones foxistas privatizadoras del sector eléctrico y el petrolero, más que en ellas, como en las anteriores, los actores de la gran carpa política nacional se empeñan en combinar los tortazos de humor simplón con los peligrosos malabares de altura. Ayer mismo, a propósito de la aprobación del presupuesto de la Cámara de Diputados para el año entrante, los priístas volvieron a quejarse de los manejos oscuros y sospechosos de la mujer que maneja dineros del ISSSTE, del SNTE, del PRI y de San Lázaro.

TANTOS DISENSOS ESTAN encareciendo el mercado de votos legislativos y de las alianzas sostenidas y cumplidas: deseosos de sacarlas a cualquier costo, los interesados también están dispuestos a pagar chantajes e inmoralidades varias. En ese camino de arreglos en lo oscurito están los temas de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y de los consejeros del IFE y de su presidente (la maestra Elba Esther propone para encabezar el instituto electoral a Alfonso Zárate, respetable analista político que ha sido objeto de distinciones por parte de la profesora que cual rey Midas a la inversa convierte en sospechoso todo aquello que toca: si ella promueve a alguien no es por respeto intelectual o por sana intención de encontrar distancias e independencias de criterio, sino sometimientos y complicidades). La conversión de Mariano Azuela en soldado contrario al pejelagartismo forma parte también de las definiciones políticas que buscan recompensa: la facción derechista de la Corte, que tiene a Azuela como jefe (y a Ramón Muñoz, el Yunque mayor, como protector y guía), desea que el PRI y el PAN aprueben el nombramiento de dos nuevos ministros a modo, que al sustituir a quienes están en vísperas de jubilarse, rompan un cierto equilibrio entre liberales y conservadores, lo que abriría el camino a que la mayoría numérica derechista echara abajo leyes como la llamada Robles, relacionada con el aborto, secundara la postura presidencial de que no se obligue a bancos transas a devolver dinero saqueado a los mexicanos, cerrara el paso a pretensiones de transparencia, como las hechas por el jefe de Gobierno capitalino y se pusiera, pues, al servicio de la franja del poder presidencial decadente pero todavía vivo.

Y, MIENTRAS EN COLIMA deciden hoy si se preserva el reino de la corrupción y la antidemocracia, con Fernando Moreno Peña como poder tras el trono, šhasta mañana!

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