México D.F. Martes 28 de octubre de 2003
Autor del óleo Desnudo en el desierto
Tributo de Mauricio Sandoval a las asesinadas de Juárez
''Al momento de pintar sólo se debe confiar en el instinto''
MERRY MAC MASTERS
Hacer un desnudo, pero no en el sentido tradicional, es el reto que asumió el pintor Mauricio Sandoval (Aguascalientes, 1960). El óleo ''muy matérico", Desnudo en el desierto (2003), en realidad es un homenaje ''a las mujeres asesinadas de Ciudad Juárez". Sandoval explica: ''En el momento que leo cómo son encontrados los cadáveres, que les echan un ácido llamado lechada, entonces parecen deshechos, irreconocibles; esa es la forma como me aproximo a ellos".
Su contraparte sería Desnudo suprematista (2003), óleo que celebra a un movimiento artístico que trabaja Sandoval. De hecho, los homenajes están a la orden del día en Azul cortado, exposición del pintor que concluirá el 7 de noviembre en la galería Landucciarte (Colima 233, colonia Roma). De entrada, Sandoval dice haber recibido influencias de José Clemente Orozco, Henri Matisse y Marcel Duchamp.
Abstracción con dejo figurativo
Más que la historia de la pintura, Mauricio Sandoval estudia determinados artistas, pero para esto trata de apartarlos de los contextos en que los tiene encasillados la crítica. Respeta sus manifiestos si fueron hechos por los propios artistas, como en el caso del gupo Cobra o Mark Rothko junto con Gottlieb. De esa manera ha comprendido que Tiziano ''no tiene mucho en cuenta el resultado formal", sin embargo sus logros en el ámbito pictórico son ''sorprendentes".
La falta de interés por el resultado final también se traslada a su propia obra: ''Me permito la libertad de cambiar de paleta y hasta de mi forma de pintar". Relator de sus obsesiones personales, arrastradas desde la infancia, la obra de Sandoval es abstracta con un dejo figurativo.
El texto ''onírico" que escribió para el catálogo, juega con los títulos de sus cuadros y alude a la sensación de pintar: ''Es algo que te deja llevar y que controlas con el instinto. Las ideas vienen antes o después, pero en el momento de pintar, sólo se debe confiar en el instinto. Hay que desarrollar la intuición y creer en ella. Darle todo. Después se sabrá si uno se fue por el lado correcto o equivocado, aunque a veces este último es el que más aporta".
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