Fueron sujetos de severo escrutinio por diputados

Exigen mucho y los contadores de la Asamblea resultaron fiscalizados

RAUL LLANOS SAMANIEGO

Ayer no fue el día de los contadores mayores de Hacienda de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), ya que los diputados de la Comisión de Vigilancia les exigieron cuentas sobre el presupuesto que solicitan para el año próximo y los funcionarios encargados de fiscalizar los gastos del gobierno local resultaron fiscalizados, a grado tal que les negarán más de 27 millones de pesos para 2004, pues son recursos que están al margen de sus tareas prioritarias.

María de la Luz Mijangos y Carlos Sierra, integrantes del Organo Superior de Dirección de la Contaduría Mayor de Hacienda (CMH) de la ALDF, tuvieron una reunión con los integrantes de la Comisión de Vigilancia. Llegaron para defender su propuesta de gastos para el año venidero, de 169.4 millones de pesos, a los cuales anexaron otra solicitud de 15.4 millones para "nuevas necesidades"; sólo que las cosas no resultaron como esperaban, pues como no ocurría en muchos años, fueron sujetos de un severo escrutinio.

Del total solicitado los legisladores acordaron que se le autoricen solamente 157 millones de pesos y se anulen los otros 15.4 millones de pesos. Esta resolución será aprobada hoy por el pleno de la Asamblea Legislativa, que también autorizará los 716 millones de pesos que en su conjunto está pidiendo la ALDF para el año venidero.

En la sesión de la Comisión de Vigilancia, los diputados del PAN Obdulio Avila, y del PRI Jaime Aguilar Alvarez, intervinieron para manifestar su desacuerdo en reducir el monto de recursos para la CMH, pues podría afectar su labor sustantiva; sin embargo, al desglosar los montos que solicitaba la contaduría, también cuestionaron los números y terminaron por apoyar la medida.

La primera en enjuiciar a los contadores fue la perredista Guadalupe Chavira, quien dijo que sin acatar los criterios de austeridad, se pedían aumentos salariales por arriba de la inflación y recursos para viajes y viáticos hacia el interior de la República y al extranjero, un millón de pesos para posibles retiros de funcionarios y la falta de claridad en las adquisiciones. Jaime Aguilar criticó la existencia de un contralor interno de la contaduría, cuando se tiene otro específico para la ALDF, de la cual depende la CMH.

Obdulio Avila criticó a los contadores que "lejos de disminuir o desaparecer" se incrementó la partida para "artículos deportivos", siendo que son gastos que no se justifican, así como que en la partida 3605, impresiones de documentos oficiales, se pidiera un aumento de 344 por ciento, y en los viáticos para el extranjero 137 por ciento, cuestionó además las erogaciones para pasajes nacionales e internacionales.

Silvia Oliva insistió en los rubros mencionados, y añadió que se debería explicar el asunto del servicio telefónico convencional y celular, así como los dineros previstos para capacitación. Asimismo les increpó los subejercicios que de manera reiterada han mostrado en los últimos años. En el mismo tenor expuso su postura el pevemista Bernardo de la Garza.

Francisco Chiguil, del PRD, aseguró que la CMH ha sido privilegiada con los anteriores presupuestos, pues se les han autorizado aumentos que van de 12 a 13 por ciento en sus gastos, lo que no ocurrió con ninguna otra dependencia pública.

Añadió que ahora, en la petición de dinero para 2004, se tenían en algunos rubros incrementos del ciento por ciento, como viáticos para viajes al extranjero y conducción de señales analógicas, por lo que les pidió un esfuerzo para actuar con racionalidad y austeridad.

Con titubeos, los contadores respondieron a los cuestionamientos, pero no pudieron evitar que por unanimidad los diputados aprobaran el recorte presupuestal, y que se les encargara a ellos mismos que hicieran los ajustes en las áreas que consideraran factibles.