BAJO LA LUPA

Alfredo Jalife-Rahme

ƑNuevo eje Francia-Alemania-Rusia?

Doble revire estratégico del gobernante ruso Vladimir Putin

Se agudiza la paranoia de EU

UNA SEMANA DESPUES de las extrañas amenazas de muerte a Vladimir Putin, publicadas "en exclusiva" por el periódico británico The Sunday Times, el zar ruso operó dos jugadas magistrales de revire: regresa al ejército ruso a la base aérea de Kant en Kirguistán y, al día siguiente, el "oligarca" Mijail Jodorkovsky, nada menos que el hombre más rico de Rusia, y mandamás de la principal petrolera rusa (la cuarta a escala mundial) Yukos-Sibneft, es detenido en Siberia, por fraude fiscal (Interfax, 25 de octubre).

LONDRES SE HA vuelto el "centro de encuentro" de los "oligarcas" rusos encumbrados por el anterior presidente Yeltsin, además de haber brindado asilo al prófugo de la justicia Boris Berezovsky (un íntimo del criminal convicto con disfraz de "filántropo" George Soros). ƑVendió la primera petrolera mundial, Exxon-Mobil (con sede en Texas), la cabeza del "oligarca" Jodorkovsky para quedarse con 40 por ciento de las acciones de Yukos-Sibneft como había avanzado Bajo la Lupa? Se sabrá hasta que concluya el operativo de compraventa que llevó Daddy Bush a San Petersburgo en representación del Grupo Carlyle.

LA ERECCION DE un "nuevo escudo aéreo" (Putin dixit) en la base de Kant, en la república centroasiática de Kirguistán, eleva la puja de competencia entre las grandes potencias por el control de la vieja "ruta de la seda". A unos 32 kilómetros de Kant se ubica la base aérea estadunidense de Manas (en el mismo Kirguistán). A raíz del 11 de septiembre, el zar ruso Putin había permitido que Baby Bush desplegara sus tropas en la anterior zona de influencia de Rusia, con el objetivo de derrocar al régimen talibán en Afganistán. Ahora que Baby Bush se está reconciliando de nuevo con los talibanes para asegurar la "estabilidad" de Asia Central, Putin opta por reabrir su base aérea. No faltarán quienes aduzcan que el aparente endurecimiento del zar ruso es un teatro debido a las elecciones parlamentarias de diciembre y las presidenciales de marzo. En forma más cruda, The Daily Telegraph (24 de octubre) afirma que el "retorno de Rusia a Asia Central está dirigido a combatir las ambiciones de Estados Unidos".

DESDE LUEGO QUE no han cesado de existir las "zonas de traslape crepuscular" donde convergen los intereses energéticos de Washington y Moscú, en sincronía con las fracturas inocultables en el océano Atlántico entre la "vieja Europa" y la "nueva Europa" (Rumsfeld dixit) que provocó la invasión anglosajona a Irak y que ha desembocado en nuevos realineamientos. El incipiente eje geopolítico Francia-Alemania-Rusia es tildado como el "triunvirato europeo" por The Daily Telegraph, un periódico británico del grupo Hollinger que dirige el israelí-británico Conrad Blake, del que forma parte destacada el israelí-estadunidense Richard Perle, y donde Kissinger poseía un suculento paquete accionario.

EN ESTE CONTEXTO cobra mayor relieve la escalofriante confesión del zar ruso, después de su reciente cumbre con Baby Bush en Campo David, de que Rusia había sido cortejada por "personas, a través de varios canales, que tenían la intención de combatir al ejército de Estados Unidos en Afganistán" (The Saint Petersburg Times, 30 de septiembre). ƑQuién habrá sido, entre la plétora de candidatos subrepticios?

DESDE EL 11 de septiembre, "Estados Unidos ha construido, elevado de grado o expandido sus instalaciones militares" en 20 países (la mayor parte de ellos en Eurasia), de acuerdo con el seguimiento de Patrick Garrett, de Seguridad Global. Así que no debe asombrar que Rusia y China hayan formado, con cuatro repúblicas islámicas centroasiáticas (Kazajstán, Uzbekistán, Tayikistán y Kirguistán) el bloque geopolítico Organización de Cooperación de Shanghai. Los medios de Estados Unidos aseveran que China ha puesto sus ojos en el petróleo de Asia Central y que su alianza con Rusia, en este renglón, sirve para contener al Islam desde Chechenia (en el Cáucaso) hasta Xinjiang (la provincia islámica china pletórica de petróleo).

TODO EL MES de octubre los gobernantes rusos se han expresado con dureza inusitada. En respuesta a la locura de la "guerra preventiva permanente" de Cheney-Rumsfeld-Wolfowitz-Perle, el ministro de Defensa, Sergei Ivanov, adoptó el 2 de octubre la misma "política de golpe preventivo", como réplica al modelo estadunidense. Seis días después del lanzamiento temerario de la idea subversiva de tasar el petróleo en euros (los "petroeuros") en lugar de dólares -durante una conferencia de prensa conjunta en los Urales con el canciller alemán Schroeder-, Putin advirtió en una entrevista a la televisora Al Jazeera (16 de octubre) que Rusia está redesplegando los SS-19, sus misiles pesados de multiojivas variables. El zar ruso se explayó ampliamente para explicar las "virtudes" de los SS-19: "los más poderosos misiles del mundo (...) que pueden transportar varias cabezas separables (...) y que pueden penetrar cualquier sistema de defensa antimisilístico que pueda ser construido durante la década".

LA PARANOIA SE ha apoderado del equipo Bush que, después de haber sembrado sus vientos bélicos, ahora se queja de cosechar tempestades entre sus viejos aliados de la guerra fría. No hace mucho, Thomas Friedman, el conocido columnista israelí-estadunidense de The New York Times, perdió totalmente los estribos al exigir en forma delirante cuan hilarante declarar la guerra a Francia. En forma más equilibrada, un editorial de The New York Times (24 de octubre) analiza la paranoia del equipo Bush, que "ha identificado otra amenaza en el exterior": la propuesta de Francia, Alemania, Bélgica y Luxemburgo de "crear un centro de comando y una planificación militar de la Unión Europea separados de la OTAN". Nicholas Burns, embajador de Estados Unidos ante la OTAN, calificó la infidelidad europea como "uno de los mayores peligros a la relación trasatlántica". Prosigue el editorial: "Lo que más inquieta al equipo Bush no es únicamente la mayor insubordinación de los alemanes y franceses, sino que tampoco el primer ministro británico Blair se haya puesto de su lado" en relación con la proyectada fuerza europea que ha unido los criterios de Francia, Alemania y Gran Bretaña. The Daily Telegraph (24 de octubre) amarra exquisitamente las navajas y señala que el "euroejército" dependería directamente de los gobiernos de la Unión Europea y estaría financiado por el Parlamento Europeo, de acuerdo con un plan secreto del ejército alemán que cayó en manos del Partido Conservador, lo que demostraría que el premier Blair "está engañando a Gran Bretaña". Nadie duda de que Blair engañe a los británicos como engañó al mundo con sus "mentiras radiactivas" sobre Irak. Pero más allá del reparto del botín iraquí, donde convergen los intereses petroleros trasatlánticos de Baby Bush y Blair -sobre lo que versa la resolución 1511 de la ONU, de acuerdo con la cual el régimen totalitario de Siria piensa en forma pérfida quedarse con 3 mil millones de dólares del régimen de Saddam Hussein depositados en Damasco, lo que equivale a 14 por ciento de su raquítico PIB-, los intereses geopolíticos de Estados Unidos y Gran Bretaña están entrando en franca colisión en Irán, Siria y Palestina. Francia, Alemania y Gran Bretaña distinguen nítidamente entre los intereses singulares de Israel (en la etapa de la dupla Sharon-Netanyahu) con los intereses peculiares de Estados Unidos dependiendo del grupo dominante y donde están chocando frontalmente el Pentágono (en manos de Cheney-Rumsfeld-Wolfowitz-Perle, aliados de Sharon-Netanyahu) y el Departamento de Estado, dirigido por el general Colin Powell, con quien se entienden mejor los europeos.

DE ACUERDO CON la interpretación de la laica Red Voltaire, muy cercana al Partido Socialista francés (23 de octubre), Estados Unidos "recibió una bofetada" con la exitosa iniciativa diplomática tripartita de Alemania, Francia y Gran Bretaña que consiguió desactivar la crisis sobre el presunto proyecto nuclear de la teocracia de los ayatolas chiítas de Irán, adonde viajaron sus respectivos jefes de la diplomacia, Fischer, De Villepin y Straw. Estos dos últimos abundan sobre la "capacidad de los europeos para defender la paz", y los funcionarios rusos no ocultan su satisfacción por la promesa de los ayatolas de firmar tanto un protocolo adicional al tratado de no proliferación como el cese del enriquecimiento de uranio, que incluye la vigilancia a la controvertida planta nuclear de Bushehr y el retorno a Moscú del combustible usado (Pravda, 23 de octubre).

TAMPOCO HAY QUE confundirse con las clásicas acrobacias de perfidia de Gran Bretaña, que mantiene lo que hemos denominado "zonas de traslape crepuscular" con Europa continental y Rusia, de acuerdo con la cotización de sus intereses, cuando pretende en forma absurda que puede quedar bien con Dios y con el diablo, y quizá no se percate aún de que la fractura en el océano Atlántico sea más profunda, por lo que deberá optar entre el eje Estados Unidos-Israel y el eje Francia-Alemania-Rusia: su peor dilema histórico, que ni siquiera hubiera soñado el genial Shakespeare para Hamlet.

EL EQUIPO BUSH lanzó a su jauría de amanuenses a despotricar contra el acuerdo arrancado por la tripleta europea. Gary Milhollin, de Irak Watch, califica el acuerdo con Irán como similar al que consiguió Clinton con Norcorea, por lo que denuncia a los europeos como cándidos eternos (The New York Times, 23 de octubre), y Ray Takeyh, de la Universidad Nacional de Defensa, arguye que Estados Unidos no puede confiar su propia seguridad a los europeos, por lo que se debe ignorar el acuerdo para que Washington negocie en forma bilateral con Teherán (International Herald Tribune, 23 de octubre). El orden multilateral le sienta pésimamente al equipo Bush. Pero nadie en los medios estadunidenses se atreve a abordar el tema nodal en forma integral: la loable abolición de todo tipo de "armas de destrucción masiva" -es decir, nucleares, bioquímicas y radiológicas- por todos los países de Medio Oriente sin excepción, incluido Israel, y por los perpetuos ejércitos invasores, incluido Estados Unidos.

EN REFERENCIA A un sensato artículo de Christopher Weafer (The Moscow Times, 23 de octubre) sobre el momento único de Europa y Rusia para cotizar el petróleo en euros, la aguerrida Red Voltaire destaca el acercamiento espectacular de Rusia con Alemania y Francia. Putin está restableciendo la "independencia económica de Rusia", que "desafía de nuevo a Estados Unidos": pagó en forma anticipada deuda de Rusia al FMI, y anunció, durante la vista del premier francés Jean-Pierre Raffarin a Moscú, el 6 de octubre, que estaba dispuesto a devolver 41 mil millones de dólares, también en forma anticipada, al acreedor Club de París. Con motivo de la visita del canciller Schroeder a los Montes Urales, el zar ruso anunció que el "Estado ruso pensaba retomar el control de los recursos nacionales de gas y petróleo y vislumbraba organizar un mercado en euros". šAnda bravísimo Putin! ƑNos encontramos ante la eclosión gradual del nuevo eje Francia, Alemania y Rusia, que todavía no se atreve a pronunciar su nombre abiertamente, con el fin de contrarrestar el unilateralismo neoimperial del equipo Bush?

A JUICIO DE la Red Voltaire, los petroeuros "han inquietado intensamente a Washington, que puso en acción a los oligarcas. En primer lugar, a Mijail Jodorkovsky, el mandamás de Yukos, aconsejado por Henry Kissinger y Condoleezza Rice, quien amenazó públicamente al Kremlin". šNada más! Ahora se entienden mejor las amenazas de muerte teledirigidas desde el periódico británico The Sunday Times, así como la réplica ulterior del zar ruso en su lucha letal contra los "oligarcas" que fungen sin fingir como el caballo de Troya de la petrocracia texana y la gasocracia anglosajona.