"Se dice Cuba como se dice dignidad", afirma en video

Crece la resistencia contra "la pareja globalización-neoliberalismo": Marcos

BLANCHE PETRICH

A veces sucede que la pluma y la espada coinciden y así ocurrió ayer en el Polyforum Siqueiros, donde mediante un video el dirigente del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, subcomandante Marcos, quien se definió como soldado zapatista, participó en el debate de intelectuales En defensa de la humanidad. Sostuvo que el fenómeno de la resistencia contra "la pareja globalización-neoliberalismo" incorpora "cada vez de manera más acentuada" amplios sectores de la población en todo el mundo, sin importar clases sociales.

Y al nombrar lo que llamó "las heridas abiertas" del planeta, se pronunció en solidaridad con los pueblos en resistencia de Palestina, los Balcanes, Euskal Herria, Bolivia, Chiapas y, de manera inusual, Cuba. "Se dice Cuba -dijo al denunciar el cerco que vive la isla- como se dice dignidad."

En una rara alusión a la revolución cubana, el subcomandante refirió que en el Caribe "un pueblo enfrenta un cerco que no tiene nada de figura literaria. Ese pueblo ha conseguido que su solo nombre convoque una historia de lucha y resistencia, de generosidad y valentía, de nobleza y hermandad".

Entre sus aportaciones al debate de intelectuales sobre las nuevas definiciones del imperialismo y las alternativas para enfrentarlo desde las luchas sociales y el pensamiento crítico, Marcos dijo que la lucha contra la globalización del poder (y contra su sostén ideológico, el neoliberalismo) "no es exclusiva de un pensamiento o de una bandera política o de un territorio geográfico", sino "cuestión de sobrevivencia humana", y que hoy son muchas las fuerzas que resisten, como fueron, durante la Segunda Guerra Mundial, multitud de fuerzas las que resistieron y lucharon contra el fascismo.

Esas que llamó "bolsas de resistencias" en todo el mundo se comunican entre sí por caminos insólitos y no autorizados. "Las superautopistas de la información, concebidas para facilitar el flujo de mercancías y dineros, empiezan a ver, no sin pavor, que son transitadas por viejas carretas, bestias de carga y peatones que no intercambian mercancías y capitales sino algo muy peligroso: experiencias, apoyos mutuos, historias."

Hay, añadió, "algo nuevo que irrumpe aquí y allá"; procesos que aún no se entienden ni digieren. Pero aun fragmentados, precipitados, inmediatos, estos procesos dejan algo claro: "No es cierto que perdimos nosotros y, sobre todo, que ganaron ellos. La historia tiene aún mucho hilo que tejer y no acaba por adivinarse siquiera el dibujo ni el color de este gigantesco tapiz que es el que la humanidad habrá de tener".

Eso fue lo que alcanzó a decir Marcos. Lo sustancial del mensaje videograbado y proyectado en pantalla gigante en una plenaria del foro corrió a cuenta de Don Durito de la Lacandona, el escarabajo para quien el sup trabaja de escudero, y que también envió ponencia.

Durito comparó el mundo globalizado con un globo inflado o, como dicen en Chiapas, con una vejiga. El fenómeno, pues, se llama vejigaización. Así, cada país es un globo que revienta y al que se le sale su costumbre, su palabra, su cultura, su economía, su gente. Ya sin alma, al país se le mete el alma del dinero y se convierte en tiendita. La gente de cada país se convierte en consumidores y los dueños de la tienda son los dueños del dinero mundial. Los gobernantes y los políticos que abren la puerta a los dueños del dinero vienen siendo los encargados que sólo dan buenas cuentas al patrón. "Es así, más o menos, como funciona la globalización", concluyó Durito.