México D.F. Sábado 25 de octubre de 2003
Recibieron sus premios los galardonados con
el Príncipe de Asturias
Como el imperio romano, EU castiga a quien considera
que lo desafía: Sontag
AFP Y DPA
Oviedo 24 de octubre. La escritora estadunidense
Susan Sontag (Nueva York, 1933) una de las voces más críticas
y comprometidas con causas justas desde los años 60 y quien hoy
recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2003,
comparó a Estados Unidos con el imperio romano, ''al que nadie puede
desafiar" sin ser sujeto de represalias.
Resulta extraño, dijo, que el gobierno de George
W. Bush primero conquiste Irak ''y luego pida dinero para reconstruirlo,
pero no hay que sorprenderse. El poder imperial puede hacer ese tipo de
cosas y quien se oponga tendrá agravios".
Al
recibir de manos del príncipe de Asturias el premio de Letras que
Sontag comparte con la escritora marroquí Fátima Mernissi,
la estadunidense dejó a Bush a un lado y se ocupó en cambio
de la literatura, la cual encarna ''valores utópicos" que, a pesar
de que ''no se han cumplido" aún ''estimulan a los escritores" y
''alimentan a los verdaderos lectores".
En su intervención durante la ceremonia celebrada
en el teatro Campoamor, Sontag consideró que los modelos en los
que se debe basar la creación literaria pasan en primer lugar por
el ''desprecio a los valores mercenarios".
La mejor reflexión sobre un premio literario ''es
que afirma la importancia y la gloria de la literatura", manifestación
artística que ''en su más valiosa acepción" representa
''metas ideales" nunca alcanzadas del todo, pero que son ''aún más
irresistibles y ejercen mayor autoridad como ideales porque resulta muy
difícil mantenerlos".
Para la también ensayista, las pautas de ''excelencia
literaria'' son ''una lección cardinal sobre la realidad y la conveniencia
de un mundo que aún es irreductiblemente plural, diverso y variado".
El cowboy contra Simbad
Por su parte, la escritora marroquí Fatima Mernissi
pronunció un discurso más crítico con la situación
internacional, enfrentando dos modelos, el del cowboy y el de Simbad
el marino, pero asegurando que no se relacionaban necesariamente de forma
directa con Estados Unidos e Irak.
Mernissi dijo que ambos modelos se enfrentan, preguntándose
''quién vencerá en la globalización.
''Todos tenemos miedo al cowboy", afirmó
Mernissi, porque si un extranjero se acerca ''automáticamente saca
sus revólveres.
''No tememos a Simbad el marino", dijo la marroquí,
porque en los cuentos muestra que ''la suerte de poder viajar a islas lejanas
y comunicarse con los extranjeros le daba placeres y beneficios", aseguró.
Mernissi opuso la civilización del cowboy,
en la que ''el extranjero siempre es el enemigo, porque el poder y la gloria
proceden del control de las fronteras", y la de Simbad, ''una civilización
de viajeros-comunicadores".
Por último, aunque no ofreció ningún
discurso, el otro premio eminentemente cultural de la tarde fue el de las
Artes, concedido a Miquel Barceló.
Cuando se anunció el premio, el jurado del galardón
subrayó la ''extraordinaria originalidad" del pintor nacido en 1957,
calificado como ''creador excepcional en todas las variantes de las artes
plásticas".
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