México D.F. Sábado 25 de octubre de 2003
El líder indígena boliviano condena en San Lázaro a los gobiernos neoliberales
La privatización de servicios públicos genera hambre y miseria: Evo Morales
Abierta oposición de los diputados panistas a la intervención del político sudamericano
ROBERTO GARDUÑO
Privatizar los servicios públicos significa violar los derechos humanos, porque "de ahí viene el hambre, la miseria, la marginación y discriminación", sostuvo Evo Morales. Invitado especial en la Cámara de Diputados, el dirigente indígena boliviano criticó a un sector de empresarios que forma parte de los grupos gobernantes porque "son parásitos del pueblo, son parte de la clase política que saca créditos y cuando no pueden pagar dicen 'condonación' y condonan, pero a los pequeños prestatarios no les conceden ninguna reprogramación".
La respuesta de Evo Morales a la acción de esa clase política se endureció por la doble moral que ésta impone: primero apela al apoyo del pueblo y después reniega de él.
"ƑQué nos decía la clase política? Que la política de los campesinos y los quechuas y aymaras es de palo y pico, que no tenemos derecho a hacer política, pero cuando llegan las elecciones nosotros tenemos la obligación de votar por ellos. Si ganan, nos someten a su política de miseria y hambre."
A la suma del oportunismo de un sector que ejerce el poder político se agrega la presión de los organismos financieros inter-nacionales porque su naturaleza es la de desnacionalizar los recursos de los pueblos y someterlos a los dictados de sus intereses.
"Qué bueno sería que los representantes del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional nos escuchen, que dejen de chantajear a nuestros gobiernos; que dejen de seguir saqueando nuestros recursos naturales, que dejen de privatizar los servicios básicos, que respeten la vida humana, y así podremos entre mexicanos, bolivianos y latinoamericanos construir una sociedad donde no haya marginación, discriminación, ni explotadores, ni explotados."
El dirigente boliviano apeló a la organización popular -indígena, campesina y trabajadora- para defender los recursos naturales. "Estoy convencidísimo de que con el poder del pueblo, con su conciencia vamos a recuperar la propiedad de los hidrocarburos, del gas, para que las trasnacionales respeten nuestros recursos naturales".
Al acudir al recinto de San Lázaro, invitado por las fracciones parlamentarias del PT y PRD que fueron respaldadas por el PRI, Convergencia y PVEM, y fue objeto de rechazo por parte del PAN, el dirigente indígena boliviano rechazó tácitamente la fórmula privatizadora de los gobiernos que mantienen el dogma neoliberal.
Por su parte, Pablo Gómez, líder del grupo parlamentario del PRD, manifestó que el programa neoliberal no ha representado el menor progreso y no ha resuelto problemas en ninguna parte del mundo, y en 20 años se ha desarrollado una corriente mundial que señala que es desde las instituciones financieras donde se ha aplicado a todo el mundo el programa del neoliberalismo.
El levantamiento popular en Bolivia, dijo, "debe a nosotros, también, enseñarnos cosas. México es un país que compra gas, pero que tiene este recurso. Cuando el gobierno decide que hay que dejar de importar gas porque tiene un precio artificial, el gas en México cuesta lo que decide el mercado en Texas. El precio del gas mexicano se decide en Texas, no en México. Entonces lanza una convocatoria para que las trasnacionales construyan los pozos. Y resulta que ahora, a despecho de lo que señala la Constitución, tenemos que contratar los servicios de trasnacionales para hacer agujeros en la tierra. Todo está mal: el precio del gas que pagamos cada vez que compramos cualquier producto industrial, la manera en que se obtiene, todo es un desastre".
También Gonzalo Yáñez, coordinador de la bancada del PT sostuvo que "las lecciones que nos brindan las heroicas luchas del pueblo boliviano al pueblo de México pasan por la movilización popular, que es el arma fundamental para vencer a los representantes de la oligarquía mundial; los parlamentos de Latinoamérica, y en particular sus diputados, como representantes populares, debemos ser el instrumento de la sociedad y del pueblo para articularnos con los movimientos sociales que defienden la soberanía nacional y la articulación de la vía social de corte democrático y popular".
El intento panista por impedir la presencia de Morales
El acto, que resultó un éxito, no se hubiese realizado si la decisión del PAN fuera la de mayor peso en San Lázaro. Desde el lunes pasado en la reunión de la Junta de Coordinación Política, el coordinador adjunto de los panistas, Germán Martínez, rechazó la idea del encuentro con Evo Morales porque su presencia en la Cámara de Diputados implicaría avalar la resistencia popular contra las políticas privatizadoras del Estado.
Martínez, quien se ha distinguido por llevar hasta el extremo sus posiciones políticas colocando en riesgo los equilibrios en el palacio legislativo, buscó ese día el apoyo del PRI, no obstante ese partido dio el sí a la propuesta de los petistas y perredistas. Desde ese día el panismo anunció que no participaría en el encuentro, al grado que el jueves por la noche la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, la panista Adriana González, se comunicó con Yáñez para informarle que su partido no intervendría, e inclusive la consigna para los legisladores del blanquiazul fue que no se pararan en el Salón Verde, que por otra parte registró un lleno como en pocas ocasiones.
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