México D.F. Viernes 24 de octubre de 2003
Singulares híbridos sonoros de varias
regiones en la Alhóndiga de Granaditas
Al hacer convivir culturas y personas, Esta cautivó
al público con su música
El pueblo de Israel espera vivir y dejar vivir, expresó
la vocalista del quinteto
CARLOS PAUL ENVIADO
Guanajuato, Gto., 23 de octubre. Un concierto que
unió atmósferas musicales provenientes de Medio Oriente,
los Balcanes y el Mediterráneo, fue lo que ofreció el quinteto
israelí Esta, que logró levantar de sus asientos a los cerca
de 3 mil espectadores que se dieron cita la noche del miércoles
en la Alhóndiga de Granaditas.
Una
mezcla de sonidos ondulantes y cálidos, por momentos vertiginosos
de las culturas judía, celta, africana y occidental, interpretados
por Amir Gwirtzman (flautas y metales), Sholomo Deshet (batería
y percusiones), Ori Beanstock (guitarra eléctrica) y Bentzi Gafni
(bajo), acompañados por la cantante Yarona Harel, penetraron el
alma de los escuchas para salir en forma de aplausos y movimientos rítmicos.
Cantos que hablan de la paz y que por generaciones han
sido interpretados en las sinagogas sefarditas se mezclaron con la música
contemporánea del quinteto.
La tristeza habita Medio Oriente
''No hemos perdido la esperanza, aun después de
2 mil años. Vivir en nuestra tierra, vivir y dejar vivir como pueblo
libre en nuestro tiempo, de encontrarnos sentados todos juntos en paz,
debajo de nuestras viñas", expresó Yaroma, mientras tres
jóvenes del público ondeaban banderas de Palestina al grito
de ''Por una Palestina libre".
Entre las rolas que prendieron al público
estuvo Noches de satín blanco, del legendario grupo Moody
Blues, interpretación que devino experiencia salvaje.
La dulce y por momentos grave voz de Yaroma dieron cuerpo
a hermosas canciones de amor antes de que Gwirtzman mostrará su
versatilidad y virtuosismo en la interpretación con diversos instrumentos
de aliento, desde flautas turcas hasta sax, clarinete y gaita. Lo propio
hizo Deshet en un solo de percusiones.
Los
singulares híbridos entre música tradicional, rock, hip hop
y reggae fue el distintivo de cada uno de los 15 temas con los que Esta
cautivó al público de la Alhóndiga, lo que al final
del concierto ocasionó que centenares de jóvenes se volcaran
a la parte baja del escenario para continuar bailando al ritmo de la gaita.
Nuestra música y lo que expresa es una forma de
hacer llegar a las personas lo que pensamos y sentimos; esto es, "que la
gente viva junta y en paz, pues me prometí no hablar de política
-comentaría a La Jornada, luego del concierto, el líder
del grupo, Sholomo Deshet-. Para nosotros, el hecho de que interpretemos
diversos instrumentos de distintas regiones es una manera de reflejar que
las culturas y las personas también pueden convivir.
''Vivimos en una región inmersa en la tristeza,
todos los días sabemos de amigos, conocidos o familiares que mueren;
por eso, sólo algunas de nuestras canciones tienen tono melancólico,
pero lo que al final tratamos de transmitir es la esperanza."
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