CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

Justicia ciega: para muestra dos yerros

POR MAS vueltas que se den hoy y mañana, el Poder Judicial del país ya está más allá del entredicho. Los fallos de los juzgadores, tanto en el caso del Paraje San Juan como en el de la delegación Miguel Hidalgo, son muestras indiscutibles de los yerros de la justicia sin sentido que pone, cuando menos a la ciudad de México, al borde de un caos donde la corrupción o el sesgo político parecen tener más peso que la propia ley.

NO SE trata de revolver o de forzar una situación que no tuviera ningún paralelo. Más bien, el asunto de la justicia, o mejor dicho de la injusticia, ha mostrado en este par de asuntos una desnudez vergonzosa que ya restó credibilidad y confianza del ciudadano a una de las muy pocas instancias, quizá la única, que se suponía ajena a la corrupción y a intereses políticos de coyuntura.

PERO ES una situación que ya quedó marcada en la historia. La Corte ha cercado, con base en falsedades, al gobernante de la ciudad de México. El fallo de esa instancia causará, de llegar a cumplirse, un trastorno a la sociedad, entre otras cosas por la disminución de recursos para invertir en las obras de beneficio social programadas.

PERO SOBRE todo irá en contra del sistema de justicia que con base en un hecho ilegal impone un castigo a una población cada vez más pobre, más marginada de los bienes necesarios para la subsistencia digna, y beneficia a quienes deberían ser castigados por corromper la ley.

LOPEZ OBRADOR se niega a formar parte de ese círculo que debilita a las instituciones y perjudica a sus gobernados. Así, cercado por la orden judicial prefiere dejar el poder que unirse al coro de la corrupción.

ES FACIL para muchos alegar que el jefe de Gobierno se niega a cumplir con lo que impone la más alta jerarquía judicial del país y, ciegos en el argumento, desconocen, porque así conviene a sus intereses, la magnitud del hecho fraudulento.

NADA NI nadie está por encima de la ley, repiten a coro los interesados en descarrilar al gobierno citadino, nada ni nadie está por encima de la ley, sólo la corrupción, podría agregarse a la sentencia manipulada.

NO OBSTANTE, la sorpresa mayor deberá darse cuando la gente vaya hasta donde "ejercen la justicia" los jueces y allí adviertan, como lo hizo el jefe de Gobierno, que "el pueblo se cansa de tanta pinche transa".

POR SI fuera poco, se ha iniciado un juego con navaja de doble filo entre Marcelo Ebrard y Samuel del Villar. Se dice que el ex procurador perdió el juicio que ahora lleva al gobierno al pago de una de las más injustas indemnizaciones de las que se tenga memoria, pero se necesita de una supina ignorancia para hacer creer tal cosa.

POR LO pronto, Del Villar no es quien dice que Ebrard dio como buenos los papeles que señalaban a un solo dueño en el caso del Paraje San Juan, es la Corte la que lo señala como el firmante de tal desatino. Además no existió en el gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas ni en el de Rosario Robles una denuncia sobre este caso que hubiera permitido la actuación del entonces procurador del Distrito Federal.

DE CUALQUIER forma, el asunto vuelve a caer en el ámbito de los magistrados, ministros y jueces que nunca dudaron de los documentos que se les presentaron.

Y QUE decir del Tribunal Electoral del Distrito Federal, que decidió, como ya lo habíamos comentado en este espacio, echar abajo el dictamen del Instituto Electoral del DF, con lo que plantean que la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, de avalar el triunfo panista en la elección de Miguel Hidalgo, tuvo como base una investigación irregular, pero de esto ya hablaremos la semana próxima. Por lo pronto, una recomendación: no caiga en manos de la justicia, a menos que sea culpable del ilícito que demanda.

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