Inaugura Annan en Madrid la conferencia de donantes; recaudar 36 mil mdd, meta

La reconstrucción de Irak no puede esperar a que haya un gobierno soberano: ONU

La reunión, "oportunidad para abrir la puerta a inversiones" en el país árabe, admite España

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 23 de octubre. La reconstrucción de Irak "no puede esperar al establecimiento de un gobierno soberano", sostuvo hoy aquí el se-cretario general de la Organización de Na-ciones Unidas (ONU), Kofi Annan, al pedir la "solidaridad internacional" a fin de recaudar 36 mil millones de dólares para "reconstruir" el país ocupado.

Bajo un masivo dispositivo de seguridad, para el que se movilizaron más de 5 mil agentes policiales, las delegaciones de 68 naciones se reunieron aquí para asistir a la primera conferencia de países donantes de Irak, organizada por Estados Unidos, España, Japón y los Emiratos Árabes, así como por organismos internacionales como el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), éstos responsables de gestionar el dinero que se recaude estos días.

La reunión en Madrid coincidió con la decisión adoptada por el Parlamento Europeo, en Estrasburgo, de rechazar la iniciativa presentada por el Grupo Popular Europeo, conservador, de aumentar a 500 millones de dólares las ayudas que se destinarán a Irak hasta finales de 2004, con lo que el monto europeo se limitará a los 200 millones que propuso la institución comunitaria.

El gobierno español de José María Aznar fue designado por Estados Unidos para coordinar esta conferencia de donantes, que en su primer día se caracterizó por la mala organización, la escasez de información para los medios de comunicación y una ostensible reducción de los objetivos iniciales, ya que ahora la meta es la mitad del monto del dinero que se esperaba recaudar, de 70 mil millones a 36 mil millones de dólares.

El secretario general de la ONU y la ministra de Asuntos Exteriores de España, Ana Palacio, fueron los encargados de abrir las sesiones de trabajo, en las que mediante me-sas temáticas se pretende analizar e identificar las necesidades más apremiantes del país árabe y sentar las bases del que será, supuestamente, un nuevo "modelo democrático".

Annan señaló que una de las prioridades "inmediatas" es mantener y fortalecer el mayor tiempo posible el programa petróleo por alimentos, gracias al cual, dijo, sobrevive 60 por ciento de la población iraquí.

Acto seguido, afirmó que para que Irak se convierta en un país "democrático" es esencial su "reconstrucción, pero ésta no debe depender de la existencia de un gobierno soberano" en el país árabe.

De recaudarse ahora un primer fondo de 36 mil millones de dólares, afirmó, se po-drían alcanzar las tres prioridades que requiere con urgencia el país invadido: recomponer un entorno de seguridad, crear un nuevo "liderazgo iraquí" y establecer un entorno de cambios institucionales en materia política y económica.

John Snow, secretario del Tesoro de Estados Unidos, afirmó ante empresarios de 47 países, reunidos en una cumbre paralela, que "mañana sorprenderemos a algunos en la prensa cuando el tamaño del flujo del apoyo se haga visible".

No dio una cifra concreta ni explicó cómo se gestionarán los 20 mil millones de dólares que aportará su país, que según las primeras versiones estará al margen del fondo fiduciario que se creará en esta reunión.

Al mismo tiempo, representantes del BM confirmaron que su aportación será de 4 mil millones de dólares, mientras que el FMI prometió "apoyo financiero", que se suman a las promesas de Japón, Canadá, Reino Unido y España, que participan con cantidades más pequeñas.

El comisionado del gobierno español para Irak, Fernando Díez Moreno, señaló que el fondo se dividirá en dos ventanillas, que administrarán el BM y el FMI, al tiempo que aclaró que la reunión internacional "no será una feria de contratos, sino una oportunidad para abrir la puerta a inversiones fijas y permanentes a Irak".

En la conferencia de donantes se encuentran destacadas autoridades "provisionales" de Irak y representantes del país ocupante, Estados Unidos, como Colin Powell, secretario de Estado, y Paul Bremer, designado por el presidente George W. Bush "gobernador civil de Irak", así como enviados de la mayoría de los países europeos, latinoamericanos y árabes, entre ellos Irán, Siria, Jordania, Alemania, Francia, México y Brasil.

Algunos países que se opusieron a la invasión de Irak, aunque legitimaron la ocupación al aprobar una reciente resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, como Francia, Rusia y Alemania, no han comprometido más dinero del que ya han anunciado, a pesar de los llamados para que incrementen su aportación.

En medio de estas negociaciones, Bremer desmintió la denuncia formulada por la organización no gubernamental Cristian Aid, con sede en Londres, sobre la desaparición de 4 mil millones de dólares provenientes de la venta de petróleo iraquí en "cuentas bancarias opacas gestionadas por la autoridad provisional de la coalición", que controla el gobierno de Washington.

Al margen de la conferencia, Médicos sin Fronteras rechazó el término de "reconstrucción" que se maneja para Irak, y sostuvo que en el país ocupado se vive una etapa de "inestabilidad", la situación sanitaria "es crítica y es enorme el potencial para el brote de enfermedades".

El sombrío panorama de Médicos sin Fronteras, que criticó a la administración impuesta por Washington en Bagdad, fue confirmado por representantes del gobierno impuesto por los invasores.

En su turno, Mowafkak al Rubaie, representante del consejo de gobierno provisional de Irak, y Mohamed Jassim Yudayur al Otib, ministro designado para asuntos de desplazados y migración, atribuyeron la dramática situación que vive su país al derrocado ex presidente Saddam Hussein.

Sin embargo, el ministro de desplazados y migración reconoció que luego de los bombardeos y la ocupación al menos un millón y medio de personas se encuentran en situación de desplazados, que se suman a los más de 4 millones de iraquíes que optaron los últimos años por la migración, sobre todo a países europeos y a Estados Unidos.

Interrogados acerca de la situación jurídica y humanitaria en que se encuentran centenares de personas detenidas por presunta participación en la resistencia, los representantes iraquíes explicaron que "únicamente 55 por ciento de los prisioneros está bajo la ley y la policía iraquíes", por lo que el resto estaría en manos de los ejércitos de ocupación.