México D.F. Miércoles 22 de octubre de 2003
Aseguran que hallaron genes modificados en semillas de 2 municipios chihuahuenses
Demandan ONG a la Sagarpa investigar contaminación de maíz en la Tarahumara
Afirman que organismos gubernamentales han repartido plantas con toxinas
MIROSLAVA BREACH VELDUCEA CORRESPONSAL
Chihuahua, Chih., 21 de octubre. Organizaciones no gubernamentales (ONG) exigieron a la delegación de la Secretaría de Agricultura (Sagarpa) en la entidad y a Desarrollo Rural del gobierno del estado llevar a cabo una investigación para detectar el origen de la distribución de maíz transgénico en la sierra Tarahumara, lo cual representa una amenaza para la seguridad alimenticia de las comunidades indígenas que dependen del autoconsumo.
María Teresa Guerrero y Pedro Turuséachi, miembros de la organización Consultoría Técnica Comunitaria AC, y Rosario Mesta, de la Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos (Cosyddhac), presentaron el resultado de una investigación, durante la cual tomaron muestras en parcelas de maíz en las comunidades indígenas de los municipios de Guachochi y Carichí. Encontraron que existe contaminación de la toxina de Bt Cry9c, correspondiente al maíz Starlink de la empresa Aventis de Bayer, variedad que está prohibida para el consumo humano en Estados Unidos (bacillus thuringiensis); Bt-Cry1ab/1ac, presente en productos YieldGard, de la empresa Monsanto y Knockaou de Novartis, propiedad de la empresa Syngenta y Nature Gard de Mycogen.
Los responsables de la investigación indicaron que las toxinas encontradas en el maíz cultivado por indígenas de la sierra Tarahumara, que tienen una producción de autoconsumo, coinciden con las del maíz nativo contaminado de Oaxaca y otros estados del país.
María Teresa Guerrero reconoció que los muestreos no son todavía prueba de que la producción de ese cereal en la sierra Tarahumara esté alterada por la contaminación con transgénicos, pero sí indicativo de que la semilla criolla o nativa está en riesgo.
En ese sentido, exigieron a la Sagarpa y a la Secretaría de Desarrollo Social abrir una investigación para detectar el origen de la contaminación de maíz modificado genéticamente, toda vez que el avance en la afectación del grano criollo es un riesgo para la salud humana y para el medio ambiente, así como una amenaza para la seguridad alimenticia.
Los miembros de las organizaciones no gubernamentales indicaron que al menos en la sierra Tarahumara, una de las fuentes de contaminación es el maíz distribuido por los organismos gubernamentales que apoyan los programas de asistencia en las comunidades indígenas y zonas marginadas, como la Coordinadora de la Tarahumara, organismo descentralizado del gobierno estatal, y los programas que obtienen recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales, cuando realizan entrega de despensas y granos en apoyo de la gente afectada por la sequía.
Ante esa situación, pidieron que cualquier ayuda que consista en la entrega de maíz cuente con certificado que determine su procedencia y garantice que está libre de transgénicos. Además que se convoque a una reunión interinstitucional, en la que se analice la aplicación de medidas para evitar que se extienda la contaminación de maíz genéticamente modificado por la Tarahumara.
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