México D.F. Miércoles 22 de octubre de 2003
Diagnóstico del titular del Instituto
de Matemáticas, aspirante a rector
La UNAM no ha sabido responder a las expectativas de
la sociedad: De la Peña
Resume: 40% de los egresados no hallaron trabajo en
2001 Opina que la máxima casa de estudios puede seguir como institución
de masas sin perder calidad académica
JOSE GALAN
La Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM) no ha sabido responder a las expectativas de la sociedad mexicana:
40 por ciento de sus egresados no encontraron trabajo en 2001; los niveles
académicos de los estudiantes de bachillerato son muy bajos; las
carreras no se han modernizado, y los planes de estudio y profesores son
los desde hace años; el crecimiento de la planta de científicos
está estancada, y su proceso de descentralización avanza
muy lentamente.
Este
es el resumen del diagnóstico que sobre la principal universidad
pública del país presentó José Antonio de la
Peña, director del Instituto de Matemáticas y aspirante a
suceder a Juan Ramón De la Fuente en la rectoría. Agregó
que la UNAM se ha comprometido en un proceso de reforma que debe terminar
en un Congreso Universitario. "Este congreso ha sido pospuesto por años,
ocasionando la postergación de cambios y reformas académicas
indispensables para la institución", agregó en conferencia
de prensa.
Subrayó que su intención al participar en
el proceso electoral interno es abrir espacios de discusión sobre
los problemas de la universidad, aportando puntos de vista y propuestas
al esfuerzo de construcción de una visión integral de la
universidad que el país necesita para el siglo xxi.
Consideró que el proyecto de desarrollo universitario
para los próximos años deberá ser resultado de la
discusión y análisis que se lleve a cabo en un proceso "amplio
y participativo".
Los compromisos de la UNAM con la sociedad mexicana, sostuvo,
son cada día más grandes y profundos, pero que debe fortalecer
su vida académica y transformarse para responder mejor y más
eficientemente a las necesidades sociales.
"El liderazgo que la consecución de estas metas
debe dar a la UNAM le permitirá ser escuchada por la sociedad y
el gobierno, tanto cuando señale rutas para la educación
o la ciencia nacionales como cuando señale sus necesidades para
poder cumplir mejor sus tareas", añadió.
Consideró como prioridad encarar "con decisión"
en un futuro próximo los rezagos académicos pendientes, "y
que se han agravado debido a los cambios de la sociedad y los avances del
conocimiento". Por ello, dijo que su propuesta se funda en dos principios
básicos: emprender una transformación profunda con base en
sus recursos humanos, profesores e investigadores; su prestigio y su infraestructura
y, en segundo lugar, las responsabilidades sociales y de liderazgo educativo
nacional. "La planeación del futuro de la UNAM está indisolublemente
ligada al desarrollo del país", añadió.
La universidad puede seguir siendo una institución
de masas sin perder calidad académica; a pesar de los problemas
económicos que la afectan como reflejo de la situación del
país, puede cumplir eficientemente con sus compromisos sociales.
"Creemos que, a pesar de las crisis recurrentes por las que atraviesan
las instituciones educativas del país, la UNAM puede encontrar un
camino de trabajo y responsabilidad compartida por todos los actores de
su vida académica", añadió.
De los 17 mil 200 egresados que sí encontraron
trabajo en 2001, 32 por ciento tiene salarios entre 2 mil y 5 mil pesos
mensuales; 29 por ciento ejerce una actividad ajena a su formación;
29 por ciento gana menos de 2 mil pesos mensuales, y sólo 17 por
ciento gana más de 7 mil pesos al mes. Mientras que el Instituto
Politécnico Nacional tiene 72 por ciento de sus estudiantes en matrículas
acreditadas por el Consejo para la Acreditación de Estudios Superiores,
la UNAM sólo tiene a 20 por ciento de su matrícula; la Universidad
Autónoma de Nuevo León a 57 por ciento, y la Universidad
Autónoma de Yucatán, 37 por ciento.
Durante 2002 y lo que va de 2003 no se ha contratado personal
académico, mientras que el número de patentes registradas
por la universidad "sigue siendo ridículamente bajo", y mantiene
rezagos importantes en investigación en cómputo debido a
que nunca se ha impulsado su desarrollo.
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