México D.F. Miércoles 22 de octubre de 2003
Participaron autoridades ambientales locales
y federales; decomisan madera
Operativo contra tala ilegal en el Ajusco
Durante la verificación a un aserradero, supuestos
comuneros agredieron a la prensa
BERTHA TERESA RAMIREZ
"Dicen que nos estamos acabando el Ajusco. Y si se acaba,
¿qué? Es nuestro", expresaron supuestos comuneros de Santo
Tomás Ajusco, durante un operativo conjunto que realizaron
autoridades de la Comisión de Recursos Naturales (Corena), del DF,
y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa)
para detectar tala ilegal de árboles, así como centros de
almacenamiento de madera que entra a la ciudad de manera ilegal.
Más
tarde el director ejecutivo de la Corena, Ernesto Ruiz, dijo que el operativo
se realizó a petición del presidente de bienes comunales
de la localidad, José Guadalupe Romero, quien ha denunciado la existencia
de aserraderos clandestinos, que obtienen madera en forma ilegal para luego
facturarla y venderla.
No obstante, reconoció que durante las inspecciones
hay resistencia debido a que algunos comuneros se sienten con derecho de
explotar lo que consideran suyo. Indicó que las inconformidades
y las prácticas ilegales se acabarían si se permitiera el
usufructo de los bosques de manera controlada y bajo la supervisión
del Gobierno del Distrito Federal y autoridades ambientales.
Agregó que mediante estos operativos se
pretende evitar el almacenamiento ilegal y el lavado de madera que
realizar aserraderos autorizados para explotar cortes que les llegan sin
acreditar su procedencia.
Indicó que en la zona se explotan anualmente 400
metros cúbicos de madera, y 50 por ciento se hace de manera ilegal,
por lo que los operativos serán permanentes. En la acción
de ayer se verificaron ocho aserraderos en la zona y se detectó
que uno de ellos era clandestino, y se incautaron 5 mil metros cúbicos
de madera, 10 trozas de árbol, 28 vigas y 44 tablas.
Los supuestos campesinos, que más bien actuaban
como guaruras, trataron de ocultar lo que había en un predio
donde se procesa madera, y a empujones, insultos, gritos y jaloneos expulsaron
del predio -ubicado en la calle José María Morelos y Pavón
sin número, en dicho poblado- a funcionarios de Comunicación
Social de la Secretaría del Medio Ambiente del DF y reporteros.
-¡Retírense, retírense!, ¡no
queremos hablar com ustedes! -increpaban varios sujetos a los reporteros,
mientras otros jaloneaban a los fotógrafos que intentaban tomar
imágenes, argumentado que se trataba de propiedad privada. "¡Bajen
sus micrófonos, pinches mentirosos!", ordenaban.
Por un resquicio de la puerta de entrada al predio, en
medio de empellones, los reporteros sólo pudieron observar que los
funcionarios de las citadas dependencias llevaban a cabo la verificación
de madera procesada, troncos y maquinaria, para detectar alguna irregularidad.
La tensión aumentó, ante lo cual los encargados del traslado
de los reporteros decidieron que éstos abandonaran el lugar.
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