México D.F. Miércoles 22 de octubre de 2003
Unionistas consideran que el acuerdo para el
desarme del ERI "no es transparente"
Fracasa intento por reactivar el proceso de paz en
Irlanda del Norte
Blair sostiene que se respetará la fecha de las
elecciones fijada para el 26 de noviembre
REUTERS, AFP, DPA Y THE INDEPENDENT
Belfast, 21 de octubre. Un intento de impulsar
el estancado proceso de paz en Irlanda del Norte fracasó este martes,
luego que los unionistas, en el último minuto, consideraron insuficiente
el desarme del Ejército Republicano Irlandés (ERI), gesto
que podría haber desbloqueado la situación.
En una intervención ante la prensa en esta ciudad,
el primer ministro británico, Tony Blair, reconoció que "no
había acuerdo" entre el partido republicano católico Sinn
Fein, brazo político del ERI, y el protestante Partido Unionista
del Ulster. Añadió sin embargo, en conferencia de prensa
junto a su homólogo irlandés Bertie Ahern, que la fecha para
las elecciones en Irlanda del Norte anunciada este día sigue firme
para el 26 de noviembre.
La jornada había comenzado auspiciosamente, y le
habían antecedido semanas de negociaciones secretas entre Blair
y Ahern, por un lado, y las partes en conflicto, en momentos en que Londres
confirmó la convocatoria a las largamente postergadas elecciones
para la asamblea de gobierno compartido el 26 de noviembre.
Primero fue Gerry Adams, el líder del Sinn Fein,
quien se expresó de la manera más clara hasta la fecha sobre
la lucha armada, cuando declaró que su partido se oponía
"a todo recurso a la violencia o amenaza de violencia con fines políticos.
"La posición del Sinn Fein es la de un compromiso
total y absoluto para resolver las diferencias por medios exclusivamente
democráticos y pacíficos", sostuvo Adams, quien incluso habló
de los esfuerzos por alcanzar relaciones "armoniosas" con los unionistas.
Incluso, el líder del Sinn Fein llamó a
unirse al proceso de paz iniciado con el acuerdo del Viernes Santo de abril
de 1998, a todas las organizaciones republicanas, al parecer también
a los disidentes radicales como el ERI auténtico, que rechaza ese
acuerdo.
Le siguió el ERI, saludando el discurso de Adams
y con el anuncio de que estaba dispuesto a desarmarse "lo antes posible",
más tarde, la confirmación del general canadiense John de
Chastelain, jefe de la comisión independiente de supervisión
para la provincia británica, quien señaló que el grupo
había destruido una cantidad de armas y explosivos "considerablemente
más importante" que la destruida en las dos operaciones precedentes.
Sin embargo, el jefe de los unionistas protestantes, David
Trimble, consideró que el desarme anunciado era insuficiente. "Teníamos
un acuerdo claro con los republicanos que subrayaba la necesidad de más
transparencia" por parte del ERI en sus intenciones de desarmarse, explicó
Trimble, para quien es necesario saber cuántas armas exactamente
quedaron fuera de uso.
Al respecto, Blair dijo que él conoce la magnitud
del desarme, pero que debido a los acuerdos vigentes no puede decirlo.
Si los protestantes supieran lo que él sabe, estarían convencidos
de la disposición de paz del ERI, añadió.
El acuerdo inicial era que Trimble declarara su disposición
a una nueva cooperación con el Sinn Fein. Según observadores,
éste no cuenta en su propio partido con el apoyo unánime.
Su rival interno, Jeffrey Donaldson, dijo estar seguro de "no haber escuchado
nada de Gerry Adams (líder del Sinn Fein) o del ERI que me convenza
de que su llamada guerra terminó".
El ERI -que lucha desde 1970 por la unificación
de la isla de Irlanda y el fin de la administración británica
en la provincia de Irlanda del Norte- respeta un cese del fuego desde 1997,
pero no declaró claramente hoy, como querían los unionistas,
que ponía punto final a la lucha armada.
Sin embargo, el ERI además había dado a
entender que estudiaba la posibilidad de renunciar por completo a su arsenal,
con lo que se abriría el diálogo con la comisión dirigida
por el general De Chastelain.
Para observadores locales, el ERI quiere evitar cualquier
anuncio que se pueda interpretar como una capitulación. Luego, al
conocer la reacción de los unionistas, advirtió que ahora
se está ante "dificultades bastante relevantes".
Blair minimizó la actitud de los unionistas que
rechazaron el gesto del ERI, al considerar que ese partido "quiere tener
más precisiones sobre lo que concretamente fue puesto fuera de uso
antes de decidir si efectivamente se trata de un acto de desarme importante.
Pienso y creo que podemos encontrar una solución, pero volver al
proceso de diálogo tomará algo de tiempo".
A su vez, Ahern admitió que las negociaciones podrían
encontrar "una dificultad" de último minuto, y "ahora debemos ver
si podemos superar" el problema.
Los votantes norirlandeses deberían haber acudido
a las urnas en mayo, pero Gran Bretaña canceló las elecciones
por considerar que los compromisos del ERI no eran suficientes para garantizar
la estabilidad poselectoral.
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