México D.F. Miércoles 22 de octubre de 2003
Proyecto de presupuesto contempla que no haya aumento en las dietas de legisladores
Reducirán casi 60 por ciento la partida secreta en la Cámara de Diputados
ENRIQUE MENDEZ Y ROBERTO GARDUÑO
La Cámara de Diputados reducirá de 906 millones 147 mil pesos a 336 millones la partida secreta, que sólo requería de la firma de los coordinadores legislativos para justificar su gasto. El proyecto de presupuesto, que será presentado hoy a la Junta de Coordinación Política, contempla también que no haya incremento a la dieta de los legisladores durante 2004.
La propuesta, elaborada por el Comité de Administración de la Cámara -en el que participan todas las fracciones y que preside el priísta Rafael Moreno Valle Rosas-, prevé un incremento nominal de sólo 4.5 por ciento a los recursos que ejercerá la 59 Legislatura el próximo año. Ese aumento es menor al que propuso la Secretaría de Servicios Administrativos de San Lázaro, porque a la llegada de los actuales diputados contempló que el presupuesto nominal debería crecer 10.1 por ciento, como "mínimo irreductible".
Además de que no habrá incremento a las dietas de los 500 legisladores, el Comité de Administración propondrá que los mandos superiores con salarios de entre 25 mil y 35 mil pesos sólo reciban un aumento de 3 por ciento; los de 25 mil pesos o menos, 4 por ciento, mientras que los trabajadores de base de 4.5 por ciento. Por lo que respecta a los funcionarios de alto nivel, que ganan de 35 mil a 75 mil pesos, el ajuste a sus sueldos será de 2 por ciento, y quienes superan los 75 mil pesos no recibirán nada más.
Otra de las medidas de transparencia y austeridad es la aplicación de un fondo de ahorro para los diputados, hasta de 12 por ciento de su dieta. Inclusive, una vez que se supo que la Cámara pagará las facturas de la intervención quirúrgica en Estados Unidos del coordinador de los panistas, Francisco Barrio Terrazas, se decidió someter a licitación pública un contrato de seguro de gastos médicos mayores, para reducir las erogaciones en atención a los legisladores, que han sido millonarias.
De aprobarse el próximo jueves en el pleno el proyecto de presupuesto 2004 para la Cámara, dejarán de otorgarse los préstamos ilimitados a los legisladores, a quienes ahora sólo se les concedería el equivalente a un mes de su dieta.
Asimismo, el gasto por facturas de telefonía celular se reducirá drásticamente, porque sólo se pagarán 100 teléfonos, que serán divididos entre los 500 diputados. Los aparatos fueron contratados con un plan limitado de minutos, y aquel que se exceda en el número de llamadas autorizadas deberá aportar de su bolsillo. Sólo los seis coordinadores gozarán del privilegio de hacer llamadas ilimitadas, nacionales y al extranjero.
De esa forma, el presupuesto general para la Cámara de Diputados será de 3 mil 451 millones de pesos, superior nominalmente a los 3 mil 302.9 millones de 2003, y casi 500 millones más que el de 2002, cuando se aprobaron 2 mil 980.1 millones.
De esos recursos, 98 por ciento se destina al gasto corriente y sólo 2 por ciento a gasto de inversión.
El ajuste más radical que se hará en el manejo de los recursos de la Cámara es en la partida secreta, incluida en el ramo 3800, servicios oficiales, donde se incluyen rubros como viáticos, pasajes, gestión, los fondos fijos para los comités y comisiones, y la asignación monetaria de los grupos legislativos.
Esos gastos sólo requerían la firma de los coordinadores de las bancadas para su comprobación, lo que propició la discrecionalidad en el manejo de los recursos públicos. Ahora, casi 600 millones de pesos de esa partida serán retiquetados y requerirán de ser comprobados fiscalmente. El resto seguirá siendo una partida de la cual podrán disponer los líderes de los grupos.
Mientras, la Comisión de Presupuesto -que había programado una reunión con el subsecretario de Egresos de la Secretaría de Hacienda, Carlos Hurtado, quien finalmente suspendió su asistencia- analizó en 20 minutos la cuenta pública 2001 del gobierno federal.
Ese tema provocó polémica al concluir la 58 Legislatura, porque en el último periodo de sesiones debió ser dictaminada por el pleno. Entonces, las bancadas del PRI y del PAN, respaldadas por el entonces presidente de la Cámara, el panista Armando Salinas Torre, decidieron que su análisis se postergara para el siguiente periodo.
Durante la reunión de ayer, los representantes panistas argumentaron que la Comisión de Presupuesto no tiene atribuciones para dictaminar y someter el documento al pleno. El acuerdo al que se llegó fue que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) envíe de nuevo sus observaciones a ese grupo de trabajo, y una vez que éste analice su contenido llamará a comparecer al titular de la ASF, Arturo González de Aragón.
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