México D.F. Miércoles 22 de octubre de 2003
Jaime Cárdenas: en transparencia dejamos
las cosas peor que como las recibimos
El IFE, comprometido con las reglas, no con los competidores:
Woldenberg
Optimista recuento del presidente del instituto en la
última sesión del Consejo General
MIREYA CUELLAR
La última sesión del actual Consejo General
del Instituto Federal Electoral (IFE) fue fiel a la dinámica de
años pasados. El consejero presidente, José Woldenberg, hizo
un recuento optimista de lo que ha sido la institución en los siete
años que ha estado ahí: "un árbitro comprometido con
las reglas, no con los competidores", mientras Jaime Cárdenas, la
única voz discordante y, para algunos, en este caso fuera de lugar,
el balance fue que "dejamos (en materia de transparencia y debate) un instituto
peor que el que recibimos".
Todos
sabían que era la última ocasión en que los nueve
consejeros elegidos en 1996, después de una azarosa reforma legal,
se sentarían en torno a la mesa del Consejo. Por eso, desde que
comenzó la sesión los aires que corrieron fueron de despedida.
anticlimática, pero despedida al fin.
Siete consejeros delegaron en Woldenberg el mensaje final.
Y aunque cuando éste habló dijo hacerlo en nombre de sus
ocho compañeros, Cárdenas pidió después la
palabra para presentar su propio recuento. La sesión de ayer fue,
dijo el consejero presidente, el final de un primer ciclo, el de la plena
autonomía de la autoridad electoral. Hay que recordar que hasta
1996 el Poder Ejecutivo, por medio del secretario de Gobernación,
presidía el órgano electoral que controlaba la organización
de los comicios en el país.
Las reformas que dan lugar al IFE y a la legalidad electoral
vigente, recordó Woldenberg, son fruto "del acuerdo entre los partidos
que fueron capaces, en horas difíciles, de hallar soluciones creíbles
y legítimas, suficientes para encauzar e impulsar el pluralismo
y la competencia en un marco de legalidad republicana".
Defendió "la autonomía" con que actuaron
los miembros del Consejo en estos años: "se ejerció tomando
decisiones de forma transparente (...) sólo han influido las razones
de los miembros del Consejo General y de nadie más". Para cerrar
su discurso hizo un reconocimiento a todo el personal que trabaja en el
instituto. El aplauso para el presidente fue largo, una licencia que permitió
a sus compañeros y subalternos, porque normalmente no acepta ningún
tipo de expresiones de apoyo o rechazo, y cuando se dan reprende a los
infractores con ese tono tajante que desarrolló a lo largo de los
años.
El consejero Jaime Cárdenas fue breve, pero reiteró
sus criticas a la actuación que, en muchos casos, tuvo el IFE. En
materia jurídica, precisó, siempre hubo una interpretación
"letrista y poco orientada por los principios constitucionales, y durante
los siete años de nuestra gestión privó o casi privó
un modelo único de consejero, el del árbitro discreto, sin
posibilidad real para el desarrollo de modelos diferentes. Aunque algunos
apostamos por un paradigma de consejero activo y no reactivo; imparcial
y no neutral; crítico y no discreto, creo que en el balance no tuvimos
éxito y en la toma interna de decisiones nuestra postura sólo
quedó como testimonio".
Las referencias de Cárdenas fueron una alusión
directa a Woldenberg, quien desde que asumió la presidencia dijo
que su aspiración era ser un "árbitro discreto", y por otro
lado a la situación de exclusión y a veces autoexclusión
que él vivió durante los pasados tres años en el IFE.
Quizá la despedida resultó un tanto desangelada porque hace
tiempo que la relación entre los consejeros está muy desgastada.
Ayer, cuando Cárdenas empezó a realizar su balance, Mauricio
Merino abandonó el salón de sesiones y no volvió hasta
que el primero dejó de hablar.
La senadora Sara Castellanos, representante del PVEM,
intentó que la ocasión fuera muy solemne desde que se inició
la sesión. Habló de citas con la historia, pero no se dio
cuenta de que la mesa estaba en otro punto del orden del día: las
despedidas debían darse hasta el final de la sesión, así
que algunos se voltearon a ver con cara de ¿what? Los representantes
de PAN, PRI y PRD reconocieron el quehacer de los consejeros y su aportación
a la democracia. Los despidieron con un cumplido.
Y como la sesión fue una redición de viejas
diferencias, se discutieron asuntos relacionados con la organización
de las próximas elecciones extraordinarias en los distritos quinto
de Coahuila y cuarto de Michoacán, así como la administración
financiera del instituto, tema sobre el cual el consejero Cárdenas
volvió a sostener escaramuzas con sus compañeros, quienes
finalmente aprobaron por mayoría lo que habían acordado previamente.
Al final hubo algunos abrazos.
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