México D.F. Martes 21 de octubre de 2003
Se prepara operación por etapas de siameses filipinos
Uno de los gemelos egipcios ya respira por sí mismo
DPA
Dallas, 20 de octubre. Uno de los siameses egipcios separados con éxito en Texas ya respira por sí mismo, dio a conocer hoy el portavoz del centro médico para niños en Dallas, James Thomas.
"Desde el domingo la respiración de Mohamed ya no es apoyada por un respirador", dijo Thomas. Está previsto que hoy se retire la asistencia también a su hermano Ahmed. Ambos niños padecen fiebre desde hace dos días y son tratados con antibióticos.
El estado de los siameses fue descrito hoy, más de una semana después de la maratónica operación de 34 horas, como crítico, pero estable.
"Somos cautelosamente optimistas, pero los niños aún se encuentran en una fase crítica de su recuperación", expresó Thomas.
El viernes los hermanos despertaron del coma artificial. Mientras tanto, ya se mueven un poco, abren los ojos y reaccionan cuando se les habla.
Los niños de dos años estaban unidos por la cabeza. Las temidas complicaciones, infecciones e inflamaciones del cerebro hasta ahora no se han producido. Pero sólo cuando Ahmed y Mohamed estén totalmente conscientes los médicos sabrán si su cerebro quedó dañado.
En tanto, en el hospital infantil Montefiore, del barrio neoyorquino de Bronx, un equipo de médicos se está preparando para otra compleja operación para separar a unos siameses.
Al contrario de los siameses egipcios, la operación de Carl y Clarence Aguirre, de 10 meses, oriundos de Filipinas, se realizará en tres o cuatro etapas a lo largo de varios meses.
La primera intervención estaba prevista para hoy lunes. En ella se iba a abrir la parte frontal del cráneo, a través de la cual en el futuro se procederá a separar las venas, de manera que cada uno de los cerebros obtenga su propio riego sanguíneo, explicó el director de neurocirugía, James Goodrich.
Los médicos resolvieron realizar la separación en varios pasos con el fin de evitar los riesgos de una anestesia demasiado larga y la posibilidad de una fuerte pérdida de sangre.
Carl y Clarence vivieron hasta ahora en una plantación de caña de azúcar cerca de Silay City, Filipinas. Junto con su madre Arlene, una enfermera de 31 años, viajaron hace meses a Estados Unidos.
En el hospital infantil Bythedale, del barrio neoyoquino de Valhalla, fueron preparados para la operación con medidas sicoterapéuticas y programas especiales de alimentación.
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