Aseguran que priístas solicitaron a militares "que vinieran a acabarnos"

Aclaran zapatistas: la versión del plagio fue para ocultar actos de intimidación

Niegan bases del EZLN que estén formando un nuevo municipio autónomo

HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO

Tzacucum, Chis. 19 de octubre. "Hasta aquí llegaron los soldados", señala hacia el camino, con su mano abierta, un indígena con pasamontañas que habla en nombre de la comunidad. "Les dijimos: bajen sus armas. Venían apuntando."

Lo rodean otros 10 indígenas encapuchados, quienes intervienen en ocasiones o discuten entre sí alguna información antes de decirla en castellano, y otros 50 hombres con rostros descubiertos. Pero es él quien conduce el relato de la incursión militar del lunes pasado: "Aquí los detuvimos media hora. Nomás platicaban, tomaban fotografías. A nosotros no nos gusta que nos tomen fotografías. Se subieron a la escuela". Tzacucum brota entre laderas escarpadas y la escuela está a unos pasos de donde nos encontramos, pero unos 15 metros más arriba. "Estaban llamando por su radio o teléfono, o no sé cómo chingados se llama por donde hablan."

En el relativamente pequeño municipio San Pablo Chalchihuitán no hay campamentos militares, si bien lo rodean completamente las bases y campamentos del Ejército en los vecinos Chanalhó, Simojovel y El Bosque. La posición castrense más próxima se localiza en el patio trasero de la escuela primaria en Las Limas, en la carretera que va de Chenalhó a Polhó y Pantelhó. Pero la patrulla de 35 soldados que se introdujo en Tzacucum y Jolitontic dijo venir directamente de Rancho Nuevo, sede de la 31 zona militar en San Cristóbal de las Casas.

"Son falsas todas las cosas que han salido en las noticias de la radio. Mentiras que los soldados inventan a propósito. Antes de venir soltaron el rumor de que iban a empezar los balazos. El doctor de la clínica (gubernamental) se fue antes de que llegaran los soldados. El presidente del comité de educación oficial convenció a los maestros de la escuela Cuauhtémoc de que se fueran, les metió miedo a propósito."

Recuerda que durante la inusual incursión de tropas federales, la minoría priísta de la comunidad amenazó a las bases zapatistas. "Pero cuando los soldados regresaron de Jolitontic y se fueron, mujeres y niños de los priístas empezaron a dejar sus casas. Unos 90 se fueron a Chalchihuitán haciéndose pasar por desplazados. Ellos saben que no fuimos nosotros quienes les dijimos que se fueran. No eran desplazados y ya regresaron."

Luego de negar la existencia de plantíos de droga, como han "sugerido" fuentes militares ("nosotros sólo sembramos maíz, frijol y café"), el representante zapatista declara: "No estamos peleando con los del PRI. Ellos nos maltratan. Nos han querido expulsar. Pero nosotros somos la mayoría". Interrogado al respecto, especifica: "Aquí en Tzacucum 260 personas somos bases de apoyo. Los priístas son 140. Ellos habían pedido al Ejército que nos viniera a acabar. Después les entró miedo de nosotros, pero no les dijimos nada".

Así, las versiones que han circulado insistentemente a lo largo de la semana (de que los indígenas habrían "secuestrado" por varias horas a los soldados) pretenden ocultar el hecho de que se trató de una incursión intimidatoria a dos comunidades.

En relación con el agente municipal Mariano Díaz Pérez, fuente inicial de dichas versiones, el representante rebelde comenta: "Está muy joven. Es un chamaco que no sabe llevar bien su función".

No obstante, el síndico municipal de Chalchihuitán, Manuel Díaz Gómez, todavía ayer sostenía lo del secuestro y el rescate, y "denunciaba" que los zapatistas están formando un nuevo municipio autónomo.

En la región no se ha declarado ningún municipio rebelde y las comunidades se remiten a la junta de buen gobierno en el Caracol de Oventic. Actualmente, de las 22 comunidades pableras, en 13 existen bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), y en 10 de éstas ya son mayoría. "Han aumentado las bases de apoyo. En 1994 eramos unos cuantos, en Chalchuihuitán la gente creía que no existíamos", dice el representante.

En cuanto a la pretendida relación entre el operativo militar y el conflicto de límites con el municipio de Chanalhó (850 hectáreas en disputa desde 1986), el vocero rebelde menciona que el presidente municipal, Nicolás Sánchez Pérez, ha querido cobrar un impuesto predial por esas tierras. "Nosotros no aceptamos pagar por esos terrenos. Y él a fuerza quiso luego la relación de los que no pagan, para saber quiénes son los zapatistas."

El camino a Tzacucum y Jolitontic, aunque en malas condiciones, es nuevo. Hasta hace poco había que caminar por los cerros. Se dice que el alcalde Sánchez Pérez quiere inaugurar la carretera la semana que entra, junto con la empresa constructora.

Cerca de Tzacucum se yergue el cerro Muktavitz, "el sitio más grande del mundo según los antepasados", explica un joven indígena. "Ellos decían que desde arriba se podía ver todo, hasta la ciudad de México." Menos aisladas, las nuevas generaciones ya no parecen creer el mito del "cerro grande" (que es el significado de su nombre en tzotzil).