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México D.F. Domingo 19 de octubre de 2003
TIEMPO DE BLUES
Raúl de la Rosa
Una de gitanos
Primera llamada
TODO MUNDO SABE de ellos, y existen en-casi-todo
el mundo, pero la visión que del pueblo romaní tenemos está
llena de prejuicios, por el desconocimiento que de ellos tenemos.
SU HISTORIA ESTA llena de mitos y leyendas. Es
un pueblo que no ha dejado nada escrito, sólo la tradición
oral continuada por mas de 10 siglos. El genocidio perpetrado en el siglo
XX contra las comunidades judías en la Segunda Guerra Mundial es
conocido ampliamente, pero hay un vergonzoso silencio sobre lo acontecido
a los gitanos.
EL PRIMERO DE agosto de 1944, en Auschwitz-Birkenau,
son gaseados e incinerados 4 mil gitanos, noche que se recuerda como Zigeunernacht
(La noche de los gitanos). Al término de la Segunda Guerra Mundial
los nazis habían aniquilado entre 70 y 80 por ciento de la población
gitana. Más de medio millón pereció bajo la locura
nazi.
AL INICIO DEL siglo XXI, la crisis económica
en Europa provocó un rechazo hacia los inmigrantes y favoreció
la aparición de partidos políticos de clara tendencia racista.
El Front National, en Francia, el Republikaner, en Alemania, y el Vlams
Block, en Bélgica, son sólo algunos ejemplos.
LA SITUACION DE los gitanos es grave, enfrentan
situaciones terribles y sus derechos son permanentemente violados. En México
no somos ajenos a actitudes racistas.
Segunda llamada
MIS
VIVENCIAS CON los húngaros -apelativo con el que se les
conoce en México- han sido importantes. Cuando niño, en la
colonia Roma, en las calles trabajaba un gitano de enorme sombrero, con
un enorme oso al que hacía bailar al ritmo de un enorme pandero
a cambio de unas pequeñas monedas. Años después conocí
al húngaro, cuya familia, a lomo de mula, llevó allá
por los años 40 la magia del cine a las comunidades y rancherías
más apartadas. Lo último que supimos de él fue que
se había metido de novillero.
EN 1973, EN las cuevas del Sacro-Monte en Granada,
España, asistimos a un espectáculo de flamenco (en el que
todos éramos turistas). Lo que presenciamos fue menos que regular,
tanto que Joaquín, el taxista andaluz que nos había llevado,
se tapó la cara con sus manos regordetas entre apenado y divertido.
ESA MAÑANA, JOAQUIN había llevado
a una familia de gitanos a unos 40 kilómetros de Granada y nos propuso:
"si pagan la benzina los llevo a una fiesta gitana". Aceptamos y 30 minutos
después llegábamos a un solar en el que había una
fogata y algunos remolques. La negociación de Joaquín duró
cerca de 15 minutos; de regreso al auto, emocionado, nos dice: "finalmente
aceptaron, creo que fue la curiosidad al saber que eran mexicanos".
ERAN UNAS 15 familias, algunas iban de paso a Portugal,
pero la sorpresa fue que no había cantos ni bailes flamencos, los
hombres de traje y sombreros de fieltro, las mujeres con pañoleta
y falda larga, eran gitanos-gitanos, trotamundos pues. La experiencia fue
divertida e imborrable: el canto, el ritmo y los bailes al compás
de guitarras, violines, un clarinete y un acordeón aunados a las
generosas dosis de vino, nos llevaron a percibir, disfrutar y reconocer
ese otro mundo . Al día siguiente fungí como chofer de taxi,
pues Joaquín estaba imposibilitado para conducir en el regreso.
CONVIVIMOS CON GENTE que no ha modificado su forma
de vida a lo largo de más de ¡mil años! La música
cargada de añejísimas memorias y esos violines, señor
mío, pulsados, tocados, acariciados o restregados a una velocidad
endemoniada, hicieron inolvidable esa noche del verano del 73.
Tercera llamada
ESAS CUALIDADES MUSICALES no son aisladas de su
historia, de su cultura y de siglos de tristeza y persecuciones. Por eso
los gitanos, tzíngaros, kalderash, kalé, lovari, manush o
gipsys, no importa el nombre, son ramas de ese tronco común.
YEHUDI MENUHIM ESCRIBIO acerca de una experiencia
que tuvo con unos músicos gitanos de Budapest: "Me pareció
fascinante el aliento de coordinación que impartían a la
música todos los miembros del grupo. El violinista principal, Lajos
Boros, marcaba los tiempos; la amplitud y el color de su vibrato y los
deslizamientos de su mano izquierda eran todavía mas notables que
el deslumbrante manejo del arco con la mano derecha." Concluye: "Rebasó
sencillamente mi dimensión mental y su ímpetu obedecía
a un impulso enteramente distinto del mío".
¿Qué escuchar?
BANDA DE GITANOS (Taraf de Haidouks) Discos Corasón./
Tekameli (Ida y vuelta) EPIC/ Csókolom. Arhoolie Records (469).
Y cualquier disco del genial jazzista: Django Reinhardt.
Yehudi Menuhin
La Música del Hombre
Fondo Educativo
Interamericano (1981).
[email protected]
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