México D.F. Domingo 19 de octubre de 2003
"No permitiremos que se reduzcan los recursos
para el sector": Martínez della Rocca
En proceso, la "privatización" de la educación
superior, asegura diputado
ROBERTO GARDUÑO
La ignorancia de los gobiernos federales más recientes
sobre la importancia de la educación superior ha propiciado un proceso
de privatización en este terreno, sostuvo el diputado perredista
Salvador Martínez della Rocca. Informó que de 1998 a 2003
la matrícula en las universidades públicas se incrementó
43.7 por ciento y en las privadas se ubicó en 258.7 por ciento.
El presidente de la Comisión de Educación
de la Cámara de Diputados hizo un balance de la situación
que enfrenta el sector educativo nacional, sobre el que se cierne un nuevo
riesgo de disminución de recursos económicos provenientes
del gobierno federal: "Por ningún concepto vamos a permitir que
se reduzca el monto del gasto para educación. Ha decaído
el costo-alumno, y es difícil entender qué es lo que quieren
hacer las autoridades federales con la educación superior".
En entrevista, Martínez della Rocca advirtió
que los recursos federales llegan en menor medida a los estados con mayores
índices de pobreza, y eso es absolutamente inaceptable, porque,
como señaló Walter Benjamin, allí donde la política
se envilece el primer encono es contra la cultura.
"No existe una política, porque en la Universidad
de Aguascalientes el costo-alumno es de 9 mil 610 pesos; en la de Chiapas,
7 mil 280; en la de Guerrero, 6 mil 720; en la de Guanajuato, por razones
que no entiendo, es de 22 mil 620, y en la de Quintana Roo se ubica en
25 mil 880 pesos.
"Qué
bueno que las de Quintana Roo y Guanajuato tengan costos por alumno altos,
pero no entiendo el criterio para que a algunas instituciones se les den
recursos ridículos, como sucede con la Universidad de Oaxaca, donde
apenas alcanzan 3 mil 460 pesos por estudiante. La más afectada
por este fenómeno es la universidad pública, y eso hay que
meditarlo con seriedad."
Acerca de los niveles de posgrado que se están
alcanzando en México, comentó que de 1998 a 2003 la matrícula
en maestrías y doctorados creció 125.1 por ciento, y en las
instituciones privadas el alza fue de 570.1 por ciento. "Si en 1990 la
matrícula privada de posgrado representaba 18 por ciento del total
nacional, resulta que ahora en 2003 alcanza 40.3 por ciento, pero el problema
es que la universidad pública es la que está forjando a los
investigadores que analizan y dan respuesta a los grandes problemas nacionales,
y los posgrados privados no hacen investigación, más que
aquella que tiene que ver con el interés de la empresa, lo cual
me parece bien, pero el interés nacional está salvaguardado
por la educación superior pública".
Al recordar que este año la matrícula del
Tecnológico de Monterrey supera por vez primera a la de la Universidad
Nacional Autónoma de México, se le preguntó si las
instituciones privadas se encaminan a convertirse en el motor de la vida
nacional.
"Antes la educación privada era complementaria
de la pública. Ahora tenemos cada año una cantidad mayor
de pobres, y por lo tanto también se incrementa el número
de jóvenes rechazados del sistema educativo superior. Ese escenario
negativo no implica que la UNAM deje de seguir siendo el motor del conocimiento
en México, pero el problema de fondo es que cada año en todo
el país se producen mil doctores, de los cuales más de la
mitad egresan de esa institución. Ese no es el secreto, porque el
centro del problema radica en que, por ejemplo, España, con 48 millones
de habitantes, produce 5 mil doctores cada año. No podemos permitir
eso, necesitamos más inversiones en educación superior y
en ciencia y tecnología", indicó
-Pero ese criterio es ajeno al gobierno de Vicente Fox
-se le argumentó.
-Claro que es ajeno a este gobierno, porque desde el régimen
priísta y ahora con esta administración que no sabe ni para
dónde va, se ha destinado cada año 14 por ciento del PIB
para el pago del servicio de la deuda a los banqueros nacionales y extranjeros.
Entonces no es un problema de política económica, sino de
prioridades. ¿Por qué no renegocian la deuda con los banqueros
y le bajamos unos cuatro puntos del PIB y los destinamos a educación,
ciencia, tecnología y salud? Ese acto sería el más
revolucionario de esta 59 Legislatura.
El diputado Matínez della Rocca admitió
que en el Poder Legislativo no se ha escuchado en los tres años
recientes hablar de una reforma educativa, por eso "vamos a luchar con
todo, y estoy seguro que la mayoría de las fracciones legislativas
cerraremos filas en esta cuestión, porque como lo he dicho en la
comisión, ningún interés partidario va a imperar aquí.
No me interesa si son del PRI, del PAN o del PRD, o de cualquier otro partido,
juntos vamos a salir en defensa del sistema educativo público".
Sin responsabilizar del todo al pasado, recordó
que los mexicanos tuvieron en su momento importantes secretarios de Educación
Pública, como José Vasconcelos, Moisés Sáenz
y Jaime Torres Bodet, "y de repente los presidentes en turno encontraron
vocación educativa a Manuel Bartlett y a Ernesto Zedillo. Yo pregunto,
¿cuándo estos personajes habían escrito una cuartilla
sobre la problemática educativa en México? No se vale seguir
por ese camino".
El fundamento principal de la propuesta de reforma educativa
del PRD, recordó Martínez della Rocca, es la modificación
al artículo tercero de la Carta Magna, al que se agregaría
el siguiente concepto: "Todo niño y niña que nazca en México,
sólo por ese hecho, tendrá derecho a educación desde
preprimaria hasta posgrado, y ésta será pública, laica,
gratuita y de alta calidad".
Al comentar los lineamientos de la política sectorial
del gobierno de Vicente Fox, acusó al Presidente de vivir "en la
simulación eterna, porque un día dice que vamos muy bien
y después nos dice que el problema del desempleo es muy grave.
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