México D.F. Domingo 19 de octubre de 2003
REPUBLICA DE PANTALLA
Jenaro Villamil
El Papa, las mujeres y Azcárraga Jean
Paradojas de tres fenómenos mediáticos
Bolivia, la guerra informativa
SEMANA PECULIAR DE celebraciones y declaraciones poco o nada afortunadas en medio de un creciente movimiento a favor de regular los derechos mínimos del periodista, en especial el secreto profesional. Revisemos las celebraciones:
1. LAS PARADOJAS DE JUAN PABLO II. Las pantallas mexicanas volvieron a estar al servicio del papa Juan Pablo II en la celebración de sus 25 años de pontificado. No fueron las 44 horas prácticamente ininterrumpidas de la burbuja mediática de su última visita a México, pero sí se volvieron a escuchar frases de franco desbordamiento ante la imagen de un pontífice doliente que en ningún momento realizó una mínima autocrítica a su cuarto de siglo al frente del Vaticano. Presentadas como si fueran las festividades de un emperador y no las de un "humilde servidor de Dios", las celebraciones dominaron la pantalla. Sus promotores ya lo llaman "Karol el Grande", mote que fue utilizado por su biógrafo oficial, Doménico del Río.
JUAN PABLO II sigue generando rating y las televisoras y estaciones de radio lo confirmaron. Todo el carisma mediático que le queda al obispo de Roma contrasta con el escrutinio crítico que los medios mexicanos han realizado a la jerarquía nacional, particularmente a raíz del escándalo de la "venta de imagen" de la Virgen de Guadalupe y las investigaciones por lavado de dinero al cardenal Juan Sandoval Iñiguez. Aunque subrepticiamente el mensaje sea el mismo -la vida de la Iglesia católica se reduce a las palabras, las ceremonias y los escándalos de su jerarquía y no de su feligresía-, sorprende la vitalidad mediática de Juan Pablo.
A 25 AÑOS de su pontificado la paradoja de Karol Wojtyla sigue operando: nunca un Papa había sobreutilizado -con increíbles habilidades provenientes quizá de su pasado como actor y autor teatral- las tecnologías y los medios de comunicación más modernos para operar una restauración conservadora y tradicionalista en el seno de una Iglesia que, como él, padece de una artrosis profunda. Ahí están su rechazo al divorcio, a las parejas del mismo sexo, al uso de anticonceptivos, al sacerdocio femenino y al fin del celibato sacerdotal, cuya vigencia le ha costado tan cara al Vaticano y a las diócesis envueltas en denuncias por abusos sexuales y casos de pederastia.
EL ESPECTACULO DE Juan Pablo II se transforma en un monólogo permanente y en el culto a la personalidad de un líder indiscutible, pero al cual no se le escruta ni cuestiona. Más de 2 millones 800 mil personas de todo el mundo enviaron mensajes a través de Internet para festejar los 25 años de pontificado, en una ceremonia cibernética de elogios irrefrenables. La discusión sobre su sucesión se constriñó a los cerrados círculos de una jerarquía de 150 cardenales, como si fuera el último secreto de confesión que Karol Wojtyla mantiene para concentrar todo el poder en su persona.
2. LAS PARADOJAS DEL FEMINISMO. En paralelo, proliferaron los programas especiales, las entrevistas y las mesas redondas en radio y televisión -incluyendo los programas deportivos y los comentarios menos sexistas de Brozo durante su entrevista con Rosario Robles- para conmemorar los 50 años del voto de la mujer en México. La reflexión central fue en torno a la necesidad de "empoderamiento" y de promover más acciones afirmativas y mayor visibilidad de las mujeres, en un escenario dominado por una cultura política que privilegia el principio de autoridad patriarcal o los matriarcados simbólicos o reinventados.
NO DEJA DE ser paradójico que un grupo plural de lideresas políticas e intelectuales, reunidas el 6 de octubre pasado, haya decidido posponer las celebraciones públicas del 17 de octubre para el 22 del mismo mes, fecha en que estaría presente Marta Sahagún, acompañante de su esposo Vicente Fox en su reciente y frustrante gira por Asia. ƑPor qué caer en esa especie de presidencialismo interiorizado que tan caro ha resultado para el propio desarrollo de una cultura política que privilegie la equidad de género y no inequidad, o las exclusiones que determinan las posiciones de poder informales?
SI ESE NO era su objetivo, el fenómeno mediático desplazó la propia equidad y pluralidad de la conmemoración para transformarla en una puesta en escena en torno a la especulación sobre las aspiraciones sucesorias de la señora Sahagún, a pesar de que tanto Robles como Josefina Vázquez Mota lo negaron en la ceremonia conmemorativa en San Lázaro. El futurismo adelantado en todos los círculos de una clase política que vive las taras de un Presidente ausente también ha afectado las celebraciones del 50 aniversario del voto de la mujer. Por otro lado, no fue menos preocupante que justo en esta semana se registrara el asesinato número 24 de este año en Ciudad Juárez, sitio donde el feminicidio pone en jaque el principal derecho humano de las mujeres mexicanas: el derecho a la vida y a un trato digno por parte de la procuración de justicia, que insiste en minimizar o relativizar los crímenes en esa ciudad fronteriza. Ese será el nuevo reto para la comisionada María Guadalupe Morfín.
3. LAS PARADOJAS DE AZCARRAGA JEAN. El joven y principal accionista de la empresa de comunicación más grande del país nos recetó el pasado martes 14 de octubre una perla declarativa que debe preocupar, en principio, a los propios compañeros y colegas periodistas de Televisa. Según Emilio Azcárraga Jean "en muchos periódicos escriben lo que quieren y no lo sustentan, envueltos en la bandera de la libertad de expresión que es un concepto bastante erróneo". Propuso que quien escriba algo falso sea "multado o encarcelado" (La Jornada, 15 de octubre, p. 15). También nos regaló una especie de encíclica a favor del periodismo en medios electrónicos: "la ventaja de la tele y la radio es que como existe un video o un audio éste se presente y no es lo que yo pensé que dijiste, es lo que dijiste, porque ahí está el video, ahí está el audio". Ni a Marshall Mac Luhan se le hubiera ocurrido tal despropósito, con todo y su teoría de los medios "calientes" y "fríos".
EN PRIMER LUGAR, es paradójico que el principal accionista de Televisa pida la cárcel para todo aquel informador que "mienta", que es tanto como abrir las compuertas para que sean las autoridades ministeriales las que determinen la veracidad o no de una información. Esta visión tiende a criminalizar el ejercicio periodístico. En segundo lugar, el señor Azcárraga pasa por alto que gracias a "ese concepto bastante erróneo" de la libertad de expresión su propia empresa ha cometido muchos excesos y errores de desinformación. ƑNo es acaso por esa libertad de expresión que Televisa defiende a capa y espada el principio de la "autorregulación" y se opone a una reforma a la Ley Federal de Radio y Televisión que tienda a crear un organismo regulador de los medios concesionados? En tercer lugar, el medio o el periodista que publique mentiras es castigado no por el Ministerio Público sino por la propia realidad. La pérdida de credibilidad, ese bien no renovable del periodismo, es lo que está en juego, no la criminalización del ejercicio informativo.
JUSTAMENTE ESTE TEMA fue el que se discutió este fin de semana durante un encuentro organizado por la Asociación Mexicana de Editores de Periódicos en su 19 congreso realizado en Nuevo Vallarta, Nayarit. La defensa del secreto profesional convocó a autoridades políticas, juristas, periodistas y hasta al propio procurador Rafael Macedo de la Concha, que en este puerto planteó justamente lo contrario a Azcárraga Jean: siempre será perjudicial criminalizar el ejercicio periodístico. "La Procuraduría General de la República -afirmó Macedo- ha expresado su determinación de la debida observancia, pero no solamente eso, sino también la legitimidad y el respeto a la libertad de expresión (...) Yo no tengo duda -subrayó- al expresarles que es una decisión inalterable del Estado mexicano respetar el secreto profesional de los periodistas. La censura no tiene cabida en este gobierno". Valgan estas palabras de compromiso del procurador Macedo de la Concha para que nunca más la PGR cite a periodistas a revelar sus fuentes, tal y como ha ocurrido en casos como La Jornada.
Bolivia, la renuncia anticipada de Sánchez de Lozada
"LA POBLACION DE Bolivia tiene derecho a protestar y reclamar la renuncia de un presidente que considera que gobierna en contra de sus intereses, tal como la población de California tiene el derecho de provocar la caída de su gobernador, dijeron ayer analistas de Washington". Por ese comentario editorial publicado el miércoles pasado en El Diario, la edición de este rotativo fue confiscada junto con la del semanario Pulso. En su portada esta publicación tenía como encabezado principal: "En nombre de la democracia, el presidente debe renunciar".
EN PLENO OCASO de su mandato el ex presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada transformó la "guerra del gas" en una guerra contra los medios informativos. Además de decomisar los periódicos, el gobierno que ya no está acalló los canales 4 de La Paz (RTP), la televisión universitaria y operó un atentado contra la emisora de radio Pío XII de Oruro, 230 kilómetros al sur de La Paz.
UNA VEZ MAS se demostró que los gobiernos pasan y los medios quedan. El papel que jugaron en este mes y medio de revueltas y protestas anuncia una primavera de libertad para los medios bolivianos. En especial, las estaciones comunitarias y universitarias jugaron un papel fundamental para transmitir los mensajes de las organizaciones indígenas y sindicalistas que encabezaron la movilización.
TAMBIEN FUE DESTACADO el papel de los medios mexicanos en este periodo crítico de la historia boliviana. Las estaciones de radio de la XEW, con Carlos Loret de Mola y Javier Solórzano en la conducción, informaron oportunamente y consiguieron entrevistas exclusivas con Evo Morales y con el propio Sánchez de Lozada. De una u otra forma, el cerco mediático que quiso impulsar el gobierno de este último se rompió gracias a los avances de la radio en Internet y a las estaciones latinoamericanas que siguieron puntualmente el conflicto. El modelo Pinochet estuvo muy lejos de poder aplicarse en Bolivia. [email protected]
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