.. | México D.F. Sábado 18 de octubre de 2003
Presentan la cinta El misterio del Trinidad,
que se estrena el 24 de octubre con 45 copias
Nunca la cultura había estado en peores manos:
Carlos Cuarón
Insiste el guionista en defender el peso en taquilla,
''pues es una forma de financiar al cine''
Llama José Luis García Agraz, director
del filme, a beneficiar más a los productores
JUAN JOSE OLIVARES
Ayer se anunció, en medio de una polémica
sobre el nebuloso panorama de la producción de cine mexicano, el
próximo estreno (el 24 de octubre, con 45 copias) de la cinta El
misterio del Trinidad, que dirigió desde hace tres años
José Luis García Agraz, sobre un guión que él
mismo escribió junto con Carlos Cuarón, quien por cierto
lamentó que nuestras autoridades culturales y gubernamentales sean
"tan ignorantes", además de solicitar a los políticos dejar
de tratar a los cineastas mexicanos "como pendejos".
La cinta, con las actuaciones de Rebecca Jones, Eduardo
Palomo, Alejandro Parodi, Regina Blandón y Juan Aguirre, se estrenó
en marzo en la Muestra de Cine Mexicano de Guadalajara y ahora representará
a nuestro país en la próxima entrega de los premios Goya,
de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de España.
Fue un gran esfuerzo para el cineasta García Agraz
(Salón México, Nocaut, Noche del califas, Desiertos mares)
poner en la pantalla grande su filme, que se une a Nicotina como
las dos "luces de esperanza" para presumir que se sigue haciendo cine de
calidad en México.
Al respecto y con tono fuerte, el guionista Carlos Cuarón
opinó: ''Lo que no hay es voluntad política, y no la puede
haber cuando tenemos a un Presidente que no le interesa el cine y un secretario
de Gobernación con muy buenas intenciones, inteligente, pero lo
único que hace son fiestecitas caras con lo que se podría
haber hecho uno o dos cortometrajes. Señores políticos, vamos
a hacer cine, dejen de tratarnos como pendejos".
''Sari Bermúdez ha empeorado las cosas''
Cuarón,
quien le entró al proyecto de García Agraz por la energía
y esencia de la historia, agregó: ''Estamos entrampados desde hace
más de 20 años. Los que están ahora no son los culpables,
pero Sari Bermúdez sí ha empeorado las cosas. Es difícil
cuando a la cultura la secuestra la ignorancia, y eso es lo que ha sucedido
desde hace tres años. Pero ellos ya son la consecuencia. Hay que
erradicar ese sistema y esa injusta repartición de las ganancias
en taquilla, que es una cuestión de usos y costumbres, con simplemente
analizar el crecimiento de las exhibidoras, que son las que se llevan la
tajada más grande. En un acto de justicia se debería invertir
ese porcentaje en los productores nacionales. Debe haber una repartición
en taquilla justa".
Y abundó: ''Es cierto que los distribuidores ganarán
la batalla, pero por otro lado, lo que tiene atascado a Hacienda lo deberían
mandar al fondo, porque los amparos están bien, pero mientras, la
lana tiene que llegar a su lugar y eso no está sucediendo.
Por supuesto que hay que defender eso del peso en taquilla, porque es una
manera de financiar al cine, pero no es la principal y se nos está
olvidando la restructura de fondo, que es negociar con los exhibidores
una justa repartición, al tiempo de crear incentivos fiscales, como
muchos otros sistemas que han sido exitosos, como en Francia, Argentina,
Brasil, o sea desde el primero al tercer mundos. Lo que promueve el sistema
ahora es que las majors se empiecen a meter a producir películas
aquí, que no está mal dar trabajo al talento mexicano, pero
financiado con lana gringa y acotado por el gusto de los estudios.
Entonces, cada vez menos tendremos este tipo de cintas que le gustan a
la gente, que son las de sello personal. Estamos ante el riesgo de dejarnos
absorber por los gringos, mientras hundimos a la producción de cine
nacional. Esto se ha empeorado en este sexenio, pero fue algo que provocaron
los priístas. Llegaron algunos tipos con buenas intenciones pero,
con todo respeto, son muy ignorantes. Nunca la cultura de este país
había estado en peores manos ni en situación más crítica".
"No acusamos a los exhibidores -dijo por su lado García
Agraz-, más bien definimos un asunto. Antes el dueño de los
cines era el Estado, que luego vendió a unos empresarios astutos
y bien organizados. Cuando el Estado se deshizo de los cines no se alteraron
los porcentajes de ganancia. Los exhibidores hacen lo que la ley les permite,
y eso no quiere decir que las leyes no se puedan cambiar para que sean
más justas. La industria se disipó, pero hay un momento mágico
en el que hay actores, fotógrafos, directores o guionistas. Ahora
hay que buscar el modo de beneficiar a los productores, dinero que debería
generarse de la propia taquilla."
Lo que quiere José Luis García Agraz es
que su cinta genere expectativas de todo tipo, desde las de críticas
hasta las comerciales para seguir produciendo, porque "el productor, el
que más arriesga, es el que debería llevar el mayor porcentaje.
Todo tiene que ver con una política cultural, una política
cinematográfica que no la hay en México. Las cenas (como
la que organizó Santiago Creel con la comunidad del cine hace tiempo)
son actos de demagogia que no sirven de nada, deben ser actos de gente
inteligente, madura, que tenga que ver con la situación de una industria
que tiene que caminar, pequeña pero bien organizada".
El cine mexicano sólo tiene un público
El misterio del Trinidad, distribuida por Videocine,
cuenta la historia de un viejo ingeniero, que muere buscando un tesoro
perdido en un galeón del siglo XVII. El hombre hereda un barco a
su hijo, quien encuentra el galeón perdido, pero también
el secreto de que su padre tenía otra familia.
"Aunque esta cinta se hizo hace tres años -interviene
Cuarón-- ninguno de nosotros dejó de trabajar. Para José
Luis ha sido difícil porque ha estado detrás de todo esto.
Es que hay una bruma horrible en el cine nacional, pero soy optimista y
me gusta ver la luz de esperanza, que está en cintas como ésta
o Nicotina".
-Y ¿por qué tanto tiempo en estrenarla?
-se le cuestionó al realizador.
-No encontrábamos un momento de estreno en el que
pudiera ser factible una buena promoción. Había dudas de
parte de los distribuidores y de pronto se nos juntaron con estrenos con
los cuales no nos convenía salir. Hay que ver que el cine mexicano
tiene un solo público, la misma gente que ve Nicotina es
la que verá El misterio del Trinidad. Cuando a una cinta
nacional le va bien, también le va bien a todas.
La película muestra algunos efectos visuales, que
a decir verdad se lograron de una forma adecuada. "Rara vez se pueden ver
este tipo de escenas en el cine mexicano. Es una parte artesanal, tratamos
de hacer el story board y crear condiciones que permitieran filmar
una tormenta bien hecha, que no enseñara las costuras. Estudié
algunas cintas mexicanas y gringas para que no se vieran los cubetazos".
Uno de los actores de la cinta, el primerísimo
actor Alejandro Parodi, llegó a la cita con la prensa pero no quiso
entrar a la sala debido a que pensaba (o le habían dicho) que era
una mesa redonda para tratar lo de la poca producción del cine mexicano.
No fue así y el hombre, quien trabajó con los más
sonados directores mexicanos de los recientes años, sólo
fue a buscar sus cigarros y se desapareció con el comentario: ''usted
es de La Jornada, pregúnteles todo sobre nuestra poca producción".
La producción de la película fue de García
Agraz y Asociados e Imcine. La fotografía, de Pj López. La
música de Mastretta. El arte de Miguel Angel Alvarez y las actuaciones
de Guillermo Gil, Juan Carlos Remolina y Carlos Aragón.
|