México D.F. Jueves 16 de octubre de 2003
Olga Harmony
México en escena
Hace ya casi un año, en un evento en el que estuve muy inmiscuida, Sari Bermúdez ofreció públicamente que en este 2003 habría una derrama de varios millones para las artes escénicas. Ya para el pasado abril había inquietud entre varios teatristas -gremio al que escucho y acerca del que escribo, a veces haciendo eco a sus interrogantes- por lo que en este mismo espacio le recordé a la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes su promesa.
Por fin se hace público el monto de ese apoyo y los renglones a que será destinado, por lo que hay que reconocer que la señora Bermúdez no sólo cumplió con lo ofrecido, sino que encomendó la realización del programa México en escena a diferentes especialistas que lo trabajaron por varios meses recogiendo las propuestas de las coordinaciones del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) -por lo menos, puedo asegurar que así se hizo en teatro.
Asimismo, se reunió con participantes de las diferentes disciplinas escénicas -aunque queda la duda de que la música realmente sea una de ellas- en algunas sesiones de información y respuesta. Yo estuve en una de ellas en que participaron artistas del teatro y de la danza, junto con los coordinadores de ambas artes escénicas en el INBA y los diseñadores del programa, Mario Espinosa (Fondo Nacional para la Cultura y las Artes) y Lucina Jiménez (Centro Nacional de las Artes, CNA).
Los dineros a distribuir en los años que quedan del sexenio en el ambicioso programa no son muchos, pero es bueno hacer la salvedad de que se trata de un presupuesto extra y que no afecta al de las coordinaciones y de los institutos de investigación del propio INBA, con sede en el CNA, a los que sin duda se derivará el renglón de investigaciones de públicos y presupuestos. Tampoco el apoyo bianual a los grupos o compañías que en el teatro existen con diferentes etapas de consolidación, será un obstáculo para aquellos teatristas independientes, que seguirán trabajando para los teatros del instituto como hasta ahora lo vienen haciendo.
Hay que recalcar que Enrique Singer, coordinador de Teatro del INBA, desea dotar a cada espacio del Centro Cultural del Bosque de un perfil propio.
Así, el teatro Julio Castillo será la sede de la Compañía Nacional del Teatro (CNT); el Granero se concederá al teatro de experimentación, el Orientación se usará para que los productores privados con montajes de calidad encuentren un espacio y, la mayor innovación, el Galeón será ofrecido por temporalidades de cuatro meses para que aquellas compañías de mayor solvencia las trabajen con proyectos propios en acuerdo y bajo la administración de esa coordinación (me encanta eso de la rectoría del Estado, como se decía antes de que el monstruo neoliberal empezara a devorarnos).
El aliento inicial a las compañías es necesario hasta que sean capaces de lograr la independencia de las instancias oficiales. Otros proyectos, como el de las giras por diferentes estados, ya se inició con buen pie este año dentro del programa Teatro en todas partes. La creación de obras por encargo, las residencias de teatristas en diversas sedes, la conformación de bases de datos, el apoyo a los egresados de la Escuela de Arte Teatral para su vinculación profesional y otros rubros contemplados en México en escena son interesantes y no se puede más que esperar que se logren llevar a cabo. Ojalá la calidad prevalezca por encima de la cantidad y los proyectos sean seleccionados atendiendo al nivel y trayectoria de quienes concursen. Habrá que esperar convocatorias y resultados, pero por lo pronto hay que darle la bienvenida a un programa que puede reforzar las artes escénicas.
Mención aparte -aunque se contemple dentro del proyecto general- es lo relacionado con la reaparición de la Compañía Nacional de Teatro que tuvo su presentación formal en el Palacio de Bellas Artes, donde la CNT dará sus primeras funciones, antes de trasladarse a su sede formal del teatro Julio Castillo (con lo que sin duda se terminarán las especulaciones acerca de la salida de eXtras en pleno éxito de público). Los datos del nombramiento por dos años de un director artístico -ahora lo es José Caballero- que le dará su verdadero sustento de compañía nacional y las propuestas que se hacen son ya del dominio público y resultan muy estimulantes, como lo es que el arte teatral regrese por fin al Palacio de Bellas Artes, tal como lo anunciara Saúl Juárez en un encuentro de la Academia Mexicana de Arte Teatral.
|