México D.F. Jueves 16 de octubre de 2003
Memoria aborda el tema en su número de octubre
El respeto a la autonomía indígena ''enriquecerá nuestra democracia''
ERICKA MONTAÑO GARFIAS
La autonomía indígena no puede abordarse sólo como una cuestión de etnias, sino como una parte importante de la democracia del país y es un proyecto con características valiosas porque enriquecería el perfil sociopolítico de México y permitiría fortalecer nuestra forma de democracia en este nuevo siglo, destacó el investigador Héctor Díaz-Polanco, director de la revista Memoria, cuyo número más reciente trata el tema Caracoles zapatistas, autonomía y buen gobierno.
El número de la publicación mensual, correspondiente a octubre, se presentó en el contexto de la Feria del Libro del Zócalo en una mesa redonda denominada Autonomía y caracoles en la que participaron Carlos Lenkersdorf y Armando Bartra.
Lenkersdorf destacó que ''en 1994, hace casi 10 años, los indios o indígenas entraron en la conciencia del pueblo mexicano como si hubieran surgido de la nada. Se pensó también que los caracoles, el buen gobierno, eran cosas que de repente nacieron como algo nuevo en Chiapas y que los zapatistas lo habían imaginado. De hecho tienen una historia milenaria, razones muy profundas".
Los caracoles, ejercicio superior
Armando Bartra, colaborador de La Jornada, hizo un acercamiento a lo que representan los caracoles y las juntas de buen gobierno a partir de la historia política mexicana que ''con este ejercicio de autonomía alcanza un nivel superior.
''La autonomía no es únicamente una expresión, concepto o palabra de acción de la cual los indios crearon" y cuyo desarrollo pasa por conceptos como independencia del Estado, vigente en las décadas de los 60 y 70; autogestión, palabra clave de la década de los 80; mientras que la década pasada estuvo presidida por el concepto de autonomía, ''entendida ésta en un sentido más profundo y más radical de autogobierno y como bandera y estandarte de los pueblos originarios, de los pueblos indios."
Esa autonomía, agregó, ''se funda en un derecho anterior al del Estado mexicano". Los pueblos indios demandan una autonomía no como concesión del Estado mexicano actual, sino como reivindicación de sus derechos primigenios.
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